Los trastornos endocrinos son enfermedades y afecciones que afectan su sistema endocrino. El sistema endocrino incluye sus glándulas, que secretan hormonas que tienen efectos en otros órganos del cuerpo.
andresr / Getty ImagesDesordenes endocrinos
Sus glándulas endocrinas clave incluyen:
- Glándula tiroides
- Glándula pituitaria
- Glándula pineal
- Páncreas
- Ovarios
- Testículos
- Paratiroides
- Hipotálamo
- Suprarrenales
Algunos de los trastornos endocrinos más comunes incluyen una serie de afecciones relacionadas con la tiroides, que incluyen:
- Hipotiroidismo
- Hipertiroidismo
- Tiroiditis de Hashimoto
- La enfermedad de Graves
- Cáncer de tiroides
- Coto
- Tiroiditis
- Nódulos tiroideos
Algunos otros trastornos endocrinos comunes incluyen:
- Trastornos suprarrenales
- Diabetes
- Osteoporosis
- Trastornos hipofisarios
- Síndrome de ovario poliquístico
Causas de los trastornos endocrinos
Los trastornos endocrinos tienen varias causas, que incluyen:
- Algún tipo de disfunción en la propia glándula, que puede deberse a la genética, una lesión o una infección.
- Tumores o crecimientos benignos o cancerosos en la glándula
- Enfermedad autoinmune, donde los anticuerpos atacan la glándula.
- Un problema con las comunicaciones entre las glándulas endocrinas o una falla de una glándula para estimular a otra según sea necesario.
- Un trastorno genético, como neoplasia endocrina múltiple (MEN) o hipotiroidismo congénito
¿Cómo se diagnostican los trastornos endocrinos?
Los trastornos endocrinos se diagnostican comúnmente mediante una combinación de evaluación clínica de síntomas e historial médico, análisis de sangre y, en algunos casos, pruebas de imagen y biopsias.
Por lo general, los trastornos endocrinos causan una deficiencia o un exceso de hormonas, por lo que evaluar la presencia o falta de hormonas suficientes y la capacidad del cuerpo para producirlas cuando se desafía es un paso clave en el diagnóstico.
Por ejemplo, las pruebas para detectar trastornos suprarrenales pueden incluir la medición de los niveles de la hormona suprarrenal clave cortisol, así como pruebas de provocación que miden la capacidad del cuerpo para producir cortisol cuando se estimula. Las pruebas de diabetes analizan los niveles de glucosa en un momento determinado, durante un período más largo (como con la prueba de hemoglobina A1C), y también puede observar la capacidad del cuerpo para responder a la glucosa, como en la prueba de provocación de glucosa. El síndrome de ovario poliquístico implica una combinación de análisis de sangre para evaluar el estrógeno y la testosterona niveles, junto con pruebas de imagen para detectar quistes ováricos.
Los trastornos endocrinos de la glándula tiroides generalmente se diagnostican mediante examen clínico y análisis de sangre y, en algunos casos, pruebas de imagen y biopsia de tiroides.
¿Qué es una enfermedad autoinmune?
El sistema inmunológico es complejo y su trabajo es protegernos de enfermedades y defendernos de infecciones, incluidas bacterias, virus y patógenos.
Con las enfermedades autoinmunes, el sistema inmunológico se confunde y ataca las células, órganos, tejidos y glándulas sanos del cuerpo como si fueran infecciones o patógenos. El sistema inmunológico a veces se refiere a la enfermedad autoinmune como "fuego amigo" contra nuestro propio cuerpo.
Algunas de las enfermedades autoinmunes más conocidas incluyen tiroiditis de Hashimoto, enfermedad de Graves, esclerosis múltiple, artritis reumatoide, lupus y alopecia.
Causas de las enfermedades autoinmunes
Las causas de la mayoría de las enfermedades autoinmunes no se conocen ni se comprenden bien. Pero los expertos saben que una combinación de factores (genética, exposición a tóxicos, estrés, embarazo, deficiencias nutricionales y otros) sirven como desencadenantes en algunas personas y pueden dar lugar a cualquiera de alrededor de 80 afecciones diferentes que se consideran de naturaleza autoinmune.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad autoinmune?
Las enfermedades autoinmunes pueden ser complicadas de diagnosticar porque, en algunos casos, los primeros síntomas pueden ser vagos y generales, como fatiga, dolores musculares y confusión mental. Pero el signo más común en la mayoría de las enfermedades autoinmunes es la inflamación, que puede causar dolor, hinchazón y, cuando es externo, enrojecimiento.
Otros síntomas realmente dependen del objetivo de la enfermedad autoinmune. Para la enfermedad tiroidea autoinmune, los síntomas como la fatiga y los cambios de peso reflejan cambios en la función tiroidea. La esclerosis múltiple, que ataca la comunicación entre los músculos, puede resultar en dificultades para la coordinación y la marcha. La artritis reumatoide, que ataca las articulaciones, puede causar dolor e hinchazón en las articulaciones y una función reducida.
¿Cómo se diagnostican y tratan las enfermedades autoinmunes?
El diagnóstico y tratamiento de enfermedades autoinmunes depende de la enfermedad. El proceso de diagnóstico generalmente incluye un examen clínico, antecedentes familiares y análisis de sangre como punto de partida. Los análisis de sangre pueden medir las funciones clave de los órganos a los que se dirige, pero las medidas clave generalmente son evaluaciones de los niveles de anticuerpos y marcadores y medidas de inflamación y respuestas inflamatorias en el cuerpo.
En algunos casos, se pueden realizar pruebas por imágenes, como radiografías para evaluar el daño articular en la artritis reumatoide, o una resonancia magnética para buscar lesiones cerebrales en la esclerosis múltiple. En algunos casos, es posible que se necesiten biopsias para diferenciar lesiones benignas de cancerosas, quistes, nódulos o masas, o pueden ayudar a detectar más anticuerpos que no son evidentes en los análisis de sangre pero que están presentes en órganos o glándulas.
El tratamiento de las enfermedades autoinmunes con frecuencia tiene como objetivo la reducción de la inflamación, el alivio de los síntomas relacionados y el reequilibrio de las hormonas afectadas. En los casos de enfermedades autoinmunes más debilitantes, la modulación del sistema inmunológico para reducir la tasa de daño permanente a los órganos y tejidos puede ser una parte importante del tratamiento.