La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia que causa problemas de memoria, pensamiento y comportamiento. Si bien es imposible decir cómo se desarrollará la enfermedad en un individuo determinado, tiene el potencial de causar comportamientos sexuales no deseados.
Para los cónyuges y seres queridos, estos cambios subrayan el impacto de la enfermedad incluso en las relaciones más íntimas. Sin embargo, es vital recordar que este comportamiento es el resultado de la enfermedad o posiblemente de otros problemas de salud o medicamentos.
Thanasis Zovoilis / Getty ImagesInhibiciones disminuidas y comportamiento desconcertante
Las personas con Alzheimer pueden experimentar un interés sexual reducido o, con menos frecuencia, un interés sexual considerablemente mayor, lo que se conoce como hipersexualidad. Los comportamientos problemáticos pueden incluir acusaciones de celos de que un cónyuge está teniendo una aventura, insinuaciones sexuales con alguien que no es su cónyuge o masturbación pública.
Otros comportamientos inapropiados, como el uso de lenguaje vulgar u obsceno, exponerse o desvestirse en público (denominados colectivamente "desinhibición") pueden no ser sexuales en absoluto, pero otros pueden interpretarlos como tales.
Cómo manejar comportamientos inapropiados sin drogas
La Asociación de Alzheimer ofrece una serie de recomendaciones a amigos y familiares. Por un lado, debe tratar de evitar enojarse, discutir o avergonzar a su ser querido. En su lugar, trate de ser amable y paciente, concentrándose en buscar una razón para el comportamiento. Por ejemplo, alguien que se desviste en público puede simplemente estar sexy o puede que su ropa le resulte incómoda. Tú también puedes:
- Recuérdele suave pero firmemente al individuo que el comportamiento es inapropiado.
- Intente distraer o redirigir la atención de la persona, o llevarla a un lugar privado.
- Intente aumentar el nivel de atención física adecuada, como abrazos y caricias del cabello. Los avances sexuales pueden reflejar la necesidad de un contacto tranquilizador.
- Considere soluciones prácticas: si se quita la ropa inadecuadamente, intente ponerse los pantalones o vestidos al revés o llevar ropa extra (más cómoda) durante las salidas.
- Consulta con un especialista en Alzheimer o demencia o con un psicólogo geriátrico.
Se necesita una intervención urgente si la persona se vuelve físicamente agresiva o violenta. Tenga un plan de acción en marcha, ya sea pidiendo ayuda a familiares, amigos o la policía. También puede ser necesario trasladar al individuo a un centro de atención mejor equipado para manejar tal comportamiento.
Medicamentos
Si estas estrategias no resuelven el problema, existen intervenciones de base médica que pueden usarse para tratar varios problemas subyacentes o acompañantes. Pregúntele al médico de su ser querido sobre los medicamentos disponibles para tratar:
- Agresión, agitación y delirios.
- Depresión, irritabilidad y apatía.
- Miedo, ansiedad y alteraciones del sueño.
Equilibrar los derechos sexuales de las personas con Alzheimer y sus parejas
La sexualidad es una parte fundamental de la existencia humana y el sexo es una forma importante de compartir la cercanía y expresar el amor. Sin embargo, muchas personas tienen dificultades para aceptar que los adultos mayores o quienes padecen enfermedades graves aún tienen necesidades sexuales y el derecho a expresarlas.
En los centros de atención a largo plazo, las necesidades sexuales pueden perdurar incluso después de que las personas ya no reconozcan a sus cónyuges o recuerden que están casados. Ocasionalmente, esto da como resultado relaciones extramatrimoniales en un asilo de ancianos, lo que puede provocar incomodidad. La mayoría de los centros de atención a largo plazo han establecido políticas con respecto a las relaciones y el comportamiento sexual.
Las principales preocupaciones son evitar la explotación, el abuso o la agresión sexual, y determinar la capacidad de un individuo para dar un consentimiento significativo. El impacto de la enfermedad de Alzheimer en la conciencia y el pensamiento racional en última instancia destruye la capacidad de dar consentimiento. Una pareja que busca intimidad sexual con alguien en esta etapa de la demencia puede enfrentar difíciles cuestiones éticas y puede decidir renunciar al sexo por completo o buscarlo fuera de la relación.
Por otro lado, los cuidadores pueden experimentar una pérdida del deseo. Es difícil sentirse atractivo o excitado cuando se brinda atención diaria a una persona con demencia. La culpa por colocar a su cónyuge en un asilo de ancianos también puede reducir el deseo sexual.
Los terapeutas, en particular los psicólogos geriátricos, pueden ayudar a entender estos problemas y cómo resolverlos. Los asesores religiosos o espirituales pueden ser otra fuente de consejo. Un foro de discusión sobre la enfermedad de Alzheimer puede ser una fuente sólida de apoyo y sugerencias en estas situaciones. Además, la Family Caregiver Alliance ofrece valiosos recursos y la Alzheimer's Association tiene capítulos locales y más de 1,500 grupos de apoyo en todo el país.