La afasia es un trastorno del lenguaje. La afasia puede afectar el lenguaje expresivo o receptivo, aunque la afasia del lenguaje expresivo es más común. Las personas con afasia tienen una inteligencia y una capacidad de articulación promedio o mejor. Un síntoma de daño subyacente al cerebro, a menudo el resultado de una lesión cerebral, un derrame cerebral o un tumor, la afasia puede ocurrir en el útero, la niñez o más adelante en la vida.
Las personas más jóvenes con afasia tienen más probabilidades de recuperar sus capacidades, debido a que el cerebro aún está formando conexiones y las diferentes partes del cerebro aún no se han especializado. Algunos niños con afasia pueden compensar la lesión cerebral utilizando otras partes del cerebro para el habla y el lenguaje.
Sigrid Olsson / PhotoAlto Agency RF Collections / Getty ImagesSíntomas
¿Cómo se ve la afasia en el mundo real? La respuesta depende del tipo y la extensión del daño cerebral que hayan experimentado. Es posible que algunos niños con afasia no comprendan el lenguaje escrito o hablado. Otros pueden usar el lenguaje de maneras extrañas, agregando palabras innecesarias o sin sentido.
La afasia receptiva afecta específicamente la capacidad del individuo para comprender y dar sentido al lenguaje. La afasia expresiva afecta la capacidad de comunicarse con los demás. Algunas personas pueden tener solo una u otra forma de afasia, aunque muchas tienen dificultades tanto expresivas como receptivas. En muchos casos, los niños con afasia receptiva no son conscientes de sus propios desafíos y, por lo tanto, pueden frustrarse cuando no se les comprende. Por otro lado, los niños con afasia expresiva a menudo son bastante conscientes de lo que quieren decir, pero no pueden encontrar las palabras para comunicarse.
La afasia también puede causar otros problemas de lenguaje. Por ejemplo, algunos niños con afasia pueden tardar mucho en pronunciar sus palabras y pueden hablar con oraciones muy cortas. Algunos tipos de afasia expresiva, como las que implican una lesión en una parte del cerebro llamada área de Broca, pueden resultar en dificultad para hablar pero no en comprender el lenguaje.
Los síntomas adicionales pueden incluir:
- Uso de palabras extrañas o inapropiadas en una conversación.
- Dificultad con la comprensión lectora.
- Desafíos con la escritura
- Dificultad para escuchar el significado (en situaciones en las que las instrucciones o la información se comparten verbalmente)
- Desafíos con la comunicación social (dificultad para comprender chistes, sarcasmo, modismos y otras formas de habla social)
Tratamiento y manejo
La afasia es tratable, pero no curable. La mayoría de los tratamientos se centran en la terapia del habla; un buen terapeuta construirá un programa en torno a las necesidades específicas de cada paciente.
No es sorprendente que la afasia pueda convertirse en un problema importante en el entorno escolar, especialmente después de los grados primarios. Los profesores no solo esperan más comunicación y expresión verbal, sino que los compañeros también exigen una mejor comunicación social. Hay una variedad de enfoques que los maestros y los ayudantes pueden usar para apoyar el aprendizaje y la comunicación; por ejemplo:
- Disminuir las distracciones auditivas, como conversaciones fuertes, música u otros ruidos en el aula.
- Usar un lenguaje sencillo y directo (“¿Quién fue presidente en 2009?” En lugar de “¿Cómo se llama la persona que dirigió nuestra nación en 2009?”).
- Proporcionar tiempo suficiente para que el alumno formule una respuesta y la comunique. Una persona con afasia puede tardar mucho más en responder una pregunta oral, pero eso no significa que no pueda dar la respuesta correcta.
- Promueva la mayor independencia posible. Es fácil para un estudiante con afasia hablar lo menos posible y confiar en que otros hablen por ellos, pero, por supuesto, necesitarán habilidades de comunicación independientes a medida que crezcan.