Para muchas personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la exposición al calor puede desencadenar o empeorar los síntomas. Es tan probable que esto suceda en habitaciones sobrecalentadas durante el invierno como durante el apogeo del verano, y la adición de humedad puede exacerbar los efectos. Pasar de una temperatura extrema a otra también puede ser problemático para quienes padecen enfermedades pulmonares crónicas.
Si tiene EPOC, es importante comprender cómo el calor afecta sus pulmones y vías respiratorias. Con este conocimiento, puede estar mejor preparado para tomar medidas para controlar los síntomas cuando hace calor.
Tim Macpherson / Cultura / Getty ImagesCómo afecta el calor a la EPOC
La dificultad para respirar (disnea) es un síntoma principal en la enfermedad pulmonar crónica. El calor extremo puede exacerbar este síntoma al ejercer presión sobre todo el cuerpo para mantener una temperatura normal (alrededor de 98,6 grados F).
Respirar aire caliente puede irritar aún más las vías respiratorias ya inflamadas (bronquios) de una persona con EPOC, haciendo que el músculo liso que las recubre se contraiga, estrechando así el conducto a través del cual viaja el aire desde la tráquea hasta los pulmones. Esto se conoce como broncoespasmo.
Los broncoespasmos pueden hacer que el pecho se sienta apretado y desencadenar tos. Puede haber un silbido o silbido con cada respiración y, debido a que las vías respiratorias están constreñidas, puede ser difícil respirar lo suficientemente profundo como para obtener suficiente oxígeno.
Finalmente, la investigación muestra que el calor extremo aumenta la concentración de partículas en el aire (es decir, la contaminación), lo que puede desencadenar y exacerbar los síntomas de la EPOC.
Aunque no puede controlar el clima o, en muchos casos, su entorno,latacontrole cómo se prepara y maneja las temperaturas extremas. Las siguientes estrategias pueden ayudar.
Beber mucho líquido
Una forma en que el cuerpo se mantiene fresco es a través de la transpiración. Pero para sudar eficazmente, necesita estar bien hidratado. Si no hay suficiente líquido en el cuerpo para utilizarlo para este proceso, el cuerpo necesita trabajar aún más para que esto suceda.
Sin embargo, las investigaciones señalan que la sed no es una señal confiable de que sea hora de aumentar la ingesta de líquidos: es probable que ya esté deshidratado cuando sienta la necesidad de beber.
Es mejor ser proactivo, especialmente en temperaturas altas, bebiendo agua y otros líquidos durante todo el día, incluso si no tiene sed.
Preste atención a los informes meteorológicos
Adquiera el hábito de mirar o escuchar el informe meteorológico local todos los días, especialmente en verano o si vive en una región que tiende a ser calurosa durante todo el año. Aprenda a usar la tabla de índice de calor del Servicio Meteorológico Nacional, que evalúa la severidad del clima considerando tanto el caloryhumedad.
También esté atento (u oído) a los avisos de contaminación; los informes meteorológicos locales a menudo incluyen esta información.
Planifique su horario alrededor del calor
En verano o climas cálidos, limite las salidas a primera hora de la mañana o después de que se ponga el sol con la mayor frecuencia posible. Durante el resto del día, quédese adentro tanto como pueda, preferiblemente en algún lugar que tenga aire acondicionado.
Si no tiene aire acondicionado en su casa, planee pasar tiempo en lugares que sí lo tengan (la biblioteca, el centro comercial, la casa de un amigo o familiar o un refugio local para aliviar el calor). En realidad, es posible que pueda deducir el gasto de una unidad de aire acondicionado de sus impuestos si su médico le recomienda que compre una, peroseráNecesito una nota de ellos para hacer esto. Consulte el sitio web del Servicio de Impuestos Internos y con su contador para obtener más información.
Vístete para el medio ambiente
En verano, use ropa ligera, holgada y de colores claros para mantenerse lo más fresco posible. En invierno, cuando sepa que estará, digamos, en una oficina sobrecalentada donde no puede controlar la temperatura, vístase con capas que pueda quitarse según sea necesario para mantenerse fresco.
No se esfuerce demasiado
En los días calurosos, es mejor no hacer ejercicio ni realizar ningún tipo de actividad extenuante al aire libre. Sin embargo, no permita que esto sea una excusa para omitir sus entrenamientos habituales: la actividad física es una parte importante del manejo de la EPOC. Entonces, si es posible, busque formas de hacer ejercicio en un ambiente con aire acondicionado.
Tome duchas o baños frescos
Siempre que se sienta sobrecalentado, mojar su cuerpo con agua fría le ayudará a bajar la temperatura corporal.
Siga su régimen de tratamiento
Tome sus medicamentos según las indicaciones. Si usa oxígeno, hable con su médico sobre los posibles ajustes en sus requisitos de oxígeno cuando se encuentre en condiciones de calor extremo.
Complicaciones frecuentes de la EPOC