Las glándulas parótidas son las más grandes de los tres pares de glándulas salivales principales. Cuando come, no son solo los dientes y la mandíbula los que ayudan a procesar la comida. La saliva ayuda a descomponer los alimentos que ingiere, a pasarlos por la garganta y a protegerlo de las infecciones. Las otras glándulas salivales principales son las glándulas submandibulares y las glándulas sublinguales. Además, existen cientos de glándulas salivales menores.
Amy Frazier, Shooting the Kids Photography / Moment / Getty ImagesAnatomía
Las glándulas parótidas se desarrollan temprano, entre las seis y siete semanas de gestación. Comenzando como pequeños brotes en la cavidad oral, estas glándulas eventualmente forman dos lóbulos que se ubican justo en frente de las orejas a cada lado, extendiéndose desde el pómulo hasta la línea de la mandíbula. La arteria carótida externa suministra sangre a la glándula parótida.
Aproximadamente del tamaño de una nuez, los dos lóbulos de la glándula parótida están separados por el nervio facial, o par craneal VII. La ubicación de este nervio en relación con la glándula parótida es particularmente importante durante los procedimientos quirúrgicos que involucran la glándula parótida, ya que el nervio facial suministra señales que controlan cosas como el movimiento de los ojos y la boca.
Varios ganglios linfáticos también se encuentran dentro y alrededor de la glándula parótida.
Estructura
La propia glándula parótida está envuelta en una capa de tejido conectivo y tiene la forma de una pirámide invertida. Es una glándula serosa que contiene un líquido similar al plasma rico en enzimas. La glándula en sí es amarillenta y de forma irregular.
La parte lateral de la glándula, el área más cercana a la superficie de la piel, está cubierta de ganglios linfáticos y la superficie interior está ranurada y se encuentra con la mandíbula y el masetero.
El tejido graso y el nervio facial corren entre los dos lóbulos de la glándula parótida, que se abre en la boca cerca del segundo molar superior. Esta abertura se conoce como conducto parotídeo o conducto de Stensen.
Función
La función principal de la glándula parótida es la creación de saliva. Es la saliva misma la que realiza una serie de funciones cruciales. La saliva es una solución hipotónica creada a través del esfuerzo conjunto de todas las glándulas salivales. Contiene electrolitos, macromoléculas y enzimas.
La saliva tiene una serie de funciones importantes en el cuerpo:
- Aporta lubricación a la boca.
- Ayuda a masticar (masticar).
- Ayuda a tragar, hablar y digerir.
- Ayuda a descomponer los alimentos para la digestión. La enzima amilasa es particularmente importante para descomponer los carbohidratos.
- Previene infecciones en boca y garganta.
- Ayuda a prevenir la caries dental (caries).
Cuando las glándulas parótidas funcionan mal o dejan de funcionar, el flujo de saliva disminuye y puede causar una serie de problemas.
Condiciones asociadas
Hay una serie de afecciones o problemas que pueden afectar la salud y el funcionamiento de la glándula parótida. Dado que la glándula contribuye a importantes funciones generales del cuerpo, cualquier problema con esta glándula puede significar problemas para todo el sistema.
Tumores de la glándula parótida
Los tumores pueden crecer en cualquier lóbulo de la glándula parótida. Si bien estos generalmente no son cancerosos, los tumores cancerosos pueden afectar la glándula parótida.
La extirpación es el tratamiento necesario en cualquier escenario, ya que estos tumores pueden afectar la función de la glándula parótida y causar hinchazón en la cara y la mandíbula. Si bien esta hinchazón no suele ser dolorosa, puede causar entumecimiento e incluso pérdida del movimiento facial.
Cáncer de glándula parótida
Cuando los tumores de la glándula parótida son cancerosos, requieren extirpación y, a menudo, también un tratamiento adicional. La estrecha relación de las glándulas parótidas con el sistema linfático significa que el cáncer se puede diseminar fácilmente desde esta ubicación, por lo que es posible que se requiera radiación y quimioterapia si un tumor es canceroso.
Parotidectomía
Cuando los tumores se extirpan de la glándula parótida, esta cirugía se llama parotidectomía. Una parotidectomía superficial implica la extirpación total o parcial del lóbulo superficial (externo) de la glándula parótida. Una parotidectomía total involucra tanto los lóbulos profundos como superficiales de la glándula. Ambos procedimientos requieren una gran precisión para evitar dañar el nervio facial.
Sialoadenitis
Esta condición es causada por bacterias, virus u obstrucciones. Disminuye el flujo salival, lo que aumenta la infección, el dolor y la hinchazón.
Las bacterias estafilocócicas y el virus de las paperas son los principales culpables de esta afección. Puede tratarse con hidratación oral, compresas tibias, antibióticos y sialogogos, medicamentos que aumentan la saliva.
Sialolitiasis
Esta condición ocurre cuando una piedra u otra partícula pequeña se aloja en el conducto salival. Es la causa más común de enfermedades y trastornos de las glándulas salivales.
El resultado de estos bloqueos es una hinchazón dolorosa, a menudo durante y después de comer. A menudo se requiere la extirpación quirúrgica del conducto y se pueden usar medicamentos como los sialogogos para ayudar a restaurar el flujo de saliva.
Pruebas
El primer paso para diagnosticar cualquier afección, incluidas las de la glándula parótida, es un examen físico completo. Hay una serie de otras pruebas o exámenes que también pueden ser necesarios para determinar el tamaño, la extensión y la gravedad de cualquier afección que afecte la glándula parótida.
Aquí hay algunas pruebas que su médico puede querer realizar si sospecha que tiene un problema con su glándula parótida:
- Examen físico, incluida la palpación de la cabeza y el cuello
- Una biopsia para recolectar células o líquido de la glándula parótida, que se realiza con una aguja fina que se inserta directamente en la glándula.
- Pruebas de diagnóstico por imágenes como una ecografía, una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (IRM) para visualizar mejor la estructura y función de la glándula parótida.