El agua es vital para la supervivencia humana. Cuando el cuerpo pierde más agua de la que ingiere, puede ocurrir deshidratación. Los síntomas obvios incluyen sed y sequedad de boca o piel, pero otros como dolor de cabeza, aumento de la frecuencia cardíaca y confusión también pueden ser signos de deshidratación. En el peor de los casos, esta afección puede ser fatal si no se aborda y trata con prontitud.
Gallo Images / Visión digital / Getty ImagesDado que el agua se pierde a través de varios procesos corporales como sudar u orinar, es más probable que la deshidratación ocurra con el aumento de la actividad física, en temperaturas más cálidas o cuando alguien está enfermo (por ejemplo, con vómitos).
La buena noticia es que la mayoría de los casos de deshidratación se pueden tratar simplemente bebiendo líquidos. A veces, sin embargo, con una deshidratación más grave, será necesario administrar líquidos por vía intravenosa o por vía intravenosa.
Síntomas
La deshidratación es a menudo leve y generalmente no causa ningún síntoma. A medida que avanza, pueden aparecer estos síntomas y signos:
- Sensación de sed
- Sequedad de boca y nariz
- Labios agrietados
- Fatiga y debilidad o dolor muscular
- Piel arrugada
- Dolor de cabeza
- Mareos o aturdimiento
- Debilidad o fatiga inusual
- Orinar menos o tener orina oscura (puede tener un olor fuerte)
- Aumento de la frecuencia cardíaca y la respiración.
- Confusión
Si no se trata y, en casos extremos, la deshidratación puede provocar insuficiencia renal, convulsiones, agotamiento por calor, accidente cerebrovascular y la muerte.
Los niños (porque sus cuerpos son más pequeños y es posible que no puedan comunicar que necesitan algo de beber) y los ancianos son más propensos a la deshidratación que otros, y es importante estar al tanto de algunos síntomas notables que pueden presentar.
Los síntomas adicionales de deshidratación en bebés y niños pueden incluir:
- Sin lágrimas al llorar
- No mojar pañales durante cuatro horas o más
- Abdomen, ojos, mejillas o fontanela hundidos (el espacio entre los huesos del cráneo de un bebé)
- Fiebre alta
- Apatía o irritabilidad
Un síntoma particular de deshidratación que puede manifestarse en los ancianos es la falta de elasticidad de la piel. Cuando se pellizca la piel, mantiene su forma en lugar de volver a su forma normal.
Causas
Si sale más agua del cuerpo de la que entra, puede producirse deshidratación. Esto podría ocurrir, por ejemplo, con ejercicio vigoroso o cuando alguien tiene diarrea.
La micción excesiva también puede provocar deshidratación muy rápidamente. Algunos de los desencadenantes más comunes de la micción excesiva son tomar medicamentos diuréticos ("píldoras de agua"), beber alcohol y tener ciertas afecciones de salud, como niveles altos de azúcar en la sangre (hiperglucemia, una afección que se observa en la diabetes no tratada).
La deshidratación también es más probable en climas cálidos, en altitudes más altas y cuando alguien tiene fiebre.
Diagnóstico
No existe una prueba única para acceder a la deshidratación, aunque muchas herramientas pueden ser útiles, como acceder a los signos vitales (p. Ej., Presión arterial y frecuencia cardíaca) y examinar varios análisis de orina y sangre.
Los médicos también realizarán un examen físico si están preocupados por la deshidratación. Hay muchos signos que apuntan al diagnóstico, como sequedad de boca y piel.
Tratamiento
Si sospecha que está deshidratado, es importante que se rehidrate. Además del agua, las soluciones de rehidratación oral (por ejemplo, Pedialyte) son buenas opciones para la deshidratación leve a moderada porque proporcionan electrolitos y carbohidratos, que ayudan a su cuerpo a absorber mejor el agua.
Para evitar las náuseas y obtener los mejores resultados, todos los líquidos deben beberse lentamente. Beber demasiado rápido puede provocar malestar o vómitos. Además, asegúrese de permanecer en un ambiente fresco y descansar para permitir que su cuerpo se rehidrate sin sudar.
Si su deshidratación es severa, no puede retener los líquidos, o si sus síntomas no desaparecen con la ingesta de líquidos, vaya a un hospital para que pueda ser puesto bajo el cuidado de un médico. En estos casos, es probable que reciba líquidos a través de la vena (llamados líquidos intravenosos) para rehidratarse rápidamente.
Con los niños, asegúrese de llamar a su médico si experimentan vómitos que duran más de un día o diarrea que duran más de unos pocos días.
Otras razones para llamar al pediatra:
- Su hijo no puede retener ningún líquido o no ha bebido durante muchas horas.
- Su hijo mayor no ha orinado en las últimas seis a ocho horas, o su bebé o niño pequeño no ha mojado el pañal en cuatro a seis horas.
- Hay sangre en el vómito o las heces de su hijo.
Prevención
Es difícil hacer recomendaciones precisas sobre cuánta ingesta diaria de agua necesita un individuo en particular para evitar la deshidratación. Hay muchos factores en juego, como el nivel de actividad y el clima.
El Instituto de Medicina (IOM), aunque no hace una recomendación específica sobre la ingesta de agua, recomienda que los hombres adultos beban aproximadamente 125 onzas (más de 15 tazas) de líquidos al día; mujeres adultas, aproximadamente 90 onzas (más de 11 tazas). Si bien esto puede parecer mucho, tenga en cuenta que se trata de la ingesta total de agua, por lo que incluye líquidos de alimentos y bebidas.
Por supuesto, si realiza actividad física o tiene una condición de salud que requiere control de líquidos, su cantidad ideal será diferente.
Además de beber líquidos, aquí hay algunos consejos adicionales para prevenir la deshidratación:
- Busque sombra y evite períodos prolongados de exposición al sol.
- Evite el alcohol y la cafeína cuando sea posible, pero especialmente al hacer ejercicio o volar.
- Asegúrese de beber líquidos varias horas antes de hacer ejercicio.
- Consuma más frutas y verduras, como melón y sandía, para aumentar la ingesta de agua. Por supuesto, esto no debería ser un complemento para beber agua pura.
Una palabra de Verywell
La deshidratación es una condición grave pero prevenible. Manténgase a usted y a sus hijos bien hidratados y sea muy diligente si usted (o ellos) están practicando deportes, están en el calor o están enfermos. Si los síntomas son graves, no dude en acudir a urgencias.