Una ingle adolorida o dolorida puede dificultar la caminata y puede afectar gravemente su función diaria. Debido a la complejidad de la región de la ingle y las muchas estructuras involucradas, puede ser difícil averiguar el origen de su dolor. Una mirada detallada a las diversas afecciones que pueden afectar esta área puede ayudarlo a identificar al culpable y a tratar adecuadamente sus síntomas.
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Causas
Desde distensiones musculares hasta problemas con los huesos u órganos internos, muchas cosas diferentes pueden causar dolor en la ingle al caminar. La siguiente información resume varias de las afecciones más frecuentes que pueden provocar este tipo de dolor.
Distensión de la ingle
Una causa común de dolor en la ingle al caminar es una distensión muscular. Se produce una distensión cuando un músculo o tendón se estira demasiado o se desgarra, lo que provoca molestias o dolor en el área.
Por lo general, si la ingle está afectada, los músculos flexores de la cadera (ubicados en la parte superior del muslo) o los músculos aductores de la cadera (ubicados en la parte interna del muslo) se tensan ya que ambos grupos de músculos se unen cerca de esta área.
Este tipo de problema muscular suele ser el resultado de un movimiento brusco o contundente, como correr o hacer un corte lateral mientras se practica deporte. Las tensiones más severas incluso pueden resultar en un "pop" repentino mientras realiza el movimiento. Esta afección generalmente se clasifica según el grado de desgarro que se produce en las fibras musculares.
- Grado 1: las distensiones implican un desgarro mínimo, con hasta un 5% de las fibras musculares afectadas. Este tipo de tensión haría que correr fuera doloroso, pero por lo general no afectaría la marcha.
- Grado 2: las distensiones implican un desgarro parcial del músculo. Este tipo de lesión puede afectar su caminar y causarle más dolor o dificultad.
- Grado 3: las distensiones provocan un desgarro total o casi completo del músculo o tendón. Esta clase de tensión puede provocar un dolor intenso e incluso puede provocar una deformidad notable al tocar el área. Todas las tareas diarias, incluida la caminata, se ven afectadas.
Desgarro del labrum de la cadera
Otra afección que puede causar dolor en la región de la ingle mientras camina es un desgarro del labrum de la cadera. Su labrum es un anillo de cartílago que recubre la porción de la cavidad (llamada acetábulo) de la articulación de la cadera. Esta estructura ayuda con la movilidad de la cadera y también crea un sello de vacío en la articulación que aumenta su estabilidad.
Varios problemas diferentes pueden provocar un desgarro en su labrum. Los desgarros repentinos y agudos pueden ocurrir durante deportes como fútbol, hockey o fútbol que involucran movimientos repetitivos o contundentes. En las personas mayores y las que tienen sobrepeso, el cartílago también puede adelgazarse y desgastarse con el tiempo (lo que se denomina osteoartritis) y provocar un desgarro del labrum. El pinzamiento de la cadera (que se analiza en la siguiente sección) también puede contribuir a este problema.
Otros síntomas
Además del dolor en la ingle al caminar, los desgarros del labrum también pueden provocar:
- Rigidez
- Haciendo clic
- Bloqueo de la articulación de la cadera
Además del dolor en la ingle al caminar, los desgarros del labrum también pueden provocar rigidez, chasquidos y bloqueo de la articulación de la cadera.
Dependiendo de la ubicación del desgarro, también puede sentir dolor en los glúteos. Además, los desgarros más importantes en el labrum pueden provocar inestabilidad o ceder la pierna mientras está de pie.
Pinzamiento de cadera
El pinzamiento de la cadera es otra causa frecuente de dolor en la ingle, especialmente al caminar. Como se mencionó anteriormente, el problema también puede provocar un desgarro en el labrum de la cadera con el tiempo. Esta afección ocurre cuando una deformidad ósea en la porción del encaje (acetábulo) o la porción esférica (cabeza femoral) de la articulación de la cadera hace que se produzca un pellizco al mover la pierna.
También conocido como pinzamiento femoroacetabular (FAI), este diagnóstico puede causar dolor y rigidez al caminar o sentarse demasiado tiempo. Otras actividades que implican llevar la rodilla hacia el pecho o cruzar la pierna (como ponerse pantalones o zapatos) también pueden resultar difíciles. Si bien algunas personas nacen con esta anomalía ósea, otras la desarrollan más adelante en la vida.
Hernia inguinal
Las hernias inguinales son el tipo más común de hernia y pueden provocar dolor en la ingle y dificultad para caminar. Este diagnóstico surge cuando el tejido graso o incluso una parte del intestino atraviesa una pared abdominal debilitada y los músculos abdominales descienden hacia la ingle.
En los hombres, el cordón espermático y los vasos sanguíneos que viajan a los testículos se encuentran en la región de la ingle y pueden verse afectados. En las mujeres, el ligamento redondo (que sostiene el útero) se encuentra en esta importante área. Por lo general, los hombres se ven afectados con mayor frecuencia por las hernias inguinales que las mujeres.
Además del dolor en la región, una hernia inguinal provoca una protuberancia o protuberancia notable en la ingle o el escroto. Este bulto puede aumentar de tamaño con el tiempo a medida que empeora la hernia. Además, actividades como levantar objetos pueden aumentar el dolor. También puede experimentar la sensación de plenitud o incluso una obstrucción en los intestinos si tiene este problema.
Osteoartritis
En las personas de mediana edad y mayores, el cartílago que recubre el acetábulo y la cabeza femoral puede comenzar a adelgazarse y deteriorarse. Esto se conoce como osteoartritis. Cuando ocurre este proceso, se acumula hueso nuevo en el área del cartílago dañado, lo que puede hacer que la articulación de la cadera se deforme e inestable.Como resultado de este proceso, los movimientos simples de la cadera pueden volverse rígidos y bastante dolorosos.
Las personas con osteoartritis generalmente se quejan de dolor de cadera al estar de pie y al caminar. Estos síntomas suelen ser los peores por la mañana antes de que la articulación "se caliente" y al final de un largo día de actividad. Otras actividades como levantar la pierna para ponerse los calcetines y subir y bajar escaleras también pueden verse afectadas.
Tendinitis
La tendinitis ocurre cuando un tendón (el extremo grueso de un músculo que se adhiere a un hueso) se inflama e irrita. En la región de la ingle, este problema suele deberse a actividades repetitivas como correr o andar en bicicleta. Al igual que las distensiones de la ingle, si la tendinitis es la causa de su dolor en esta región, los músculos flexores o aductores de la cadera suelen estar afectados.
El dolor de esta afección generalmente aparece gradualmente e inicialmente solo está presente durante la actividad agravante. Sin embargo, a medida que la tendinitis empeora, el dolor puede volverse más frecuente y afectar actividades como caminar o subir escaleras.
Otras causas
Si bien las afecciones anteriores son algunas de las causas más comunes de dolor en la ingle al caminar, no son las únicas. Varios otros diagnósticos más raros también pueden ser los culpables
Uno de esos problemas es la osteítis del pubis, que se produce cuando se producen fuerzas de cizallamiento repetidas en la sínfisis del pubis (la articulación que une los huesos del pubis en el medio de la ingle). Esta afección se observa con frecuencia junto con una distensión de los aductores y causa un dolor que empeora gradualmente en la parte inferior del abdomen o dentro del muslo al caminar o correr.
Las fracturas por sobrecarga en el cuello femoral (la porción del hueso que conecta el eje con la cabeza del fémur) también pueden causar síntomas en la ingle en ciertas situaciones. Este problema se ve con mayor frecuencia en corredores de distancia o reclutas militares que colocan fuerzas repetitivas a través de sus piernas. Las mujeres jóvenes y las personas con osteoporosis también corren un mayor riesgo. El dolor en la ingle por una fractura por estrés generalmente se agrava con actividades como caminar o correr y mejora con el descanso.
Cuando ver a un doctor
Si el tratamiento conservador falla, la cirugía puede ser su única opción. Es posible que se requiera una artroscopia de cadera o un reemplazo de cadera si no obtiene alivio con el reposo, la medicación o la fisioterapia. Además, si el dolor proviene de una hernia inguinal, la cirugía puede ser la única forma de tratar su afección.
Si bien el tratamiento conservador puede ayudar a disminuir el dolor en la ingle que siente, es importante hablar con su médico si su ingle no mejora. El dolor que empeora, la hinchazón progresiva, la debilidad o ceder de la pierna, el dolor que lo despierta por la noche, la fiebre y la incontinencia del intestino o la vejiga deben notificarse a su médico de inmediato, ya que podrían indicar que hay un problema más grave.
Diagnóstico
Muchas de las afecciones enumeradas anteriormente, como una distensión en la ingle, osteítis del pubis o tendinitis, pueden diagnosticarse adecuadamente con una evaluación clínica exhaustiva realizada por un médico. Al escuchar la presentación de sus síntomas y realizar un examen de las regiones de la ingle y la cadera, generalmente es posible determinar con precisión la causa de su dolor.
En ciertas situaciones, las imágenes también pueden ser útiles para verificar un diagnóstico. La osteoartritis y las anomalías óseas que causan pinzamiento de la cadera se visualizan bien en una radiografía, que se puede utilizar para complementar el examen del médico.
En otros casos, como un desgarro del labrum de la cadera, una hernia inguinal o una fractura por estrés, es necesario obtener imágenes mediante una resonancia magnética o una tomografía computarizada para visualizar correctamente las estructuras de la ingle y hacer un diagnóstico.
Tratamiento
En la mayoría de las circunstancias, un brote agudo de dolor en la ingle se puede manejar desde el principio descansando de la actividad agravante y aplicando hielo en el área. Si bien esto por sí solo puede no resolver el problema, al menos puede reducir el dolor. El descanso es particularmente importante si su dolor es causado por una fractura por sobrecarga o por osteítis del pubis.
En afecciones como la osteoartritis, el pinzamiento de la cadera, un desgarro del labrum, una distensión en la ingle y una tendinitis, la primera línea de defensa suele ser la fisioterapia. Trabajar con un terapeuta para fortalecer los músculos de la región y corregir cualquier problema de flexibilidad puede ayudar a reducir los síntomas asociados con muchos de estos problemas. También se pueden recomendar analgésicos o incluso una inyección de cortisona para disminuir el dolor.
Una palabra de Verywell
La información anterior puede ayudarlo a diagnosticar su problema en la ingle y comenzar a tratar el dolor que siente, pero no reemplaza la evaluación de un médico. Es importante mantenerse en comunicación con su proveedor de atención médica acerca de sus síntomas para que puedan ser diagnosticados adecuadamente y se pueda desarrollar un plan de tratamiento.