Las mujeres y los hombres se ven igualmente afectados por la artritis psoriásica, pero difieren significativamente en algunos aspectos clave. Las mujeres no solo tienen vulnerabilidades específicas para desarrollar artritis psoriásica, sino que también tienden a tener peores resultados. Los científicos no están completamente seguros de por qué esto es así y, hasta la fecha, han ofrecido algunas pautas sobre cómo manejar mejor la enfermedad en las mujeres. .
Tetra Images / Getty ImagesSíntomas
La artritis psoriásica pertenece a una clase de enfermedades conocidas como espondiloartropatías, cuyas características predominantes incluyen inflamación y dolor articular. Con respecto a la artritis psoriásica específicamente, la ubicación de la afectación articular varía significativamente según el sexo.
Comparativamente hablando:
Enfermedad progresiva
Si bien los hombres con artritis psoriásica tienden a sufrir un mayor daño articular, las mujeres generalmente tendrán peores síntomas en general. Esto se evidencia en parte por un estudio de 2015 en elRevista de Reumatologíaen el que los investigadores monitorearon a 72 hombres y mujeres con artritis psoriásica durante un período de cinco años. Encontraron que:
- Los hombres tienden a mostrar evidencia de daño articular en las radiografías mucho antes que las mujeres.
- Las mujeres tenían un mayor número de articulaciones afectadas.
- Las mujeres tienen síntomas más graves, que incluyen dolor, fatiga y dactilitis (dedos de las manos o de los pies hinchados, en forma de salchicha).
- Las mujeres tienen puntuaciones de calidad de vida más bajas.
- Las mujeres tienen mayor discapacidad laboral.
- Los hombres tienen una mejor respuesta al tratamiento y mayores posibilidades de remisión de la enfermedad.
Si bien la percepción del dolor puede influir en estas diferencias dada la subjetividad de algunas de las pruebas, la expresión fisiológica de la enfermedad estaba claramente demarcada entre sexos. Se necesitan más investigaciones para determinar si las hormonas, los genes y otros factores contribuyen a estas diferencias y de qué manera.
El embarazo
El embarazo no solo influye en el riesgo de aparición de enfermedades y brotes, sino que también afecta la forma en que se debe manejar y tratar la artritis psoriásica. Según un estudio de 2015 en elAnales de Dermatología Brasileña:
- Una de cada cuatro mujeres experimenta un empeoramiento de los síntomas durante el embarazo.
- Entre el 40% y el 90% de las mujeres experimentarán un empeoramiento de los síntomas en el período posparto (después del parto).
- Para el 30% al 40% de las mujeres con PsA, los síntomas articulares aparecieron por primera vez en el período posparto.
- A menudo se requieren cambios en el tratamiento durante el embarazo, incluida la evitación de medicamentos como metotrexato, ciclosporina, acitretina y Stelara (ustekinumab).
Incluso existe evidencia de que la artritis psoriásica puede aumentar directa o indirectamente el riesgo de diabetes gestacional y depresión posparto.
Tabaquismo y alcohol
Tanto el tabaquismo como el alcohol son factores de riesgo de artritis psoriásica. Aunque ha habido poca investigación para evaluar la diferencia de riesgo entre hombres y mujeres, varios estudios de alta calidad han podido caracterizar el riesgo en mujeres específicamente.
Esto incluye un estudio de 2011 en elAnales de las enfermedades reumáticasque revisó los historiales médicos de 84,874 enfermeras en los Estados Unidos. Según el estudio, los exfumadores tenían un 50% más de riesgo de desarrollar artritis psoriásica en comparación con los no fumadores, mientras que los fumadores actuales tenían no menos de tres veces mayor riesgo de padecer la enfermedad.
Del mismo modo, un estudio de 2016 en elRevista de Reumatologíareveló que el consumo excesivo de alcohol se asoció con un mayor riesgo de artritis psoriásica en las mujeres estadounidenses.
Según el estudio, beber de 15,0 a 29,9 gramos de alcohol por día (aproximadamente una y media a tres bebidas) aumentó el riesgo de artritis psoriásica en un 43%, mientras que beber más de 30 gramos aumentó el riesgo en más de un 400%.
Otros factores
En los últimos años se han identificado otros factores de riesgo que aumentan el riesgo de artritis psoriásica en las mujeres o dan lugar a condiciones comórbidas (coexistentes). Entre algunos de los hallazgos clave:
- Un historial de cálculos biliares aumenta el riesgo de una mujer de tener psoriasis con artritis psoriásica en no menos del 400%, según un estudio de 2015 en elRevista británica de dermatología.
- La hipercolesterolemia (colesterol alto) se asocia con un 58% de riesgo de artritis psoriásica en mujeres en comparación con un grupo de mujeres con colesterol normal, según un estudio de 2013 enArtritis y reumatismo.
- Las mujeres con artritis psoriásica tienen una mayor pérdida de minerales óseos y un mayor riesgo de fracturas por osteoporosis que un grupo similar de mujeres sin la enfermedad, según un estudio de 2011 enInvestigación y terapia de la artritisTambién son mucho más propensos a desarrollar síndrome metabólico.
- Los trastornos temporomandibulares son más comunes en personas con artritis psoriásica que en la población general, según un estudio de 2015 en elRevista Internacional de Ciencias MédicasLas mujeres, en general, se ven más afectadas por los trastornos temporomandibulares que los hombres.
Impacto emocional
Un informe de la National Psoriasis Foundation (NPF) sugiere firmemente que el impacto emocional de la artritis psoriásica es mayor en las mujeres que en los hombres. Esto puede deberse a la presión social de "cumplir" una determinada definición de belleza que muchos las mujeres se ven afectadas por. Las preocupaciones sobre su apariencia y cómo los demás lo perciben pueden afectar su confianza en sí mismo y sus relaciones interpersonales.
Además, el estrés asociado con la enfermedad puede socavar significativamente su salud mental, aumentando el riesgo de abuso de alcohol, depresión, aumento de peso y tabaquismo. El informe de la NPF sugiere que no menos del 60% de las mujeres con enfermedad psoriásica reportan una calidad de vida disminuida como resultado de síntomas crónicos o recurrentes.
Si está deprimido o no puede sobrellevarlo, es importante que hable con su médico y busque ayuda de un profesional de la salud mental. Hacerlo no solo puede mejorar su estado mental, sino también reducir su riesgo de brotes.