La resonancia magnética (MRI) es una tecnología que se usa a menudo para investigar las fuentes de los problemas de la rodilla. Funciona creando un campo magnético que hace que las moléculas de agua en los tejidos, huesos y órganos se orienten de diferentes maneras. Estas orientaciones se traducen luego en imágenes que podemos utilizar para el diagnóstico.
Las resonancias magnéticas no se utilizan por sí solas para hacer un diagnóstico, pero a menudo pueden proporcionar pruebas sólidas para respaldarlo. Cuando se enfrentan a una lesión de rodilla, una infección o un trastorno de las articulaciones, los médicos a menudo usan una resonancia magnética no solo para identificar la causa, sino también para ayudar a dirigir el plan de tratamiento.
Si bien algunas personas encuentran angustiosas las resonancias magnéticas, ya sea porque son claustrofóbicas o ruidosamente discordantes, son herramientas invaluables que ofrecen un medio de diagnóstico menos invasivo.
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Diagnóstico de las lágrimas de menisco
El menisco es una cuña de cartílago dentro de la rodilla que ayuda a amortiguar, estabilizar y transmitir peso a través de la articulación de la rodilla.
Si alguna vez se rompe el menisco, una resonancia magnética puede revelar que su forma triangular típica se habrá desplazado o cambiado. En algunos casos, la parte rasgada habrá migrado al centro de la articulación de la rodilla (comúnmente conocido como "desgarro del mango del balde").
Ciertas anomalías se enumerarán en un informe de resonancia magnética como una "señal intrasustancia". Esto no significa que el menisco esté necesariamente desgarrado; simplemente nos dice que el menisco no aparece como debería. Podría ser el resultado de un envejecimiento normal o un aumento de la vascularización que se observa comúnmente en niños y adultos jóvenes. Se necesitarían más investigaciones para llegar a un diagnóstico definitivo.
Diagnóstico de lesiones de ligamentos
Los ligamentos de la rodilla son bandas cortas de tejido fibroso flexible que mantiene unida la articulación de la rodilla y un movimiento moderado de la rodilla. Hay cuatro tipos de ligamentos que observamos al realizar una investigación:
- Ligamento cruzado anterior (LCA) que evita que la espinilla se deslice por delante de la rodilla
- Ligamento cruzado posterior (LCP) que evita que la espinilla se mueva demasiado hacia atrás
- Ligamento colateral medial (MCL) que evita la apertura del interior de la rodilla
- Ligamento colateral lateral (LCL) que evita el movimiento excesivo de lado a lado
Si bien un LCA normal tiende a ser difícil de ver en la resonancia magnética, cualquier desgarro del ligamento se verá en el 90% de los casos (con mayor frecuencia junto con un hematoma óseo y una fractura). El LCA es donde ocurren la mayoría de las lesiones de ligamentos.
El LCP, por el contrario, se ve más fácilmente en una resonancia magnética, ya que tiene aproximadamente el doble del tamaño del LCA. Los desgarros aislados son relativamente infrecuentes. Si ocurre uno, normalmente se verá como una rotura distinta de las fibras del ligamento.
Mientras tanto, las lesiones de MCL y LCL tienden a asociarse con hinchazón alrededor de la rodilla (comúnmente conocida como "agua en la rodilla"). Se puede usar una resonancia magnética para diagnosticar el grado de lesión, que se caracteriza por la presencia de líquido (grado I), líquido y rotura parcial de los ligamentos (grado II) o rotura completa (grado III).
Las lesiones de grado III generalmente requieren cirugía.
Diagnóstico de problemas de tendones
Un tendón es una fibra fuerte y vigorosa que conecta el músculo con el hueso. Los dos tendones que se ven en una resonancia magnética son el tendón del cuádriceps (que conecta los músculos del muslo con la rodilla) y el tendón rotuliano (que conecta la espinilla con la rótula).
Una resonancia magnética se puede utilizar para detectar tendinitis crónica (inflamación del tendón) o roturas de tendón (aunque esto suele ser evidente en el examen físico). En casos de tendinitis, como la que se observa con la "rodilla de saltador", una resonancia magnética generalmente revelará una lesión progresiva de la rodilla en forma de cicatrices, inflamación y malformaciones del tendón en sí.