El bazo es un órgano pequeño ubicado en el cuadrante superior izquierdo del abdomen debajo de la caja torácica (muy por encima y en el extremo izquierdo del ombligo). Si pudieras ver el bazo, se vería morado y blando. Se considera un órgano sólido, lo que significa que no es hueco como una vejiga o un estómago. Su consistencia se parece más a una versión pequeña del hígado. La función completa del bazo todavía está en debate, pero sabemos que juega un papel importante en el sistema inmunológico.
La mitad del tejido del bazo se llama pulpa roja y es responsable de filtrar los glóbulos rojos viejos y dañados, y actúa como depósito de plaquetas y glóbulos rojos. El otro tejido es la pulpa blanca, que produce anticuerpos y está conectada al sistema linfático.
Un bazo roto se refiere al sangrado en la cavidad abdominal de un bazo desgarrado o lacerado. La mayor parte del daño del bazo se debe a una lesión traumática, pero puede ocurrir espontáneamente si el bazo está inflamado o enfermo.
Toda la circulación de la sangre y la linfa a través del bazo lo convierte en el principal candidato para sangrar si se lesiona. De los pacientes con lesiones traumáticas en múltiples sistemas corporales, del 10 al 12 por ciento tienen un traumatismo abdominal. El hígado y el bazo son los dos órganos abdominales que se lesionan con mayor frecuencia. Teniendo en cuenta que el trauma es la cuarta causa principal de muerte, eso indica una gran cantidad de bazos e hígados rotos.
fizkes / Getty ImagesSíntomas
En un paciente traumatizado con una lesión en el abdomen, los síntomas más comunes de una ruptura del bazo son dolor y sensibilidad en el abdomen, particularmente en el cuadrante superior izquierdo. A medida que la sangre ingresa a la cavidad abdominal, puede provocar un síntoma conocido como dolor referido. Este es un dolor que el paciente siente en otro lugar que no sea el lugar donde se encuentra la lesión.
En el caso de una ruptura del bazo, el dolor referido más común se siente en el hombro izquierdo o en el lado izquierdo de la pared torácica.
Dado que el bazo es tan rico en flujo sanguíneo, el sangrado de una ruptura puede ser significativo. Si no se trata, el sangrado de un bazo roto puede provocar muy rápidamente hipovolemia (cuando la porción de plasma de la sangre es demasiado baja) y shock (una afección médica que disminuye el flujo sanguíneo al cerebro).
A medida que el sistema circulatorio lucha por llevar sangre a áreas importantes como el cerebro, el paciente puede experimentar sudoración, aturdimiento, fatiga, confusión y, finalmente, pérdida del conocimiento.
Causas
La causa más común de ruptura del bazo es un traumatismo cerrado en el abdomen, como el experimentado en un accidente automovilístico o una caída desde una altura significativa. El traumatismo cerrado es el tipo de traumatismo que no penetra directamente en la piel, como una herida punzante o de bala. El trauma penetrante es menos común, pero también puede provocar una ruptura del bazo.
En casos raros, una ruptura del bazo puede ocurrir espontáneamente sin trauma. El bazo puede inflamarse y agrandarse a causa de una infección, cáncer u otras enfermedades. La enfermedad que a menudo se asocia con una ruptura del bazo no traumática es la mononucleosis, aunque la incidencia de una ruptura del bazo ocurre en un estimado de 0.06 a 0.5 por ciento de todos los casos de mononucleosis.
La malaria es otra enfermedad infecciosa asociada con la ruptura del bazo. Aparte de la falta de antecedentes de trauma, los síntomas de una ruptura espontánea del bazo son similares a los causados por una lesión.
Diagnóstico
Una evaluación clínica sólida con antecedentes específicos, un mecanismo de lesión y un examen físico pueden proporcionar un alto índice de sospecha para el diagnóstico, pero no siempre se puede descartar una ruptura del bazo a partir de una evaluación clínica. La ecografía es una opción, pero aún no puede descartar una ruptura del bazo de manera adecuada.
Si está disponible, una tomografía computarizada es la mejor opción para evaluar el abdomen y diagnosticar una ruptura del bazo en un paciente clínicamente estable. Las tomografías computarizadas pueden detectar tan solo 100 centímetros cúbicos de sangre en el abdomen, una cantidad similar a aproximadamente uno. tercio de una lata de refresco.
Tratamiento
El manejo no quirúrgico de una ruptura del bazo es la opción principal de tratamiento siempre que la presión arterial del paciente sea estable y no haya sangrado severo. Se utilizan una estrecha vigilancia, reposo en cama y control de la presión arterial para que el bazo tenga tiempo de curarse. Para los pacientes que llegan al hospital con presión arterial estable, el tratamiento no quirúrgico es muy exitoso.
Algunos hospitales pueden probar el tratamiento radiológico intervencionista para los bazos rotos. Esta es una opción relativamente reciente y no siempre está disponible.
Dependiendo de la gravedad de la rotura del bazo y de la estabilidad de la presión arterial, es posible que el paciente deba someterse a una cirugía. El cirujano se centrará en reparar el bazo si es posible, sin embargo, es posible que deba extirparse parte o todo el bazo ( llamada esplenectomía). Si se extrae el bazo, es posible que el paciente deba recibir una serie de vacunas para estimular la función inmunológica después de la cirugía.
Una palabra de Verywell
Una ruptura del bazo es una afección grave, ya sea que se deba a un traumatismo o no. Si tiene dolor en el hombro izquierdo después de una lesión en el abdomen, especialmente si no hubo ningún trauma en el hombro, asegúrese de buscar atención médica de emergencia. Y si no hay ningún trauma, siempre debe consultar a un médico para dolor en el pecho o dolor en el hombro izquierdo.
El tratamiento más importante para una ruptura del bazo es un diagnóstico temprano. Si el bazo roto se va a tratar con o sin cirugía, cuanto antes se pueda tomar esa decisión, mejor.
¿Qué condiciones afectan el bazo?