Una fosa preauricular, también denominada fístula o seno preauricular, es un pequeño orificio que se encuentra delante de la oreja. Ocurre como resultado de problemas de fusión durante la sexta semana de gestación, cuando el oído se está desarrollando.
Síntomas y causas
Un hoyo o abertura preauricular es el comienzo de un tracto sinusal que se entrelaza debajo de la piel de la oreja. A veces, el tracto es corto y otras veces puede ser largo con múltiples ramas que se desprenden y zigzaguean por todo el tejido de la oreja.
Si bien se supone que este tracto sinusal y este hoyo no deben estar allí (es un defecto congénito), la buena noticia es que en la mayoría de los casos, el hoyo es benigno, aparece de forma aislada y no es algo de qué preocuparse. Dicho esto, rara vez se puede asociar con ciertos síndromes genéticos como:
- Síndrome branquio-oto-renal (BOR)
- Síndrome de Beckwith-Wiedemann
- Disostosis mandibulofacial
Es por eso que si usted (o su pediatra) nota un hoyo preauricular, su bebé será derivado a un especialista en oído llamado otorrinolaringólogo (médico de oído, nariz y garganta, o ENT) para asegurarse de que el hoyo no sea un marcador de algo. mas serio.
Evaluación y diagnóstico
Su otorrinolaringólogo primero querrá descartar síndromes genéticos a veces asociados con fosas preauriculares. Para hacer esto, observará de cerca la cabeza, la oreja y el cuello de su hijo, ya que algunos síndromes causan otras malformaciones del oído externo, como orejas asimétricas, hoyos en el cuello o problemas del oído interno que provocan pérdida auditiva.
Además, su médico verá si el hoyo preauricular está presente en uno o ambos oídos. Si ambos oídos se ven afectados, es más probable que haya antecedentes familiares de esta malformación congénita.
A veces, para examinar mejor la fosa u otras anomalías del oído, su médico puede ordenar pruebas de imagen, como una tomografía computarizada (TC) o una exploración de imágenes por resonancia magnética (IRM) con contraste. Estas pruebas de diagnóstico por imágenes también pueden ayudar al médico a descartar complicaciones relacionadas con una fosa preauricular como un quiste o una infección.
Otras pruebas que su médico puede ordenar incluyen una prueba de audición llamada audiograma, aunque esto generalmente se solicita solo si se encuentran otras anomalías del oído además de la fosa preauricular.
En algunos casos, se recomienda una ecografía renal, ya que la constelación de malformaciones del oído externo, hipoacusia e insuficiencia renal se puede observar en los síndromes branquio-oto-renales.
En última instancia, si se sospecha de un síndrome genético, se lo derivará a otros especialistas que pueden ayudarlo a controlar los problemas específicos de órganos de su hijo.
Complicaciones asociadas
Un seno preauricular está revestido con células de la piel y puede bloquearse e infectarse en cualquier momento. La infección puede provocar la formación de abscesos y celulitis.
Los signos de una fosa preauricular infectada son enrojecimiento, dolor, fiebre, hinchazón y / o secreción espesa y amarillenta. Las fosas preauriculares infectadas deben ser tratadas por un médico con antibióticos y, a veces, con una incisión y drenaje de la colección llena de pus.
Un hoyo preauricular también puede acumular material y convertirse en un quiste, un bulto indoloro cerca del hoyo.
Tratamiento
Las fosas preauriculares no suelen requerir extracción o cierre, aunque no se cerrarán por sí solas. Sin embargo, a veces es necesario extirpar quirúrgicamente una fosa preauricular y un tracto sinusal si las infecciones persisten o ocurren repetidamente.
Una palabra de Verywell
Si bien a nadie le gusta pensar que su bebé tenga una malformación congénita, es importante saber que los defectos del oído son comunes. La buena noticia con las fosas preauriculares es que, en la mayoría de los casos, son benignas y no representan ningún riesgo para su precioso hijo.
Sin embargo, es mejor que un especialista en oído revise a su hijo para estar seguro. Si su hijo está sano y no tiene ningún problema asociado con la fosa preauricular, puede dejarlo en paz y volver a disfrutar de las risitas y la personalidad única de su hijo.