La conjuntiva es el tejido transparente que cubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Una conjuntiva sana es necesaria para que el ojo funcione con normalidad, ya que ayuda a crear un entorno adecuado para la córnea, que se encarga de enfocar la mayor parte de la luz que entra al ojo. Ayuda a proteger el ojo evitando la entrada de microorganismos y objetos extraños. También ayuda a mantener la película lagrimal.
Anatomía
La conjuntiva se divide en tres segmentos: la conjuntiva bulbar, la conjuntiva palpebral y la conjuntiva de fórnix.
La conjuntiva bulbar cubre la parte anterior de la esclerótica (el blanco del ojo). No cubre la córnea.
La conjuntiva palpebral cubre la superficie interna de los párpados superior e inferior. La conjuntiva bulbar y palpebral son continuas, por lo que es imposible perder una lente de contacto detrás del ojo.
El fórnix conjuntiva forma la unión entre las conjuntivas bulbar y palpebral. Su flexibilidad permite que los párpados y el globo ocular se muevan libremente.
Función
La función principal de la conjuntiva es mantener húmeda y lubricada la superficie frontal del ojo. También mantiene la superficie interna de los párpados húmeda y lubricada, lo que los hace capaces de abrirse y cerrarse fácilmente sin causar irritación ocular. Otro trabajo de la conjuntiva es proteger el ojo del polvo, los escombros y los microorganismos que podrían causar una infección.
Debido a que contiene muchos vasos sanguíneos pequeños, la conjuntiva puede proporcionar nutrientes importantes al ojo y los párpados. También contiene células especiales que trabajan con la película lagrimal para ayudar a prevenir el síndrome del ojo seco.
Condiciones asociadas
Varias condiciones pueden afectar el funcionamiento normal de la conjuntiva. Debido a que la superficie del ojo está expuesta, es susceptible a muchos problemas que incluyen infecciones, traumatismos, reacciones alérgicas y sequedad. Los siguientes son trastornos conjuntivales comunes:
Conjuntivitis
La conjuntivitis, también conocida como conjuntivitis, es una inflamación o infección de la conjuntiva. Algunas formas (bacterianas, virales) son muy contagiosas. Otras formas pueden ser provocadas por una alergia o exposición a productos químicos agresivos. Los síntomas pueden ser persistentes e incluyen enrojecimiento, picazón, lagrimeo, secreción y más.
Muy bien / Emily Roberts
Conjuntiva inyectada
La conjuntiva inyectada tiene ojos inyectados en sangre. Los ojos aparecen rojos debido a la dilatación de los vasos sanguíneos en la conjuntiva. Los ojos inyectados en sangre pueden ser causados por aire seco, exposición al sol, polvo, cuerpos extraños, alergias, infecciones o traumatismos. Los síntomas pueden incluir enrojecimiento, dolor, ardor y picazón.
Hemorragia conjuntival
Una hemorragia subconjuntival es el sangrado del ojo. El sangrado dentro del ojo puede resultar en una pequeña mancha de enrojecimiento o una gran área de sangre roja. Si alguna vez ha experimentado una hemorragia subconjuntival, sabe que la condición puede ser alarmante. La hemorragia se verá como una mancha de sangre roja brillante en la parte blanca del ojo. Una hemorragia subconjuntival suele ser inofensiva, y la sangre visible es el resultado de una simple rotura de un vaso sanguíneo. Debido a que la sangre que se escapa se esparce por debajo de la conjuntiva, hace que el blanco del ojo se vea rojo brillante. Más exactamente llamado hemorragia subconjuntival, este tipo de ojo rojo es inofensivo y generalmente se resuelve por sí solo en un par de semanas.
Linfoma conjuntival
Un linfoma conjuntival es un tumor que generalmente aparece como un parche "carnoso", de color rosa salmón, indoloro en el ojo. Los linfomas conjuntivales generalmente están ocultos detrás de los párpados y son indoloros. Por lo general, se descubren durante un examen ocular integral de rutina. Si nota un crecimiento en su ojo, consulte inmediatamente a un oftalmólogo. Una biopsia determinará el tratamiento adecuado.
Hemangioma conjuntival
Un hemangioma conjuntival es una malformación congénita de un grupo de vasos sanguíneos que se desarrolla en la parte blanca del ojo. Un hemangioma conjuntival suele ser benigno, pero debe examinarse anualmente. Si un paciente lo desea, se puede extirpar quirúrgicamente por razones cosméticas o si causa irritación.
Conjuntivochalasis
La conjuntivocalasia (CCh) es un trastorno común de la conjuntiva relacionado con la edad. Se caracteriza por la presencia de pliegues de la conjuntiva que típicamente se desarrollan entre el globo ocular y los párpados. Los pliegues se encuentran comúnmente a lo largo del borde del párpado inferior e interfieren con la distribución normal de las lágrimas. La afección puede provocar la enfermedad del ojo seco. El tratamiento puede incluir sustitutos de lágrimas, lubricantes, corticosteroides o gotas antihistamínicas. Para los síntomas más avanzados, el tratamiento puede incluir la resección quirúrgica de la conjuntiva y el trasplante de membrana amniótica.
Quemosis
A veces, la conjuntiva se inflama y se hincha. Esta condición se conoce como quemosis. Los síntomas incluyen ojos llorosos, lagrimeo excesivo, picazón en los ojos y visión doble o borrosa. Las siguientes son algunas de las causas más comunes de quemosis:
- Alergias: la irritación es la causa principal de la quemosis. Muchas personas padecen alergias estacionales o reacciones alérgicas a las mascotas y, a menudo, desarrollan irritación ocular. La caspa de los animales y el polen pueden hacer que sus ojos se llenen de lágrimas, que se vean rojos o que presenten secreciones. Esta condición se llama conjuntivitis alérgica.
- Infecciones: las infecciones bacterianas o virales a menudo provocan conjuntivitis. Estas infecciones pueden hacer que los ojos se enrojezcan, piquen y lagrimeen. Aunque las infecciones son contagiosas, los síntomas reales de la quemosis no se pueden transmitir solos.
- Cirugías oculares: la cirugía en los ojos o los párpados a menudo conduce al desarrollo de quemosis. Los síntomas generalmente solo duran un par de días y se tratan con gotas para los ojos, compresas frías o parches temporales en los ojos.
- Hipertiroidismo: el hipertiroidismo es un trastorno de la glándula tiroides que conduce a la sobreproducción de hormonas en la tiroides.Esta afección puede causar quemosis y también provocar problemas oculares como ojos saltones, hinchazón y retracción de los párpados.
- Frotamiento excesivo: el simple hecho de tocar, frotar o rascar los ojos es una causa común de quemosis. Se desaconseja frotarse los ojos, ya que aumentará la irritación y posiblemente provocará daños en los ojos.
El tratamiento para la quemosis depende de la causa, pero los oftalmólogos generalmente recomiendan gotas lubricantes para los ojos, compresas frías, parches para los ojos, corticosteroides, medicamentos antiinflamatorios, antihistamínicos, adrenalina o epinefrina o antibióticos. La conjuntivoplastia es otra opción de tratamiento que consiste en realizar una pequeña incisión en la conjuntiva y luego retirar el exceso de membrana. Este procedimiento puede recomendarse en casos de inflamación e irritación prolongadas.