La iritis traumática es la inflamación del iris, la parte coloreada del ojo, debido a un traumatismo. Con mayor frecuencia, es causada por una lesión por fuerza contundente, pero puede ser causada por otros tipos de lesiones.
También conocida como uveítis anterior, los síntomas de la iritis traumática suelen incluir dolor ocular, enrojecimiento intenso y visión borrosa en el ojo afectado. Si no se diagnostica o trata de manera oportuna, la iritis traumática puede provocar una lesión permanente del cristalino, visión reducida y el desarrollo de glaucoma.
José Luis Peláez / Getty ImagesSíntomas
Aunque puede haber visión borrosa y dolor en el momento en que ocurre una lesión, los síntomas de la iritis traumática generalmente no se desarrollan hasta dos o tres días después.
Común
Los síntomas comunes de la iritis traumática incluyen:
- Dolor ocular que no se puede aliviar con gotas anestésicas para los ojos.
- Visión borrosa o disminuida
- Lagrimeo del ojo
- Flotadores (motas diminutas o "telarañas" que flotan en el campo de visión)
- Fotofobia (sensibilidad extrema a la luz)
- Rubor ciliar (un anillo de enrojecimiento extremo alrededor del iris)
- Hipopión (acumulación de pus, que a menudo se ve como una mancha blanca en el borde inferior del iris)
- Anillo de Vossius (un anillo de opacidad en la parte posterior del cristalino causado por la liberación de pigmentos de los tejidos traumatizados)
Grave
La iritis traumática se caracteriza por inflamación, la respuesta natural del cuerpo a una lesión o infección. Si no se controla, la inflamación extrema puede hacer que partes del iris y el cristalino se peguen, una condición conocida como sinequia.
Esto, a su vez, puede afectar el movimiento del líquido a través del ojo, provocando que el iris se abulte. El aumento de presión puede provocar una complicación grave conocida como glaucoma de ángulo cerrado.
El inicio rápido del glaucoma de ángulo cerrado generalmente requiere una intervención de emergencia para prevenir la pérdida permanente de la visión.
Causas
La iritis traumática suele ser el resultado de una lesión por fuerza contundente en el ojo que rompe, agrieta o magulla el iris. También puede ser causado por una lesión penetrante, una quemadura química o por fuego, el golpe en la cabeza durante un accidente automovilístico o una explosión (como fuegos artificiales) cerca del ojo.
Con la iritis traumática, la lesión ocular desencadenará una respuesta inflamatoria, en la que los glóbulos blancos y las proteínas se acumularán rápidamente entre el iris y el cristalino. Esto se conoce como "célula y llamarada", ya que la acumulación de glóbulos blancos le da al ojo una apariencia polvorienta, mientras que la acumulación de proteínas crea rastros de humo. Esto también crea los flotadores que suelen ver las personas con iritis traumática.
La respuesta inflamatoria aguda también hará que el líquido en la parte frontal del ojo, llamado humor acuoso, se espese y se vuelva borroso. También puede hacer que la pupila responda menos a la luz, provocando fotofobia. La liberación de sangre y pigmentos de los tejidos rotos puede causar otras anomalías características, como rubor ciliar y un anillo de Vossius.
La inflamación asociada con la iritis traumática a menudo puede aumentar la presión intraocular (presión dentro del ojo). Esto puede amplificar aún más la inflamación dentro del ojo, aumentando el riesgo de hipopión, sinequias y glaucoma de ángulo cerrado.
Diagnóstico
La iritis traumática generalmente se diagnostica mediante una inspección visual del ojo junto con una revisión de los síntomas y el historial médico. Por lo general, es diagnosticado por un oftalmólogo conocido como oftalmólogo.
Algunos de los signos visuales de la iritis traumática, como el rubor ciliar, el anillo de Vossius y el hipopión, pueden verse a simple vista. Otros, como la célula y el destello o las sinequias, requieren un microscopio especial de alta potencia llamado lámpara de hendidura para ver el interior del ojo. Además, el médico utilizará una linterna para evaluar el reflejo de su pupila y realizará una prueba de agudeza visual para determinar el alcance de la discapacidad visual.
La presión intraocular se puede medir con tonometría ocular, también conocida como "prueba de soplo de aire".
Las pruebas de laboratorio no se utilizan para diagnosticar la iritis traumática. El diagnóstico se basa exclusivamente en los signos y síntomas físicos, junto con la identificación del evento traumático.
Dicho esto, el médico puede ordenar pruebas adicionales si la causa es incierta. El diagnóstico diferencial, utilizado para excluir otras posibles causas, puede incluir trastornos como:
- Úlcera corneal
- Retina desprendida
- Golpe de ojo
- Arteritis de células gigantes
- Herpes zoster oftálmico
- Neuritis óptica
- Golpe
- Hemorragia subconjuntival
Tratamiento
El tratamiento de primera línea para la iritis traumática es la administración de colirios ciclopléjicos para dilatar la pupila. Esto alivia el dolor causado por los espasmos oculares y también evita que los tejidos se peguen, reduciendo el riesgo de sinequias. Las opciones comunes incluyen ciclopentolato al 2% tres veces al día o escopolamina al 0,25% dos veces al día.
También se pueden usar gotas oftálmicas de corticosteroides para aliviar la inflamación. Actúan templando la respuesta inmunitaria local y la liberación de citocinas inflamatorias. El acetato de prednisolona al 1% es uno de los colirios esteroides más utilizados. Por lo general, se usa cuatro veces al día durante varios días, después de lo cual la dosis se reduce gradualmente para evitar un rebote de los síntomas.
Si los síntomas de la iritis han mejorado después de cinco a siete días, las gotas para los ojos ciclopléjicos se pueden suspender y las gotas para los ojos con esteroides pueden disminuirse gradualmente para suspenderlas.
Puede ser aconsejable evitar temporalmente los anticoagulantes (diluyentes de la sangre) y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como la aspirina o Advil (ibuprofeno) si hay sangrado ocular traumático, ya que estos medicamentos pueden promover el sangrado y aumentar el riesgo de complicaciones oculares.
Se debe programar un examen de seguimiento un mes después para evaluar si hay signos de glaucoma.
Una palabra de Verywell
La iritis traumática se puede prevenir protegiendo sus ojos. Si participa en cualquier actividad en la que haya objetos voladores, maquinaria pesada o productos químicos cáusticos, las gafas protectoras pueden prevenir lesiones y proteger su visión. Los anteojos deportivos deben considerarse siempre que se cace, se dispara o se practican ciertos deportes de contacto.
Si experimenta una lesión por fuerza contundente en los ojos, no espere a que aparezcan síntomas graves antes de consultar a un médico.
Cuándo buscar atención médica
Llame al 911 o busque atención de emergencia si ocurre cualquiera de las siguientes situaciones:
- Hay alteraciones visuales incluso después de un golpe leve.
- Su ojo se ha rayado, cortado o perforado.
- Tiene sustancias químicas en los ojos que le causan ardor.
- No puede eliminar una partícula, como vidrio o metal, de su ojo.