Casi todos los adolescentes tienen acné hasta cierto punto, pero el tratamiento temprano puede ayudar a mantener el acné de su hijo al mínimo. Conozca cinco cosas que puede hacer para ayudar a mantener la piel de su joven adolescente sana y eliminar los brotes de acné leves antes de que pueda progresar.
Adene Sánchez / Getty ImagesEsté alerta a los primeros signos de acné
El acné adolescente generalmente comienza cuando los niños alcanzan la pubertad, aunque algunos niños muestran signos iniciales de acné a los 8 años. Probablemente esto sea mucho antes de lo que cabría esperar.
Esté atento a los pequeños puntos negros y las pápulas tempranas, especialmente en la nariz donde generalmente comienza el acné. A medida que el acné empeora, se extiende a la frente, luego a las mejillas y al mentón. El objetivo debe ser detectar los brotes temprano antes de que comiencen a extenderse.
Inicie el tratamiento del acné tan pronto como aparezcan los comedones leves. No utilice el enfoque de esperar y ver si mejora. No mejorará por sí solo y cuanto antes comience el tratamiento, mejores serán los resultados.
Enséñele a su preadolescente buenos hábitos para el cuidado de la piel
A partir de los 9 años, los niños deben comenzar a limpiarse la cara todas las noches con un jabón suave y agua tibia, como Dove o Neutrogena. Muchas veces, esto solo ayudará a mejorar los bloqueos leves de los poros. La limpieza facial diaria es especialmente importante para los niños, ya que tienden a desarrollar un acné más severo y duradero.
Si nota granos, pídale a su hijo que use peróxido de benzoilo o un limpiador con ácido salicílico una o dos veces al día. Si el limpiador seca la cara de su hijo, aplique ligeramente un humectante sin aceite y sin fragancia después de cada limpieza.
Elija productos muy suaves. La piel de su hijo es sensible y los productos agresivos pueden irritarla. No fomente el restregado. Frotar no eliminará el acné, pero puede irritar la piel.
Use cremas para el tratamiento del acné suave
Una crema de peróxido de benzoilo (concentración al 5%) es una buena opción para los adolescentes que experimentan brotes rojos o inflamados que no mejoran con los limpiadores medicinales.
El peróxido de benzoilo es una crema muy común y económica para el tratamiento del acné que se puede encontrar sin receta en el pasillo del cuidado de la piel. El peróxido de benzoilo mata las bacterias que causan las espinillas y es muy eficaz en el tratamiento de casos leves de acné.
Aplique una capa fina de crema de peróxido de benzoilo sobre todas las áreas afectadas una o dos veces al día después de la limpieza. Controle la cara de su hijo para detectar enrojecimiento, irritación o sequedad excesiva. Si ocurren, reduzca el uso a días alternos.
Enseñe una política de no intervención
Enséñele a su hijo a no picar ni "reventar" las espinillas. Hacerlo puede hacer que el material infectado penetre más profundamente en la piel, haciendo que la espinilla se inflame aún más.
Picarse un grano puede causar cicatrices, exacerbar la inflamación y, en general, empeorar el acné. También puede provocar una infección grave.
Los adolescentes, en particular, parecen decididos a pellizcarse la piel. Es posible que necesiten recordatorios suaves para animarlos a mantener las manos alejadas de la cara. Explique que las espinillas pueden agravar el acné, haciendo que las espinillas se vean más rojas y obvias, y provocando más brotes.
Consulte a un médico si es necesario
Si el acné de su hijo no mejora con el tratamiento en el hogar, o si su hijo parece estar molesto por su piel, el siguiente paso debería ser ver a un dermatólogo, quien puede ayudarlo a crear un plan de tratamiento que lo ayudará. Nuevamente, no espere para buscar tratamiento. Cuanto antes comience a tratar el acné, más fácil será controlarlo.
Es posible que su hijo se muestre reacio a hablar sobre sus problemas de la piel, especialmente si se siente cohibido por sus brotes. Trate de no molestar por la piel de su hijo y, sobre todo, apóyelo. Es posible que su adolescente realmente se lo agradezca.
