La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que causa dificultad para caminar y la coordinación. Ocurre cuando el cerebro ya no puede producir suficiente dopamina, un tipo de sustancia química en el cerebro. Una enfermedad progresiva, la enfermedad de Parkinson comienza gradualmente y empeora con el tiempo.
izusek / Getty ImagesLos síntomas más comunes de la enfermedad de Parkinson son rigidez en diferentes partes del cuerpo, temblores (particularmente en las manos, piernas y cara), dificultad con el equilibrio y la coordinación, dificultad para caminar y movimientos lentos. A medida que avanza la enfermedad, también pueden aparecer dolores musculares y calambres, problemas para dormir, deterioro de la memoria, depresión y cambios de comportamiento.
La escala de Hoehn y Yahr se utiliza para clasificar la enfermedad de Parkinson según el orden en que aparecen los síntomas y empeoran gradualmente. Anteriormente había cinco etapas en la escala de Hoehn y Yahr, pero con el tiempo se modificó: se le agregaron las etapas 1.5 y 2.5.
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¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Parkinson?
Nivel 1
La etapa 1 es la etapa más temprana de la enfermedad de Parkinson. En él, los síntomas que experimentas son muy leves y no provocan ninguna discapacidad o interferencia en el día a día. Los síntomas también afectan solo un lado del cuerpo, un hecho conocido como afectación unilateral. Los síntomas más comunes en esta etapa son temblores (generalmente en una mano o pierna) y ligeros cambios en la postura, el movimiento y las expresiones faciales.
Debido a lo leves que son los síntomas, generalmente es muy difícil para un médico hacer un diagnóstico definitivo de la enfermedad de Parkinson durante la etapa 1.
Etapa 1.5
Esta etapa no es muy diferente de la primera, excepto que ahora están involucrados el cuello y la columna.
Etapa 2
En la segunda etapa de la enfermedad de Parkinson, los síntomas afectan ambos lados del cuerpo (afectación bilateral), pero su equilibrio no se ve afectado. Puede que le lleve meses o años pasar de la primera etapa a la segunda etapa. Los cambios en la postura y la forma de andar ahora son más evidentes. Puede comenzar a experimentar problemas con el habla, como arrastrar las palabras, no poder controlar el tenor de su voz.
En esta etapa también se observan mayor rigidez y pérdida del control de la expresión facial. Todos estos síntomas tendrán algún efecto incapacitante, aunque mínimo, y causarán interferencias en su vida diaria. Esta etapa aún no es fácil de diagnosticar, ya que a veces los síntomas simplemente se atribuyen a ser parte del envejecimiento.
Etapa 2.5
En esta etapa, comienza a experimentar un leve deterioro del equilibrio, pero aún así no se pierde el equilibrio. La "prueba de tracción" se realiza generalmente para ver hasta qué punto su equilibrio se ha visto afectado. La prueba involucra a un médico que se coloca detrás de usted y le pide que mantenga el equilibrio cuando lo empuja hacia atrás.
Dar tres o más pasos para recuperar el equilibrio cuando lo empujan hacia atrás es indicativo de haber alcanzado esta etapa.
Etapa 3
En esta tercera etapa, la enfermedad de Parkinson avanza significativamente y, a menudo, se considera una etapa intermedia en toda la progresión del trastorno. Finalmente se experimenta pérdida de equilibrio y se realiza la prueba de tracción para verificar. Si no recupera el equilibrio y el médico tiene que atraparlo para evitar una caída, se dice que su equilibrio se ve afectado.
Los movimientos de su cuerpo también comienzan a disminuir notablemente durante la tercera etapa, una manifestación que médicamente se conoce como bradicinesia.
A su médico le resultará fácil hacer un diagnóstico definitivo cuando haya llegado a esta etapa de la enfermedad de Parkinson. La discapacidad es evidente en esta etapa y es posible que le resulte más difícil realizar tareas básicas como vestirse y comer.
Sin embargo, todavía es posible realizar sus actividades diarias sin ayuda externa. Dependiendo del tipo de trabajo que realice y cuánta destreza física requiera, es posible que aún pueda seguir trabajando.
Etapa 4
Sus síntomas se vuelven severos en esta etapa. Se vuelve incapaz de realizar sus tareas diarias sin ayuda o, si puede, será un gran desafío, lo que hará que la vida independiente sea casi imposible. Las partes de su cuerpo y la lentitud del movimiento empeoran significativamente. Todavía es posible estar de pie y caminar solo, pero puede ser difícil y usar un andador puede hacerlo más fácil.
Etapa 5
Esta es la etapa más avanzada de la enfermedad de Parkinson, ya que la mayoría (o todos) los demás síntomas experimentados previamente empeoran. Le resulta imposible moverse sin ayuda y es necesaria una silla de ruedas. Tampoco podrá realizar sus tareas de la vida diaria, como comer, vestirse y bañarse solo.
Por ello, es necesario un cuidado de enfermería constante para evitar que se produzcan caídas y otros accidentes. Algunas personas también experimentan delirios, demencia, alucinaciones y confusión en esta etapa.
Es importante saber que la enfermedad de Parkinson, a diferencia de otras afecciones, es muy individual y la forma en que las personas experimentan sus síntomas puede variar enormemente.
Por ejemplo, es posible que algunas personas nunca alcancen la etapa 5 de la enfermedad de Parkinson. En casos poco comunes, los síntomas de una persona pueden volverse severos pero aún estar limitados a un solo lado del cuerpo.
Desde el punto de vista médico, estas etapas se utilizan como una guía imprecisa y, de hecho, constituyen una de las secciones de la Escala Unificada de Calificación de la Enfermedad de Parkinson (UPDRS). La UPDRS es el método ampliamente aceptado para clasificar, monitorear y manejar el progreso de la enfermedad de Parkinson.
Una palabra de Verywell
La enfermedad de Parkinson puede ser un trastorno muy debilitante, sin embargo, no está solo. Considere unirse a un grupo de apoyo o comunitario con otras personas afectadas por la enfermedad de Parkinson. Puede ayudarlo a estar mejor preparado para los cambios que puede experimentar a medida que avanza su afección. Si puede pagarlo o puede encontrar recursos gratuitos a su alrededor, no se sienta avergonzado de obtener asesoramiento o apoyo de salud mental. Desempeñará un papel muy importante para ayudarlo a sobrellevar mejor la depresión y la afección en general.
Hay muchas terapias que existen para ralentizar la progresión de la enfermedad y aliviar sus síntomas, así que asegúrese de explorar sus opciones ampliamente con su médico.
Diagnóstico de la enfermedad de Parkinson