Las manzanas se han promocionado no solo como una fruta deliciosa, sino también como una forma eficaz de mejorar su salud. Las investigaciones sugieren que comer manzanas puede beneficiar su corazón, sus dientes y su nivel de energía. Comer una mayor cantidad de frutas y verduras, en general, también se ha asociado con un menor riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedad coronaria, asma, diabetes, cáncer y quizás incluso la enfermedad de Alzheimer.
Entonces, ¿es cierto que las manzanas son una súper fruta? ¿Afectan la salud y el funcionamiento de su cerebro? La investigación es limitada, pero parece prometedora.
Cristian Baitg / E + / Getty ImagesEstudios de investigación sobre manzanas y cerebro
El efecto de las manzanas en la memoria
Un estudio publicado en elRevista de la enfermedad de Alzheimerinvolucró a ratones mayores que fueron alimentados con una dieta deficiente. Estos ratones luego demostraron una disminución en su capacidad cognitiva demostrada por un rendimiento deficiente al navegar por un laberinto. Sin embargo, después de agregar jugo de manzana a su agua potable durante un mes, su memoria se recuperó y pudieron navegar de manera eficiente por el laberinto nuevamente. (A menudo, la investigación en ratones se traduce en humanos, lo que sugeriría que el jugo de manzana puede mejorar nuestra memoria).
¿Cómo afectan las manzanas a la salud real del cerebro?
Un segundo estudio encontró que la estructura real del cerebro se vio afectada en ratones cuya agua potable incluía jugo de manzana. Se examinaron los cerebros de los ratones y se encontró que contenían un nivel reducido de proteína beta-amiloide, en comparación con los cerebros de los ratones cuya agua potable no contenía jugo de manzana. La acumulación y el exceso de esta proteína en el cerebro son una de las características distintivas de la enfermedad de Alzheimer.
¿Comer una manzana justo antes de una prueba le ayudará a tener un mejor rendimiento?
Un tercer estudio evaluó los efectos inmediatos de las manzanas y las espinacas (tanto por separado como juntas) y no encontró ningún cambio en el funcionamiento cognitivo de los participantes inmediatamente después de comer los alimentos. Sin embargo, el estudio no midió si una dieta sostenida que incluía manzanas afectaba la cognición o el riesgo de demencia con el tiempo.