Es común sentirse más congestionado durante el embarazo. Esta condición a veces se conoce como rinitis del embarazo o rinitis no alérgica. Si tenía afecciones subyacentes como asma o alergias antes de quedar embarazada, es posible que sus síntomas empeoren durante el embarazo, especialmente durante el tercer trimestre.
Los síntomas nasales causados por el embarazo generalmente se resuelven dentro de unos 10 días después de tener a su bebé.
baona / Getty ImagesRinitis del embarazo
Para ser considerada una verdadera rinitis del embarazo, ninguna otra causa conocida, como alergias o una infección de las vías respiratorias superiores, puede estar causando sus síntomas. Los síntomas de la rinitis durante el embarazo incluyen:
- Congestión que a menudo causa dificultad para respirar y dormir por la noche.
- Nariz que moquea
- Goteo postnasal
- Estornudos
- Infecciones de los senos
- Infecciones de oído
- Líquido en los oídos (otitis media serosa)
Los estudios han demostrado que la congestión nasal relacionada con el embarazo puede disminuir la calidad de vida de las personas embarazadas. En casos graves, puede ser peligroso para el feto (especialmente si la persona embarazada tiene asma subyacente).
Algunas investigaciones sugieren que aproximadamente el 39% de las personas embarazadas experimentan congestión nasal y otros síntomas de rinitis.
La causa de los síntomas nasales inducidos por el embarazo no se comprende del todo, pero durante mucho tiempo se pensó que era causada por los cambios en los niveles hormonales, en particular el estrógeno y la progesterona.
Esta teoría podría estar respaldada por el hecho de que algunas personas informan síntomas nasales que coinciden con sus ciclos menstruales. También se han informado síntomas de rinitis no alérgica con el uso de píldoras anticonceptivas.
Manejo de la congestión
La congestión puede provocar afecciones más graves, como infecciones de los senos nasales o infecciones del oído, que deben tratarse con antibióticos. Mantener la congestión bajo control puede prevenir estas infecciones. La irrigación nasal con neti pot es el tratamiento de primera línea.
Algunos consejos para controlar la congestión durante el embarazo incluyen:
- Beber mucha agua
- Usar un humidificador de vapor frío junto a su cama cuando duerme
- Ejercicio ligero (no debe realizar nuevos tipos de ejercicio durante el embarazo sin la aprobación previa de su médico)
- Mantener la cabecera de la cama elevada
- Usar un aerosol nasal de solución salina para mantener las secreciones delgadas
- Evitar los desencadenantes conocidos de alergias, el aire contaminado, los productos químicos o el humo del cigarrillo.
Medicamentos para casos más graves
Si estas medidas no son suficientes para mantener sus síntomas bajo control, puede hablar con su médico sobre el uso de uno o más de los siguientes medicamentos, que se consideran razonablemente seguros para su uso durante el embarazo.
Corticosteroides nasales (inhalados)
Los corticosteroides nasales inhalados se utilizan a menudo para controlar el asma durante el embarazo. En algunos casos, pueden usarse para controlar los síntomas nasales inducidos por el embarazo.
La primera opción es Rhinocort (budesonida) porque la FDA ha clasificado este medicamento como un medicamento de categoría B para el embarazo. Sin embargo, si la budesonida no es eficaz, se pueden usar otros corticosteroides nasales.
Descongestionantes nasales
Los descongestionantes nasales como Afrin (oximetazolina) son muy efectivos para aliviar temporalmente la congestión. Sin embargo, generalmente son una categoría C de embarazo y deben usarse con moderación durante el embarazo y no durante el primer trimestre.
El uso de descongestionantes nasales durante más de tres días seguidos puede provocar congestión de rebote.
Para evitar riesgos innecesarios para su bebé, no use ningún medicamento nuevo, ya sea de venta con receta o de venta libre, sin la aprobación específica de su médico.
Una palabra de Verywell
Si bien la idea de usar cualquier medicamento puede asustar a muchas mujeres embarazadas, debe recordar que no tratar sus síntomas puede conducir a otras afecciones más graves que pueden representar una amenaza para la salud de su bebé. Por lo tanto, siempre se debe informar a su médico sobre la rinitis del embarazo para que los síntomas se puedan controlar adecuadamente.