Todos tendrán que tomar decisiones de atención médica en algún momento de sus vidas, ya sea para ellos mismos, sus familiares o ambos. Estas decisiones, aunque a veces son difíciles, influirán en todo, desde el bienestar general hasta la calidad de la atención que usted o su familia reciben. Incluso el costo de la atención se ve afectado por sus decisiones. Por estas razones, es primordial tomarse el tiempo para tomar la mejor decisión posible.
Hero Images / Getty ImagesAdemás, las personas que trabajan en estrecha colaboración con sus médicos para tomar decisiones de salud están más contentas con su atención y los resultados que obtienen. En consecuencia, es importante que participe activamente en todas las decisiones relacionadas con su salud. Participar activamente garantiza que reciba la atención que desea.
En general, para tomar decisiones de salud acertadas, debe considerar los siguientes cuatro principios:
- Los pros y los contras de cada opción.
- Los riesgos de cada opción
- El costo de cada opción
- Tus preferencias personales
A continuación, se explica cómo abordar mejor cada principio a fondo y tomar la mejor decisión posible para usted o su familiar.
Considere sus opciones
Cuando su médico le sugiera una cirugía, un nuevo medicamento, un examen médico o cualquier otro tipo de atención, siempre pregunte por qué. ¿Cuáles son los objetivos de tratamiento de su médico y qué sucederá si decide no seguir sus consejos? ¿Hay otras opciones además de lo que recomienda? ¿Cuáles son los riesgos relacionados con el procedimiento o los efectos secundarios? ¿Los riesgos superan los beneficios? ¿Qué posibilidades hay de que esta ruta solucione el problema? ¿Cuánto cuesta cada opción?
Una vez que haya hecho todas sus preguntas, dígale a su médico que necesita algo de tiempo para pensar en sus opciones. Programe una cita para reunirse nuevamente. Luego, investigue un poco por su cuenta. Aprenda sobre cada opción utilizando los recursos disponibles para usted en la biblioteca, amigos y sitios web confiables. Solo asegúrese de que la información que recopile se base en una sólida investigación médica. Por lo general, un solo estudio o los hechos publicados por una empresa que se beneficiarían de que usted elija su producto no son recursos útiles.
La clave es recopilar la mayor cantidad de información posible. No es que no confíes en tu médico, el objetivo es que entiendas completamente lo que implica su recomendación para que puedas tomar una decisión informada. Tenga en cuenta que la mayoría de los medicamentos tienen efectos secundarios, las pruebas médicas pueden dar resultados falsos y la cirugía casi siempre conlleva algún tipo de riesgo. Considerar todas sus opciones le ayudará a usted y a su médico a tomar la decisión adecuada para usted.
Piense en sus valores y metas
Ahora que está equipado con todo lo que necesita saber sobre su condición y sus posibles opciones de tratamiento, es hora de considerar lo que es importante para usted. ¿Cómo se siente acerca de las opciones que se le han dado? ¿Hay una opción que tenga más sentido para ti que la otra? Idealmente, desea basar su decisión en la opción que es más probable que dé como resultado el resultado que se alinee con sus valores y objetivos.
Una forma de reducir su elección es hacer una lista de los pros y los contras de cada opción. Es posible que desee compartir esta lista con su médico para asegurarse de recordar todo correctamente. También puede completar información adicional que es posible que no tenga en su lista.
Para muchas personas que enfrentan importantes decisiones de salud, sus metas y valores son tan importantes como los hechos médicos. Determine lo que más le importa e identifique claramente el resultado deseado. Hacerlo ayuda a garantizar que sus decisiones se basen en sus elecciones individuales y no en los objetivos de otra persona.
Tenga en cuenta que es normal que las personas valoren las cosas de manera diferente. Por lo tanto, no sienta que tiene que ceder a la presión de los compañeros de la familia al tomar una decisión sobre su atención médica. Sabes lo que es mejor para ti. Algunas personas están dispuestas a someterse a una cirugía muy arriesgada si cura el problema, mientras que otras personas están más dispuestas a soportar un poco de dolor si eso significa evitar la cirugía. La clave es elegir la opción que mejor se adapte a sus objetivos. Recuerde, la clave para tomar una decisión acertada en el cuidado de la salud es evaluar sus valores y objetivos frente a las opciones de tratamiento médico disponibles y elegir en consecuencia.
Pruebe su decisión
Una vez que haya hecho su elección, es útil anotar sus expectativas. Explique cómo ve el progreso de su tratamiento y cuál anticipa que será el resultado. Luego, comparta este documento con su médico. Pregúntele si sus expectativas son razonables. También puede rellenar los huecos en los que pueda faltar información. También puede corregir cualquier suposición errónea.
Asegúrese de comprender completamente los efectos secundarios, el dolor, el tiempo de recuperación, el costo y el resultado a largo plazo de la elección que ha tomado. Determina si esta decisión aún te parece adecuada. Pregúntese si todavía tiene sentido para usted y si esta es la ruta que desea tomar. No se sienta mal si cambia de opinión. A menudo, no es fácil tomar decisiones importantes sobre la salud. Tómate tu tiempo y haz lo que te parezca adecuado. Puede explorar varias opciones antes de decidirse finalmente por la que tenga más sentido para su situación.
Desarrollar un plan de acción
Una vez que usted y su médico hayan tomado una decisión, averigüe qué puede hacer a lo largo del camino para asegurarse de que obtendrá el mejor resultado posible. ¿Necesitas seguir una dieta determinada? ¿Es el ejercicio una buena idea? ¿Qué puede hacer para asegurarse de obtener el mejor resultado posible de su tratamiento?
Escriba lo que debe hacer y los próximos pasos que debe seguir. Ponlo junto en un plan que tenga sentido para ti. Por ejemplo, ¿trabaja mejor con objetivos semanales o prefiere mirar el panorama general? Elija lo que funcione mejor para usted. Solo asegúrese de tener todo por escrito.
Además, piense positivamente sobre su decisión y siga los consejos de su médico en el camino. Desea estar seguro de que está haciendo su parte para asegurarse de que su plan de tratamiento logre lo que se supone que debe hacer. Esté abierto a hacer cambios en el camino si es necesario. A veces, las cosas no salen exactamente según lo planeado, por lo que es posible que deba adaptarse a los pequeños problemas en la carretera. Sin embargo, recuerde que cuando comparte la decisión, también comparte el resultado.
Comparta sus decisiones
Un paso final en el proceso de toma de decisiones es compartir sus deseos y documentación con otros. Debe asegurarse de que sus seres queridos, proveedores de atención médica y abogado sepan qué decisiones ha tomado y cómo desea proceder. Como resultado, asegúrese de compartir su plan de acción con todos.
Este paso es importante para asegurarse de que se cumplan sus deseos en caso de que no pueda tomar decisiones adicionales en el futuro. Además, este documento les permite a quienes se preocupan por usted saber sin ninguna duda cuáles son sus objetivos a largo plazo.
Un abogado puede preparar cualquier documento legal que pueda necesitar. Estos documentos incluyen un testamento vital, un poder notarial duradero, un poder de atención médica y cualquier otra cosa que él o ella pueda sugerir. Algunas personas optan por una DNR (o "no resucitar"). La documentación escrita lo protege y hace que sea muy difícil para cualquier persona actuar en contra de sus deseos.