Si ha visto un implante coclear, es posible que se pregunte cómo surgió dicho dispositivo. La historia y el desarrollo del implante coclear, una herramienta moderna para la audición, se remonta a siglos.
JOHN BAVOSI / BIBLIOTECA DE FOTOS DE CIENCIA / Getty ImagesTiempos premodernos
Alrededor de 1790, un investigador llamado Alessandro Volta se colocó varillas de metal en sus propios oídos y las conectó a un circuito de 50 voltios. Este es el primer intento conocido de usar electricidad para escuchar.
Más tarde, alrededor de 1855, se hizo otro intento de estimular el oído de forma electrónica.También hubo otros experimentos en el uso de tratamientos eléctricos para los problemas del oído.
Edad de plata
En los años de la Depresión de los años 30, los investigadores encontraron que poner una corriente cerca del oído puede crear sensaciones auditivas La comunidad científica también aprendió más sobre cómo funciona la cóclea. Se logró un avance importante cuando los investigadores descubrieron que la energía eléctrica se puede transformar en sonido antes de llegar al oído interno.
El año 1957 trajo la primera estimulación de un nervio acústico con un electrodo, por los científicos Djourno y Eyries.En ese experimento, la persona cuyo nervio estaba siendo estimulado podía escuchar un ruido de fondo.
La investigación realmente se aceleró en los años sesenta. Continuó la investigación sobre la estimulación eléctrica del nervio acústico. Se logró un gran avance cuando los investigadores descubrieron que los nervios auditivos específicos deben estimularse con electrodos en la cóclea para reproducir el sonido. El Dr. William House implantó a tres pacientes en 1961. Los tres descubrieron que podían obtener algún beneficio de estos implantes. Unos años más tarde, de 1964 a 1966, se colocaron una serie de electrodos en las cócleas, con resultados satisfactorios, y los investigadores aprendieron aún más sobre el posicionamiento de los electrodos y los resultados de ese posicionamiento.
Tiempos modernos
La tecnología de implantes dio un salto adelante en los años setenta hasta los noventa. Los años setenta vieron a más personas implantarse, continuar la investigación y el desarrollo de un dispositivo multicanal.
En 1984, el implante coclear dejó de considerarse experimental y recibió el sello de aprobación de la FDA para su implantación en adultos.
A lo largo de los noventa, se realizaron otras mejoras en los procesadores de voz y otras tecnologías de implantes, en particular la miniaturización del procesador de voz para que pudiera incorporarse a un dispositivo similar a un audífono BTE.