Tener un accidente en el baño puede ser humillante, especialmente si ocurre frente a otras personas. Pero este paso involuntario de heces líquidas o sólidas es una afección médica reconocida que se conoce formalmente como incontinencia fecal o intestinal. Accidentes en el baño como este pueden ocurrir al expulsar gases, al experimentar una evacuación intestinal urgente y cuando el estreñimiento produce heces blandas que se filtran alrededor de las heces duras. Experimentar incontinencia de este tipo puede ser muy perturbador, pero hay pasos que puede tomar para abordar este problema de frente.
laflor / Getty ImagesDígale a su doctor
Se estima que solo entre el diez y el treinta por ciento de las personas que experimentan incontinencia fecal se lo dicen a sus médicos, probablemente debido a sentimientos de vergüenza y al estigma asociado a esta pérdida de control percibida. No cometa este error. Es esencial que informe a su médico sobre su problema de suciedad para asegurarse de que la causa subyacente de la incontinencia se identifique y trate con precisión. Las condiciones de salud que pueden provocar incontinencia incluyen:
- Diarrea
- Estreñimiento
- Enfermedad neurológica
- Diabetes
- Enfermedad inflamatoria intestinal
- Infecciones
- Lesiones espinales
- Disfunción del suelo pélvico (dificultad con la coordinación de los músculos pélvicos, que le permiten evacuar el intestino)
- Trauma secundario al parto
Estar preparado
Una buena regla para abordar la incontinencia fecal es esperar lo mejor pero estar preparado para lo peor. Por ejemplo, puede empacar un pequeño equipo de supervivencia que contenga productos de limpieza personal, productos sanitarios para adultos y una muda de ropa. Además, busque la ubicación de los baños públicos disponibles antes de salir de casa.
Cuidado con lo que comes
Los alimentos que comemos y bebemos pueden afectar tanto la frecuencia como la consistencia de nuestras deposiciones. Por lo tanto, para prevenir la suciedad fecal, querrá evitar cualquier cosa que aumente la velocidad de sus evacuaciones intestinales y cause diarrea, como:
- Comidas abundantes
- Alimentos y bebidas que contienen cafeína, como café, té, chocolate y algunos refrescos
- Alimentos fritos o grasos
- Alcohol
- Productos lácteos (si padece intolerancia a la lactosa)
- Sorbitol y fructosa
Aumentar la ingesta de fibra puede ser útil, pero asegúrese de hacerlo de manera lenta para reducir la posibilidad de efectos secundarios desagradables como gases, hinchazón y diarrea.
Cuida tu ano
Si experimenta incontinencia fecal, puede experimentar una irritación significativa de la piel que rodea el ano. Para ayudar a reducir la incomodidad, lávese el ano con jabón o una toallita desechable sin alcohol. Después de limpiar, trate el área con talco en polvo o pregúntele a su médico acerca de un ungüento apropiado. Asegúrese de usar ropa interior de algodón para ayudar a que el área se mantenga seca. Si es necesario, use un baño de asiento.
Trabajar para reducir la ansiedad anticipada
Preocuparse por tener un accidente puede contribuir a sus probabilidades de experimentar uno, ya que la respuesta del cuerpo al estrés puede estimular la diarrea. Estar preparado reducirá activamente este miedo.
Qué no hacer
Puede estar participando en comportamientos que sin darse cuenta se suman al problema. Asegúrese de evitar:
Apretar y esforzarse: si su miedo a ensuciarse hace que apriete con frecuencia los músculos alrededor del recto, puede aumentar su riesgo de experimentar fatiga muscular, debilidad, dolor y calambres, todo lo cual puede contribuir a una disfunción del esfínter anal y , por tanto, incontinencia.
Morirse de hambre: es un error común pensar que si no pone comida en su cuerpo, no saldrá nada, pero no funciona de esa manera. Las personas con poca o ninguna ingesta de alimentos continuarán defecando de alguna forma, a medida que el cuerpo continúa produciendo saliva, ácido estomacal y bilis. También pasa los subproductos de las bacterias intestinales. Una alternativa más saludable es comer comidas pequeñas pero frecuentes de manera constante a lo largo del día para fomentar el funcionamiento intestinal saludable.
Restringir tus actividades: Es bastante comprensible tener miedo de salir en público por miedo a sufrir un accidente de suciedad. A las personas que sufren de incontinencia fecal a menudo les resulta casi imposible contemplar la posibilidad de realizar el tipo de actividades que las personas sanas dan por sentado. Sin embargo, esto puede provocar aislamiento social y depresión.