La esperanza de vida se refiere al número medio de años que se espera que viva una persona. Puede verse afectado por los antecedentes familiares y de salud de esa persona, la genética, el medio ambiente, factores de estilo de vida como la dieta e incluso la edad y el sexo.
La esperanza de vida también puede referirse al número promedio de años que se espera que viva un grupo de personas o una población específica. Ya sea que se refiera a un individuo o un grupo, la medida más común de esperanza de vida es la esperanza de vida al nacer, que es la edad a la que se espera que viva un recién nacido dadas las tasas de mortalidad específicas por edad en el momento de su nacimiento.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la esperanza de vida al nacer de una persona nacida en 2017 es de 78,6 años. Sin embargo, como se mencionó, la esperanza de vida puede verse afectada por ciertos factores. Un ejemplo es el sexo asignado al nacer. La esperanza de vida al nacer de un bebé varón nacido en 2017 es de 76,1 años, mientras que la de una mujer recién nacida es de 81,1 años.
Cambios en la esperanza de vida
La esperanza de vida puede cambiar. Las muertes a edades tempranas afectan los promedios de la esperanza de vida mucho más que las muertes a edades más avanzadas. Las muertes de jóvenes afectan las estadísticas de la esperanza de vida al nacer.
Cada año que una persona vive significa que ha sobrevivido a múltiples causas potenciales de muerte. Esto significa que la esperanza de vida puede aumentar con la edad.
Por ejemplo, en 2006, la esperanza de vida al nacer de alguien nacido en 1942 era de unos 68 años. Si esa persona sobrevivía hasta los 65 años, podría esperar vivir otros 18,4 años, lo que significa que su esperanza de vida ya no era la misma que al nacer: era 5,9 años más larga que la esperanza de vida de las personas nacidas en 2006-83,4 años.
Si esa persona vivía hasta los 75 años, su esperanza de vida aumentaba a 86,8, 9,3 años más que el niño promedio nacido en 2006.
Venciendo las dificultades
Todas las estadísticas del mundo, en última instancia, no pueden predecir con precisión cuánto tiempo vivirá una persona. Aunque hay muchos factores que contribuyen a la esperanza de vida que no se pueden alterar (nuevamente, el sexo, la raza, la genética), hay muchas cosas que pueden hacer.
La longevidad puede verse afectada por medidas para preservar la salud, por ejemplo: comer alimentos nutritivos, mantener un peso saludable, no fumar, mantenerse activo física y mentalmente y participar en oportunidades sociales.
En cuanto al consumo de alcohol, los datos son mixtos. Está claro que beber en exceso afecta negativamente la salud, pero beber con moderación podría ser protector.
Tomar medidas para mantenerse a salvo también puede influir. Los ejemplos incluyen usar un cinturón de seguridad en un automóvil o un casco y otro equipo de seguridad al practicar deportes.