¿Puede pedirle a su médico analgésicos más fuertes si los necesita? Absolutamente, ya que es fundamental que usted sea un participante activo en el manejo del dolor.
El dolor crónico, definido de manera más simple, es el dolor que continúa cuando no debería. Uno de los componentes clave del manejo del dolor crónico es encontrar el analgésico adecuado.
Squaredpixels / Getty ImagesPreguntas que debe hacerse sobre su dolor
Según la Asociación Estadounidense del Dolor Crónico (ACPA), el mejor enfoque para controlar el dolor es que una persona discuta cuidadosamente con su médico los riesgos potenciales versus los beneficios de un nuevo medicamento (u otro tratamiento). En otras palabras, sea proactivo en la salud del dolor y sea abierto y sincero con su médico acerca de su dolor.
Si cree que puede necesitar un analgésico adicional, más fuerte o diferente, hágase estas cuatro preguntas. Si responde "sí" a cualquiera de ellos, es probable que lo haga.
- ¿Tiene con frecuencia dolor irruptivo?
- ¿Su medicación actual se está volviendo menos eficaz para controlar su dolor?
- ¿Tu rutina diaria se está volviendo más difícil?
- ¿Está disminuyendo su calidad de vida?
Conozca sus opciones
Antes de solicitar un medicamento más fuerte, es una buena idea conocer sus opciones. En general, se utilizan cuatro clases de medicamentos para tratar el dolor crónico:
- No opioides: estos incluyen aspirina, AINE y acetaminofén.
- Opioides: también conocidos como narcóticos, estos incluyen morfina, codeína, hidrocodona, oxicodona y metadona. El medicamento Tramadol actúa sobre los receptores de opioides, aunque no es un opioide.
- Analgésicos adyuvantes. Estos medicamentos se usaban originalmente para tratar otras afecciones, pero ahora a veces también se usan para aliviar el dolor. Los ejemplos incluyen ciertos antidepresivos y anticonvulsivos.
- Otros: otros medicamentos que no alivian directamente el dolor, como los medicamentos para aliviar el insomnio, la ansiedad, la depresión y los espasmos musculares, pueden ser parte de su régimen de manejo del dolor.
Las opciones adicionales para aliviar el dolor que no vienen en forma de "píldora" pueden incluir inyecciones, parches o incluso cirugía.
También existen opciones sin medicamentos que en combinación con un analgésico (o potencialmente solo) pueden ayudar a una persona a manejar mejor su dolor y funcionar plenamente en la vida. Estos a menudo incluyen la práctica de estrategias de relajación, meditación de atención plena, estiramientos, terapia cognitivo-conductual y programas de ejercicio como yoga o tai chi.
¿Te verás como un adicto?
Si bien es cierto que los analgésicos opioides son uno de los medicamentos recetados de los que se abusa con más frecuencia, pedirlos no necesariamente lo identifica como adicto.
Algunas personas con afecciones de dolor crónico simplemente no pueden controlar su dolor con otros tipos de medicamentos. Las actitudes hacia el papel de los opioides en el manejo del dolor también están cambiando.
La mayoría de los médicos considerarán los beneficios de un analgésico más fuerte frente a los riesgos potenciales. Los analgésicos más fuertes, como los opioides, conllevan un mayor riesgo de tolerancia y abuso, pero si pueden aumentar su calidad de vida, puede valer la pena probarlos.
Los estudios demuestran que con un seguimiento cuidadoso, la adicción y el abuso no suelen ser problemas para las personas concondiciones legítimas de dolor crónico.
Una palabra de Verywell
Recuerde, para obtener los mejores resultados, su médico debe realizar un seguimiento de su tratamiento con regularidad. En otras palabras, la supervisión médica es clave cuando maneja su dolor crónico. Disminuir o aumentar un medicamento puede ser incómodo e incluso peligroso, por lo que es extremadamente importante que lo haga bajo la guía de su médico.