No se sabe exactamente qué causa la esquizofrenia, pero varios factores se han relacionado con el riesgo de su desarrollo. Hay un fuerte componente genético en esta enfermedad, pero los genes no son la única razón por la que una persona puede desarrollarla. Las diferencias neurológicas y los factores ambientales también pueden influir.
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Las personas con esquizofrenia pueden experimentar varios síntomas y no todos experimentarán los mismos. Los síntomas generalmente comienzan a desarrollarse durante la edad adulta, entre la adolescencia tardía, alrededor de los 16 años y principios de los 30.
La esquizofrenia tiende a aparecer un poco antes en los hombres que en las mujeres, pero ambos desarrollan esquizofrenia a tasas aproximadamente iguales.
Causas comunes
Se están estudiando múltiples factores que contribuyen al riesgo de desarrollar esquizofrenia, incluida la genética, los factores de riesgo del cerebro y el cuerpo, y los factores ambientales y sociales.
Genética
Se considera que los genes son un factor de riesgo importante para la esquizofrenia. Tener ciertas variaciones genéticas, o alteraciones en sus genes, lo predispone a desarrollar la enfermedad.
La esquizofrenia no solo se asocia con una variación genética sino más bien con una combinación de variaciones en múltiples genes. Si tiene estas variaciones, lo dejan vulnerable a la esquizofrenia si encuentra el conjunto correcto de factores contribuyentes.
Todavía no está claro exactamente cómo las variaciones genéticas están relacionadas con el desarrollo de la esquizofrenia o cómo interactúan con otros factores.
Factores de riesgo corporales y cerebrales
Las personas con esquizofrenia experimentan diferencias en la forma en que está estructurado el cerebro y cómo funciona. Las teorías del desarrollo de la esquizofrenia sugieren que estas diferencias ocurren en el desarrollo temprano del cerebro, incluso en los primeros meses del embarazo y durante la adolescencia.
Los desequilibrios en ciertas sustancias químicas del cerebro también están asociados con la esquizofrenia. La regulación de los niveles de estas sustancias químicas es la principal forma en que se trata médicamente la esquizofrenia.
Factores medioambientales
Los científicos creen que las interacciones entre los factores ambientales y las variaciones genéticas juegan un papel en el desarrollo de la esquizofrenia. Los factores ambientales que se cree que tienen un vínculo con la esquizofrenia incluyen:
- Exposición a virus: los virus pueden atacar ciertas regiones del cerebro y alterar ciertos procesos cerebrales. Algunos virus también pueden alterar neurotransmisores, mensajeros químicos que transportan señales entre las células nerviosas del cerebro.
- Complicaciones prenatales; La esquizofrenia se ha asociado con la exposición a algunos virus antes del nacimiento, como la rubéola materna (sarampión alemán), la influenza y la varicela.
- Exposición a toxinas; Se cree que la exposición a toxinas nocivas, como el alcohol y el plomo, son factores de riesgo potenciales con el desarrollo de esquizofrenia. Esto incluye la exposición durante el desarrollo fetal.
Factores sociales
Se ha propuesto que varios factores sociales tienen un vínculo con el riesgo de desarrollar esquizofrenia en aquellos predispuestos genéticamente a la enfermedad. Éstos incluyen:
- Problemas nutricionales antes del nacimiento: existe evidencia de que la exposición prenatal al hambre está relacionada con un mayor riesgo. Se ha demostrado que los niños que fueron concebidos o en las primeras etapas del desarrollo fetal durante la hambruna tienen más probabilidades de desarrollar esquizofrenia.
- Vivir en un área densamente poblada: la esquizofrenia tiende a ser mayor entre quienes viven en comunidades urbanas. Sin embargo, no está claro si las áreas urbanas son un factor de riesgo en sí mismas o si las personas con mayor riesgo genético tienen más probabilidades de vivir en este tipo de áreas.
Genética
La predisposición genética a la esquizofrenia proviene de una combinación de múltiples variaciones genéticas.
Algunos son comunes, que por sí mismos tienen poco efecto sobre el riesgo de desarrollar esquizofrenia. Algunos son raros y muy penetrantes, lo que significa que son rasgos que probablemente se presenten físicamente en la persona que tiene esa variante en particular.
Los estudios han identificado más de cien variaciones genéticas asociadas con la esquizofrenia, algunas de las cuales no son específicas de la esquizofrenia por sí sola y, en cambio, indican vulnerabilidad a varios trastornos psiquiátricos.
También se han identificado deleciones o duplicaciones de material genético que aumentan el riesgo de esquizofrenia. Por ejemplo, una pequeña deleción en una parte del cromosoma 22 se ha relacionado con la esquizofrenia. Los estudios han demostrado que quienes tienen esta deleción tienen de 10 a 20 veces más probabilidades de tener esquizofrenia que la población general.
La forma en que estos cambios en los genes se relacionan con la esquizofrenia es muy compleja y constituye un área de investigación activa. Se cree que es probable que nuevos campos, como la secuenciación del genoma, conduzcan a una mayor comprensión de esta enfermedad.
Puede tener los genes que se ha demostrado que están asociados con la esquizofrenia pero nunca desarrollar la afección. Tampoco es posible todavía utilizar información genética para predecir quién desarrollará esquizofrenia.
Historia familiar
Las variaciones genéticas pueden transmitirse de padres a hijos y se cree que la esquizofrenia es en gran parte hereditaria. Esto significa que estar relacionado con alguien con esquizofrenia aumenta el riesgo de desarrollarla.
Se estima que un niño cuyos padres tienen esquizofrenia tendrá un 40% de riesgo de desarrollar el trastorno. Si un hijo tiene uno de los padres con esquizofrenia, se estima que este riesgo está entre el 8% y el 15%. Esto significa que solo porque alguien en la familia tiene esquizofrenia no significa que otros también la tengan.
Factores de riesgo corporales y cerebrales
Las imágenes cerebrales de personas con esquizofrenia muestran que en ciertas áreas existen diferencias en materia gris (áreas densas con cuerpos de células nerviosas) y sustancia blanca (áreas densas con fibras nerviosas).
Por ejemplo, los estudios de personas con esquizofrenia han demostrado una pérdida de materia gris en un área llamada corteza prefrontal, que se cree que es donde almacenamos información y formulamos planes.
Interrupciones tempranas
Las teorías del desarrollo sugieren que algo sucede en el desarrollo del cerebro que causa estas diferencias.El desarrollo durante las primeras etapas del embarazo y los cambios en el cerebro que ocurren durante la adolescencia se han identificado como momentos en los que las diferencias podrían ocurrir.
Los factores que pueden afectar el desarrollo del cerebro durante las primeras etapas del embarazo incluyen la exposición a factores ambientales y sociales; como la exposición a infecciones y problemas nutricionales.
La forma en que se desarrolla el cerebro es un proceso muy complejo y estas teorías no analizan la causa de la esquizofrenia en sí, sino cuándo ocurren estas diferencias en la estructura y función del cerebro.
Neuroquímicos
Las sustancias químicas del cerebro, también conocidas como neuroquímicas o neurotransmisores, permiten que las células cerebrales se comuniquen entre sí. Los desequilibrios en ciertas sustancias químicas, como la dopamina, el glutamato y la serotonina, se han relacionado con la esquizofrenia.
Los medicamentos antipsicóticos actúan bloqueando estos químicos y se sabe que son efectivos en síntomas como alucinaciones y paranoia. Estos tipos de medicamentos no funcionan para todos los síntomas de la esquizofrenia. Un plan de tratamiento integral que incluya otras formas de tratamiento es importante para una recuperación exitosa.
Factores de riesgo de estilo de vida
Se cree que ciertos factores relacionados con el estilo de vida están asociados con la esquizofrenia. Sin embargo, no se cree que estos factores provoquen la esquizofrenia por sí mismos. En cambio, estos factores pueden desencadenar la esquizofrenia y sus síntomas en aquellos que ya están en riesgo.
Estrés
El estrés psicológico de las experiencias difíciles se considera un desencadenante de numerosos trastornos psiquiátricos, incluida la esquizofrenia. Los estudios han demostrado que experimentar un trauma en la infancia, como el maltrato o la intimidación, especialmente si es recurrente, puede estar relacionado con un mayor riesgo de experiencias psicóticas.
El estrés también puede actuar para desencadenar episodios graves en aquellos que ya experimentan síntomas de esquizofrenia. Por ejemplo, ir a áreas concurridas, como calles concurridas, puede desencadenar pensamientos paranoicos en quienes experimentan delirios paranoicos.
Eventos que cambian la vida
Los cambios severos en la vida de las personas, como el duelo o el final de una relación seria, se han identificado como un desencadenante para quienes padecen esquizofrenia. Otros eventos que cambian la vida, como la pérdida de un trabajo, podrían estar relacionados con las primeras señales de advertencia de la esquizofrenia, que incluyen una preocupante caída en el desempeño laboral.
Esto por sí solo no es preocupante, pero si hay otros signos, como el aislamiento social, la desconfianza hacia los demás y una disminución reciente en el cuidado personal, debe hablar con un profesional de la salud mental.
Abuso de drogas
Existe una alta prevalencia de abuso de sustancias entre las personas con esquizofrenia. Esta comorbilidad, cuando alguien tiene dos o más afecciones al mismo tiempo, está relacionada con malos resultados en términos de recuperación.
También se sabe que ciertos medicamentos, aunque no causan directamente la esquizofrenia, pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno. Ciertos medicamentos pueden desencadenar síntomas de esquizofrenia y, en la mayoría de los casos, el uso continuo aumenta este riesgo. En particular, estos medicamentos son:
- Cannabis: La relación entre el cannabis y la esquizofrenia es objeto de intensa investigación y debate. Existe evidencia de que el consumo de cannabis aumenta el riesgo de desarrollar psicosis. Sin embargo, también hay evidencia de que tener esquizofrenia en sí mismo es un factor de riesgo para el consumo de marihuana.
- Cocaína: la cocaína afecta una serie de sustancias químicas en el cerebro. En particular, actúa aumentando y liberando dopamina. El uso continuo de la droga puede provocar síntomas como paranoia, alucinaciones y delirios.
- LSD: El LSD es una droga psicodélica que altera el pensamiento y la percepción. Los usuarios experimentan alucinaciones, en las que experimentan cosas que no existen.
- Anfetaminas: La intoxicación por anfetaminas provoca síntomas como alucinaciones y paranoia y puede aumentar la agresión al responder a situaciones amenazadoras. Se cree que las anfetaminas agravan los síntomas de la esquizofrenia.
También se ha demostrado que drogas como la cocaína y las anfetaminas conducen a la psicosis y pueden provocar una recaída en quienes se recuperan de un episodio anterior.
Una palabra de Verywell
La esquizofrenia es una enfermedad compleja. Puede resultar confuso entender por qué sucede, ya que se desconoce su causa exacta y es probable que sea el resultado de una interacción entre varios factores. Si bien es hereditario, no es definitivo que alguien con esquizofrenia se lo transmita a sus hijos.
Si usted o un ser querido tiene esquizofrenia, sepa que hay tratamientos efectivos disponibles y que existe una variedad de opciones diferentes. Con un plan de tratamiento integral, se pueden controlar los síntomas.