Las vacunas son una importante estrategia de salud pública para proteger mejor a las personas de virus como el sarampión y la influenza. A pesar de los esfuerzos para producir una vacuna para el resfriado común, todavía no se ha desarrollado tal producto.
De hecho, los científicos han estado tratando de desarrollar una vacuna contra el resfriado sin éxito desde la década de 1950. Esto se debe en parte al hecho de que los resfriados no son causados por un solo virus. Sin embargo, las nuevas tecnologías pronto podrán superar este desafío y acercar la promesa de una vacuna contra el resfriado a la realidad.
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Tipos y cepas virales
Las vacunas se dirigen a un patógeno específico que causa una enfermedad, como un virus. Una de las dificultades para desarrollar una vacuna para el resfriado común es que existen al menos 200 virus diferentes que pueden causar síntomas del resfriado, incluidos adenovirus, coronavirus, parainfluenza y rinovirus.
Los rinovirus constituyen aproximadamente el 75% de todos los resfriados comunes. De estos, hay más de 150 cepas de rinovirus que circulan al mismo tiempo.
Debido a las limitaciones de las tecnologías actuales, no hay forma de que una vacuna proteja contra todos los tipos y cepas posibles de los virus que causan el resfriado común.
¿Necesitamos una vacuna?
Cada año se informan millones de casos de resfriado común en los Estados Unidos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que el adulto promedio contrae al menos dos resfriados al año y que los niños pueden contraer hasta 10.
Por el lado positivo, los resfriados son autolimitados y desaparecen por sí solos, generalmente en una semana. Aunque los resfriados pueden ser una molestia, generalmente no causan problemas graves a la mayoría de las personas. Como tal, la demanda pública de una vacuna contra el resfriado puede no ser tan grande incluso si se desarrolló una.
La investigación de vacunas también es costosa y lleva mucho tiempo, por lo que los dólares y los recursos asignados al desarrollo de vacunas generalmente se canalizan a enfermedades más graves, como COVID-19.
Dado que no hay muchas personas que mueran o sufran de manera excesiva por el resfriado común, la asignación de recursos a una vacuna contra el resfriado es posiblemente menos imperativo que crear una que pueda prevenir el cáncer, el VIH, el Ébola o cualquier otra serie de enfermedades graves.
Avances en investigación
Si bien una vacuna para el resfriado común es poco probable a corto plazo, los científicos están explorando nuevas tecnologías que atacan el problema desde diferentes ángulos.
Es posible que las nuevas tecnologías permitan la creación de una única vacuna que prevenga muchos de los virus que causan el resfriado común. La vacuna contra la neumonía, por ejemplo, contiene 23 cepas bacterianas diferentes. Los investigadores están tratando de utilizar una tecnología similar para incorporar de 80 a 100 cepas virales en una sola vacuna contra el resfriado común.
Otro enfoque potencial implica la secuenciación molecular para identificar partes de la estructura viral que son comunes a la mayoría de las cepas. La teoría es que inocular a una persona con esta secuencia parcial común puede proporcionar un alto grado de protección. Gran parte de la investigación se dedica a los rinovirus, de los cuales el 90% de las cepas utilizan un receptor específico, llamado ICAM-1, para ingresar e infectar las células.
En 2019, científicos de la Universidad de California en San Francisco identificaron una proteína llamada SETD3 que bloqueaba la replicación de un amplio espectro de rinovirus en células humanas y ratones vivos. El descubrimiento puede que algún día marque el comienzo de una vacuna contra el resfriado o un antiviral de amplio espectro capaz de tratar las infecciones actuales.
Se necesita más investigación.
Una palabra de Verywell
Mientras el mundo espera una vacuna para el resfriado común, lo mejor que puede hacer es tomar las precauciones estándar para mantenerse lo más seguro y saludable posible.
Si contrae un resfriado, trátelo adecuadamente y manténgase alejado de las personas, incluidos los ancianos, los bebés y las personas con asma grave, que pueden no superarlo tan fácilmente como usted.
