A menudo se cree que el cáncer colorrectal y el cáncer de colon son lo mismo o un subconjunto del otro. Y, en verdad, los términos a menudo se usan indistintamente incluso por profesionales de la salud. Sin embargo, aunque existen similitudes, las diferencias entre el cáncer de colon y el colorrectal pueden ser bastante distintas.
Para algunos, el término "cáncer de colon" puede usarse para incluir cánceres de colon y de recto. Para otros, "cáncer colorrectal" se puede aplicar para describir una neoplasia maligna del colon, incluso si el recto en sí no está afectado. Ambos están bien, pero ¿son correctos? Un término más vago que se usa para describir el cáncer colorrectal es cáncer de intestino, que describe el cáncer que comienza en el colon o en el recto.
Dejando de lado la semántica por un momento, existen algunas diferencias importantes entre el cáncer de colon y el de recto que merecen un escrutinio, entre las que se encuentran las formas en que progresan las dos enfermedades.
Muy bien / Jessica Olah
Anatomía del colon y el recto
El colon y el recto son parte del intestino grueso, el destino final del tracto gastrointestinal. El colon mide aproximadamente cinco pies de largo y está separado en el colon proximal (la primera porción adherida al intestino delgado) y el colon distal (la segunda porción adherida al recto). El recto son las últimas seis a 12 pulgadas del colon que se extienden hasta el ano.
El colon en sí también se divide en dos lados, cuya formación surge durante la embriogénesis (la formación de un bebé). El lado derecho incluye el colon ascendente (colon proximal) mientras que el izquierdo incluye el colon descendente, el colon sigmoide y el colon distal.
Similitudes entre el cáncer de colon y recto
En términos generales, los cánceres de colon y recto comparten distintas similitudes, particularmente en la forma en que se manifiestan:
- Incidencia: el cáncer colorrectal es la tercera causa principal de muertes relacionadas con el cáncer en los Estados Unidos. Aproximadamente el 25 por ciento de los cánceres de intestino grueso son cánceres de recto.
- Factores de riesgo: el cáncer de colon y el de recto son más parecidos que diferentes cuando se trata de causas y factores de riesgo. Una asociación entre la carne roja y el cáncer está presente en ambos, aunque más fuerte en los casos de cáncer de recto. Por el contrario, el cáncer de colon está más relacionado con el consumo de alcohol.
- Síntomas: el cáncer de colon y recto son muy similares en cuanto a sus síntomas, aunque algunos pueden variar. Por ejemplo, es más probable que el sangrado de la parte superior del colon tenga sangre marrón o negra, mientras que los cánceres distales suelen producir una sangre roja más brillante.
- Genética: desde un punto de vista molecular, los cánceres de colon y recto son notablemente similares, hasta el tipo de mutaciones genéticas responsables de su crecimiento. Existe alguna variación, pero, en general, los dos cánceres están claramente relacionados.
Diferencias entre el cáncer de colon y recto
A pesar de las similitudes, existen diferencias notables entre los dos cánceres:
- Predilección sexual: el cáncer de colon se distribuye casi por igual entre los sexos, mientras que el cáncer de recto es algo más común en hombres que en mujeres.
- Anatomía: el suministro de sangre, el drenaje linfático y el suministro de nervios del colon y el recto son bastante diferentes. Esto es importante ya que los cánceres hacen metástasis (diseminan) a otras regiones del cuerpo a través del torrente sanguíneo y los vasos linfáticos.
- Recurrencia de la enfermedad: este puede ser el mayor diferenciador. En términos generales, el cáncer de recto es más difícil de curar y la recurrencia se desarrolla entre el 15 y el 45 por ciento de los pacientes.
- Invasión de tejidos cercanos: el cáncer de colon, al estar en el abdomen, tiene mucho más "espacio" a su alrededor, mientras que el cáncer de recto ocurre en un lugar mucho más estrecho. Por lo tanto, el cáncer de recto tiene una mayor probabilidad de diseminarse a los tejidos cercanos.
- Cirugía: la cirugía para el cáncer de colon se puede recomendar en cualquier etapa de la enfermedad, mientras que la cirugía sola sin quimioterapia o radioterapia generalmente se prescribe para las etapas 1 y 2. Por el contrario, la cirugía para el cáncer de recto se puede realizar desde las etapas 1 a 3, a menudo junto con quimioterapia y radioterapia.
- Dificultad de la cirugía: la cirugía para el cáncer de colon es mucho más simple en comparación con el cáncer de recto. Con la cirugía rectal, es más difícil acceder al tumor y evitar muchas de las estructuras que lo rodean.
- Colostomía: las personas que se han sometido a una cirugía de cáncer de recto tienen una mayor probabilidad de una colostomía permanente. Esto se debe a que a menudo se requiere la extirpación del esfínter anal, que no se puede reemplazar ni reconstruir.
- Radioterapia: la radiación no se usa comúnmente para el cáncer de colon, pero sí para el cáncer de recto (predominantemente en etapa 2 o 3).
- Quimioterapia: la quimioterapia para el cáncer de colon se usa a menudo como un complemento de la cirugía en las etapas 3 y 4 (y algunas veces 2). Con el cáncer de recto, la quimioterapia se puede usar incluso con la enfermedad en etapa 1.
- Complicaciones posoperatorias: las personas con cáncer de recto tienen más probabilidades de tener complicaciones posquirúrgicas en comparación con las que se sometieron a una cirugía de cáncer de colon, que son más propensas a sufrir complicaciones médicas a corto plazo.
Investigación del cáncer de colon
También parece haber una diferencia bastante grande entre los cánceres que se originan en el lado derecho del colon (colon ascendente) y los que surgen en el izquierdo (colon descendente, colon sigmoide, recto).
Ya sabemos que los tejidos del lado derecho tienen células diferentes a los del izquierdo, vestigio de desarrollo embrionario. Desde entonces, los datos han demostrado que las tasas de supervivencia de los cánceres del lado izquierdo tienden a ser mejores que las del derecho. Si bien estos hallazgos se consideran significativos, aún no se ha determinado si esto alterará los enfoques de tratamiento.
A medida que mejora nuestra comprensión de la genética, también comenzamos a encontrar diferencias en las mutaciones genéticas comunes y la base molecular de estos cánceres. Al comprender mejor estas diferencias, los científicos esperan encontrar enfoques inmunológicos y biogenéticos para atacar específicamente estas células únicas, lo que permite el control, e incluso la erradicación, de la enfermedad.