El término mareo subjetivo crónico (CSD) se utiliza para describir un tipo de mareo que se encuentra con frecuencia y que no se clasifica fácilmente en uno de varios otros tipos, y para el que el examen físico suele ser normal.
Imágenes de Daniel Borg / GettyVisión general
Los pacientes con CSD a menudo sufren inicialmente una lesión repentina de algún tipo en su sistema vestibular, que es la red neurológica que preserva nuestro sentido del equilibrio. Incluso después de que esta lesión inicial haya sanado, las personas con CSD generalmente describen una vaga sensación de inestabilidad agravada por factores desencadenantes en su entorno. Estos factores desencadenantes pueden incluir lugares altos, pararse sobre objetos en movimiento o pararse en entornos con mucho movimiento, como calles concurridas o multitudes.
Síntomas
Si bien aún se están estableciendo criterios de diagnóstico formales para la EAG, los síntomas comunes incluyen los siguientes:
- Una sensación de inestabilidad que está constantemente presente, aunque la gravedad puede fluctuar.
- El desequilibrio está presente durante la mayoría de los días durante al menos un período de 3 meses.
- Los síntomas son más graves al caminar o estar de pie, y generalmente están ausentes o son muy leves cuando se está acostado.
- Los síntomas empeoran con el movimiento, la exposición a estímulos visuales en movimiento o la realización de actividades visuales precisas.
El trastorno suele aparecer después de un trastorno agudo que altera el sistema vestibular. Además, ocurre en presencia de problemas médicos y / o psiquiátricos agudos o recurrentes, como depresión leve, ansiedad o rasgos obsesivos / compulsivos.
Causas
Todavía se está investigando la causa exacta del mareo subjetivo crónico. Sin embargo, la teoría general es que el trastorno es el resultado de la incapacidad del cerebro para reajustarse después de que el sistema vestibular ha sido dañado.
Los oídos internos se conectan al nervio vestibulococlear, que envía señales a los núcleos vestibulares del tronco del encéfalo. Estos núcleos trabajan con otras áreas del cerebro para integrar información sobre la postura y el movimiento con otra información sensorial como la visión. Cuando el sistema vestibular dice una cosa, como "nos estamos moviendo", y los otros sistemas dicen, "no, no lo estamos", el mareo es un resultado común.
Los oídos internos normalmente se equilibran entre sí. Por ejemplo, si gira la cabeza hacia la derecha, un nervio vestibulococlear está más activo que el otro y el cerebro interpreta la diferencia en la potencia de la señal como un giro de cabeza. Entonces, ¿qué sucede si la señal de un oído se ve atenuada por otra cosa, como una infección? Los núcleos vestibulares envían información al resto del cerebro de que la cabeza está girando, incluso si en realidad la persona está parada.
Los cerebros suelen ser muy adaptables y pueden aprender a adaptarse a los cambios en las señales neuronales. Al igual que sus ojos se adaptan a estar en una habitación más oscura o sus oídos se acostumbran a un zumbido de fondo constante, el cerebro generalmente trabaja alrededor de un déficit vestibular para establecer un nuevo modelo de trabajo del mundo. Después de que se daña el nervio vestibular, las señales eléctricas desequilibradas finalmente se entienden como la nueva normalidad y la vida continúa.
En la CSD, el cerebro no se adapta a una nueva normalidad. Aunque el insulto original haya sanado, el cerebro permanece hipervigilante a cualquier cosa que tenga que ver con el movimiento o el equilibrio, como un soldado que, en casa después de la guerra, todavía salta o se agacha para cubrirse cada vez que un auto falla.
Además, los rasgos de personalidad subyacentes o los trastornos psiquiátricos pueden contribuir a esta incapacidad para estimar correctamente el movimiento. Quizás un mecanismo subyacente compartido, como un déficit relativo en un neurotransmisor particular, cause tanto el rasgo de personalidad como la sensación de desequilibrio.
Qué hacer si cree que tiene CSD
Si aún no lo ha hecho, hable con su médico sobre el diagnóstico. Si bien no todos los médicos pueden reconocer el trastorno, la mayoría estará feliz de investigarlo o al menos hacer una derivación. Sin embargo, es importante que hable con un profesional médico, ya que existen tratamientos disponibles para la CSD.