El oído interno es la parte más interna del oído que juega un papel importante en la audición y el equilibrio. El oído interno consta de diminutas estructuras óseas llenas de líquido. A medida que las ondas sonoras viajan desde el oído externo al interno, crean ondas en el líquido del oído interno, que a su vez mueve los diminutos pelos del oído que envían señales de sonido o movimiento al cerebro.
Los problemas con esta parte del oído pueden provocar pérdida de audición y problemas de equilibrio. Los problemas del oído interno son una de las principales causas de vértigo.
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Anatomía
Estructura
El oído está formado por el oído externo, el oído medio y el oído interno. El oído interno está formado por el laberinto óseo y el laberinto membranoso. El laberinto óseo consta de tres componentes:
- Cóclea: La cóclea está formada por un hueso hueco con forma de caracol y dividido en dos cámaras por una membrana. Las cámaras están llenas de líquido, que vibra cuando entra el sonido y hace que los 30.000 pequeños pelos que recubren la membrana vibren y envíen impulsos eléctricos (señales de sonido) al cerebro. La cóclea mide unos 9 milímetros de ancho en su punto más ancho y unos 5 milímetros de alto. Si pudiera desenrollarse, la cóclea tendría unos 30 milímetros de largo.
- Canales semicirculares: también conocidos como laberínticos, los canales semicirculares descansan sobre la cóclea, conectados por el vestíbulo. Hay tres y se alinean en ángulos de 90 grados entre sí, lo que le permite al cerebro saber en qué dirección se mueve la cabeza. Al igual que la cóclea, estos canales están llenos de líquido. También contienen pequeños cristales de calcio y pelos diminutos que detectan el movimiento del líquido. El tamaño de los canales es difícil de medir ya que están rodeados de hueso.
- Vestíbulo: El vestíbulo es la parte central del laberinto óseo. Está separado del oído medio por la ventana oval y se comunica anteriormente con la cóclea y posteriormente con los canales semicirculares.
Dentro del laberinto óseo se encuentra el laberinto membranoso, que también se compone de tres partes:
- Conducto coclear: este conducto en forma de triángulo se encuentra dentro del laberinto óseo y crea dos canales que se ubican por encima y por debajo de él. Estos dos canales, la scala vestibuli arriba del conducto y la scala tympani debajo de él, están separados del conducto principal por membranas. La membrana entre el conducto coclear y la escala del tímpano, también conocida como membrana basilar, es donde se encuentra el órgano auditivo primario, el Órgano de Corti. La membrana superior se llama membrana de Reissner, que ayuda a controlar el flujo de líquido desde el conducto hasta los vestíbulos de la escala.
- Conductos semicirculares: aquí es donde el líquido, llamado endolinfa, cambia de velocidad y dirección cuando mueve la cabeza. Los receptores sensoriales en estos conductos detectan este cambio y envían información a su cerebro para ayudarlo a mantener el equilibrio.
- Utrículo y sáculo: estos sacos se encuentran dentro del laberinto membranoso y funcionan para detectar la posición vertical y horizontal. La endolinfa entra y sale de estos sacos.
Las piezas estructurales finales del oído interno son los nervios craneales séptimo y octavo, que transportan información sobre el sonido y el equilibrio al cerebro:
- Nervio craneal 7: también llamado nervio facial, este nervio proporciona información al cerebro sobre la función sensorial y motora. Una sección del nervio controla la función motora de alguna parte de la cara y otra controla la información sensorial relacionada con el gusto y la audición. Específicamente, este nervio transporta información al cerebro desde la membrana timpánica.
- 8 par craneal: otro par craneal, el octavo par craneal también se llama nervio vestibulococlear. Combina fibras nerviosas vestibulares y cocleares. Las fibras del nervio vestibular brindan información al cerebro sobre el equilibrio, mientras que las fibras del nervio coclear transmiten información sobre el sonido. Ambos son fibras nerviosas sensoriales. El daño a este nervio podría afectar tanto la audición como el equilibrio
Localización
El oído interno se encuentra directamente al lado del oído medio. Está revestido por el hueso temporal, o la parte del cráneo que rodea la oreja a cada lado de la cabeza. La porción del hueso temporal que alberga el oído interno es la porción más densa de este hueso.
Por encima del oído interno, también alojado en el hueso temporal, se encuentra el lóbulo temporal del cerebro. Esta es la parte del cerebro que procesa el sonido y el habla, así como también algo de visión, emoción y memoria.
Variaciones anatómicas
Algunos problemas del oído interno son defectos congénitos, problemas presentes al nacer. Aproximadamente el 80% de la pérdida auditiva congénita es causada por problemas con la formación de membranas en el oído interno, que generalmente involucran los pequeños pelos que recubren la cóclea. Un número menor de hipoacusias congénitas se debe a malformaciones del laberinto óseo del oído interno.
Función
El propósito del oído interno es detectar y procesar información sobre el sonido y el equilibrio, y enviar esa información al cerebro. Cada parte del oído interno tiene una función específica.
- Cóclea: la cóclea es responsable de la audición. Está formado por varias capas, con el Órgano de Corti en el centro. Esta es la parte de la cóclea que está revestida de pequeños pelos llamados cilios. Los cilios se mueven cuando las ondas sonoras atraviesan el líquido de la cóclea, y este movimiento se traduce en un impulso eléctrico que pasa del oído interno al cerebro a través del octavo par craneal.
- Canales semicirculares: Los canales semicirculares son un sistema de tres bucles que utiliza el desplazamiento de líquido para brindarle al cerebro información sobre el equilibrio, el movimiento y la posición de la cabeza en relación con el entorno. El primer canal es responsable de detectar el movimiento hacia arriba y hacia abajo. El segundo canal detecta los movimientos de lado a lado y el tercer canal envía una señal al cerebro cuando la cabeza está inclinada. Cada canal contiene líquido y pelos diminutos. A medida que el líquido se desplaza a través de los canales con el movimiento de la cabeza, estos pequeños pelos envían mensajes al cerebro a través del séptimo par craneal.
- Vestíbulo: La función principal del vestíbulo es detectar cambios en la gravedad y movimientos hacia arriba y hacia abajo. Por ejemplo, es responsable de detectar si está de pie con la espalda recta o boca abajo.
¿Cómo funciona el oído?
Varias partes del oído trabajan juntas para recolectar y transmitir sonido y movimiento al cerebro. Las ondas sonoras ingresan al oído por el canal auditivo o por la parte enrollada del oído que se puede ver en la parte exterior de la cabeza. Las ondas se acumulan en este canal y golpean el tímpano, que envía vibraciones al oído medio. Una vez que las ondas sonoras golpean el tímpano, la fuerza hace que los pequeños huesos llamados huesecillos del oído medio vibren. A medida que vibran los huesecillos, se envía una onda de líquido al oído interno vecino. Aquí es donde se mide el movimiento de los fluidos y se envían señales a través de los nervios craneales al cerebro. El oído interno está incrustado en el hueso temporal o en las secciones del cráneo ubicadas a los lados de cada sien.
Cómo funciona su audiciónCondiciones asociadas
Varias condiciones pueden resultar de problemas dentro del oído medio. La mayoría de estos problemas implican pérdida de audición o alteración del equilibrio.
Cuando la pérdida de audición es el problema, los síntomas deben ser claros. La audición se puede reducir o incluso desaparecer por completo. Cuando los problemas del oído interno causan problemas de equilibrio, los síntomas pueden incluir:
- Mareo
- Vértigo
- Cinetosis
- Náuseas o vómitos
- Inestabilidad o caídas frecuentes
- Aturdimiento
- Dolores de cabeza
Las condiciones específicas que pueden resultar de problemas en el oído interno son:
- Neuroma acústico: un neuroma acústico es un tumor no canceroso de crecimiento lento que se forma en el nervio que va desde el oído interno hasta el cerebro. En algunos casos, el tumor puede crecer lo suficiente como para ejercer presión sobre el nervio y causar síntomas como mareos, pérdida de audición, problemas de equilibrio o tinnitus (zumbido en el oído). Dado que estos tumores suelen ser de crecimiento lento y no se diseminan a otros órganos, es posible que su médico simplemente controle su crecimiento y sus síntomas. Si el tumor comienza a causar problemas, se puede recomendar la radiación y la extirpación quirúrgica del tumor.
- Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB): esta afección también se conoce como vértigo posicional. Es la forma más común de vértigo y puede provocar mareos intensos con un cambio en la posición de la cabeza. No existe una causa real conocida para esta afección fuera de una lesión en la cabeza. Los síntomas rara vez se vuelven graves y son más molestos o incómodos. Su médico puede usar técnicas de reposicionamiento llamadas reposicionamiento de canalitos para reducir sus síntomas, o se puede colocar quirúrgicamente un tapón para bloquear el flujo de líquido en el área que causa el problema. El taponamiento quirúrgico es aproximadamente un 90% efectivo para tratar esta afección.
- Pérdida auditiva: en general, los problemas con la función o estructura del oído interno pueden causar pérdida o reducción de la audición. Si el problema radica en la estructura de la cóclea, un implante coclear puede ayudar. En otros casos de pérdida auditiva, los tratamientos varían, pero los audífonos pueden ayudar a reducir el impacto del problema.
- Enfermedad de Ménière: la enfermedad de Ménière implica la presión del líquido en el oído interno. Aunque se desconoce la causa exacta de esta enfermedad, el desarrollo de la enfermedad de Ménière se ha relacionado con un drenaje deficiente de líquidos, una respuesta inmunitaria anormal, antecedentes familiares o infecciones virales. La enfermedad de Ménière generalmente comienza en un oído, pero a veces puede extenderse a ambos oídos. Los síntomas incluyen vértigo y mareos, pérdida de audición, tinnitus y sensación intensa de presión o plenitud en el oído. Los tratamientos se centran en el manejo de los síntomas, como el uso de medicamentos para controlar las náuseas o los mareos. Su médico también puede usar fisioterapia, audífonos, diuréticos o terapia de presión positiva para ayudar a corregir y aliviar sus síntomas. En casos graves, se puede utilizar la cirugía para reducir el nivel de líquido en el oído interno y aliviar la presión.
- Neuritis vestibular y laberintitis: esta afección ocurre cuando el nervio que envía señales al cerebro sobre el movimiento y el equilibrio se inflama o se hincha. Se cree que se debe a infecciones virales en el oído u otras partes del cuerpo, esta hinchazón e inflamación dificultan el envío de información sobre el equilibrio al cerebro. Los síntomas incluyen problemas de equilibrio, mareos y concentración. El tratamiento para este problema implica tratar la causa viral subyacente si la hay, controlar síntomas como náuseas o mareos y fisioterapia para ayudar a restablecer el equilibrio.
- Dehiscencia del canal semicircular superior (SSCD): esta es una condición poco común en la que el área ósea que cubre el canal semicircular está reducida o ausente por completo. Los síntomas de esta afección incluyen vértigo, pérdida de audición, sensación de presión en los oídos e incluso problemas para parpadear o respirar. Esta afección se puede reparar con cirugía para rellenar y renovar el área del hueso faltante.
Cuándo buscar ayuda
Los problemas de audición pueden volverse graves o peligrosos cuando no puede escuchar cosas como:
- Información de seguridad
- Trafico en sentido contrario
- Señales de emergencia
Los problemas de equilibrio suelen ser más emergentes, ya que los problemas con su sistema vestibular pueden causar caídas y provocar lesiones.
Si experimenta alguno de estos síntomas, debe consultar a un médico.
Pruebas
Las pruebas para detectar problemas del oído interno se centrarán en comprobar si hay problemas estructurales, pérdida de audición o problemas de equilibrio. Cuando se sospecha que la estructura del oído interno está causando un problema, las pruebas de imagen como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (IRM) son más efectivas para identificar el origen del problema.
Un audiólogo puede realizar una serie de exámenes usando diferentes sonidos y tonos para evaluar su audición, que incluyen:
- Prueba de tono puro: esta prueba también se llama prueba de audiometría. Escuchará una variedad de sonidos reproducidos a través de auriculares. Esta prueba ayuda a encontrar los sonidos más bajos que puede escuchar en diferentes tonos.
- Pruebas del diapasón: se coloca un tenedor de metal de dos puntas detrás de la oreja o en la parte superior de la cabeza. El proveedor que realiza la prueba golpeará el tenedor para emitir un tono. Esta prueba puede mostrar si hay pérdida auditiva en uno o ambos oídos. También puede mostrar qué tipo de pérdida auditiva tiene
Para mantener el equilibrio, las pruebas son un poco diferentes y generalmente implican una serie de pruebas. Puede someterse a uno de los siguientes exámenes:
- Prueba vestibular: esto incluye una serie de exámenes para evaluar qué tan bien está funcionando su sistema vestibular, incluida la electronistagmografía o la videonistagmografía. Ambas pruebas registran los movimientos oculares en diferentes situaciones y estos movimientos pueden proporcionar pistas sobre la función del oído interno. La mayoría de las pruebas vestibulares pueden empeorar el vértigo o los mareos. Es una buena idea traer a alguien que lo lleve a casa después de la prueba.
- Posturografía dinámica computarizada: esta prueba evalúa tres sentidos: vestibular, somatosensorial y visual. Cuando estos sentidos funcionan bien juntos, tienes un buen equilibrio. Esta prueba, combinada con los resultados de otras pruebas, le permite a su médico evaluar qué sentido no está funcionando y dirigirse al tratamiento. Durante esta prueba, se parará en una plataforma descalzo, asegurado con un arnés de seguridad. Luego se probará su saldo en una variedad de situaciones
- Potencial miogénico evocado vestibular: se colocarán electrodos en la frente, debajo de los ojos, en el cuello y en la clavícula. Se colocan auriculares en su oído y se reproduce un fuerte clic mientras mira hacia arriba o por encima del hombro. La fuerza con la que responda al sonido indicará qué tan bien están funcionando sus nervios craneales vestibulares
- Prueba de impulso de la cabeza por video: se colocan anteojos especiales en su cara y se le pedirá que siga los objetivos con los ojos. Luego, un audiólogo producirá ciertos movimientos para estimular diferentes partes del oído interno, midiendo y comparando su respuesta a los diferentes movimientos.
Si le preocupa su audición o equilibrio, debe llamar a su médico. Estas pruebas pueden brindarle a su médico información para determinar cuáles deben ser sus próximos pasos.