La presión arterial alta se conoce comúnmente como una "enfermedad silenciosa" porque, por lo general, no se anuncia con ningún signo distintivo y no tiene síntomas universales. A pesar de ello, son muy pocos los síntomas que, junto con los signos de alarma en la historia clínica, suelen hacer sospechar al médico de hipertensión arterial. Entre estos, el dolor de cabeza recurrente o que empeora había sido lo más parecido a un síntoma "real" de presión arterial alta.
Terry Vine / Blend Images / Getty Images¿Hay más dolores de cabeza o menos?
Se ha observado durante décadas que las personas con presión arterial alta parecen sufrir dolores de cabeza más frecuentes y severos. La ciencia y la fisiología detrás de los dolores de cabeza también respaldan esta observación: el aumento de la presión arterial causa un fenómeno llamado autorregulación en los vasos sanguíneos. que atraviesan el tejido debajo del cráneo (donde comienzan la mayoría de los dolores de cabeza). En otras palabras, la autorregulación conduce a la constricción de estos vasos sanguíneos, una causa muy conocida de los síntomas del dolor de cabeza.
La investigación de Noruega, sin embargo, sugiere que las personas con presión arterial alta en realidad pueden tener menos dolores de cabeza que aquellas con presión arterial normal. Los estudios, realizados en pacientes noruegos y publicados en una gran revista médica de los Estados Unidos, fueron diseñados como seguimiento de investigaciones anteriores y encontraron que las personas con presión arterial alta elevada y no tratada tenían hasta un 50% menos de probabilidades de sufrir un dolor de cabeza que los pacientes con perfiles de salud similares pero presión arterial normal.
Entre los participantes del estudio, aquellos con presiones sistólicas más altas y presiones de pulso más amplias parecían ser los más protegidos de un dolor de cabeza. Curiosamente, los pacientes con presión arterial alta que estaban recibiendo tratamiento parecían tener un riesgo de dolor de cabeza similar al de los pacientes con presión arterial normal. Esta relación entre el tratamiento y el riesgo de dolor de cabeza persistió incluso en pacientes que continuaron teniendo alguna elevación en sus lecturas de presión arterial a pesar del tratamiento. Esto sugiere que el riesgo de dolor de cabeza puede aumentar a medida que desciende la presión arterial.
Los investigadores aún no saben por qué la presión arterial elevada protege contra los dolores de cabeza. Las teorías van desde niveles alterados de ciertas hormonas y sustancias químicas de la sangre hasta diferencias en la rigidez de las arterias: las arterias tienden a endurecerse a medida que aumenta la presión arterial, una de las principales razones por las que la presión arterial alta puede provocar daños en los vasos sanguíneos.
Pensamientos finales
Si bien esto puede ser una pequeña buena noticia para quienes padecen presión arterial alta, los riesgos de presión arterial elevada aún superan con creces los beneficios asociados para la reducción del dolor de cabeza. Si está en tratamiento para la presión arterial alta y sufre dolores de cabeza frecuentes o intensos, no debe dejar de tomar sus medicamentos. Por el contrario, es posible que necesite un medicamento diferente y debe hablar con su médico.