La radioterapia es a menudo parte del tratamiento del cáncer de pulmón. Tanto los cánceres de pulmón de células pequeñas como los de células no pequeñas se tratan con frecuencia con radioterapia, que a menudo se combina con quimioterapia y / o cirugía.
Los rayos de radiación de alta energía dirigidos hacia el cuerpo romperán el ADN dentro de las células. Esto hace que las células mueran o dejen de dividirse, lo que puede controlar la enfermedad y reducir el tamaño de los tumores.
Verywell / Brianna Gilmartin¿Cuándo se usa la radiación para el cáncer de pulmón?
Dependiendo del tipo y la etapa de su cáncer de pulmón, es posible que reciba radioterapia en diferentes momentos de su curso de tratamiento. Por ejemplo, puede ayudar a aliviar sus síntomas o puede ser un tratamiento paliativo, reduciendo o eliminando las células cancerosas.
Sus médicos podrían considerar la radiación:
- Antes de la cirugía: la radiación puede disminuir el tamaño del tumor, lo que hace que el procedimiento sea más simple y tenga más probabilidades de tener éxito.
- Después de la cirugía: el área operatoria se trata con radiación para tratar las células cancerosas restantes (que pueden estar presentes pero no detectables en las exploraciones).
- Como una oportunidad para curar el cáncer: con el cáncer de pulmón en etapa temprana, la radiación puede tener tanto éxito como la cirugía para ofrecer una gran probabilidad de supervivencia a largo plazo. Sin embargo, sus médicos pueden dudar en usar la designación "curado", ya que Siempre existe la posibilidad de que el cáncer de pulmón reaparezca.
- Para tratar el cáncer de pulmón: La radiación puede prevenir el crecimiento de células cancerosas en el pulmón, los ganglios linfáticos cercanos o las áreas donde el cáncer ha hecho metástasis (como el cerebro).
- Como prevención: la radiación puede reducir el riesgo de recurrencia o propagación. En el cáncer de pulmón de células pequeñas, a veces se administra radioterapia al cerebro para destruir cualquier célula que pueda haberse diseminado al cerebro pero que no se detecta mediante imágenes, lo que se denomina irradiación craneal profiláctica (PCI).
Cuando el cáncer de pulmón se disemina al cerebro u otra área del cuerpo, a veces solo se detecta una o unas pocas metástasis. Esto se llama oligometástasis. En estos casos, ciertos tipos de radioterapia han ayudado a las personas a controlar la enfermedad a largo plazo.
Tipos de radiación
Existen varias técnicas para el tratamiento del cáncer por radiación. Para el cáncer de pulmón, las opciones de radiación incluyen radioterapia de haz externo (EBRT), que proviene del exterior del cuerpo, y radiación interna, en la que se colocan materiales radiactivos directamente dentro del tumor de cáncer de pulmón.
Ambos métodos detienen la producción de células cancerosas en el cuerpo, que normalmente se multiplican más rápido y con mayor frecuencia que las células normales. Las células sanas también pueden verse afectadas por la exposición a la radiación y esto puede provocar efectos secundarios.
Radioterapia de haz externo (EBRT)
Este es el tipo de radiación más común que se usa para el cáncer de pulmón y que involucra radiación de dosis alta emitida por una máquina fuera del cuerpo.
Los tipos de EBRT que se utilizan para tratar el cáncer de pulmón incluyen:
Radioterapia convencional (bidimensional)
Históricamente, esta fue la única alternativa de tratamiento local para los pacientes con cáncer de pulmón en estadio temprano con tumores inoperables.
Al carecer de vistas anatómicas detalladas ahora disponibles con la tecnología de tomografía computarizada (TC) tridimensional, esta forma de radiación no permite una precisión significativa y da como resultado resultados deficientes.
Radioterapia conformada tridimensional (3D-CRT)
Esta terapia mejora la terapia convencional al permitir que el técnico vea todos los lados del tumor. La radiación se puede dirigir más específicamente desde diferentes direcciones para que coincida con la forma del tumor.
Sin embargo, este método todavía es imperfecto porque se basa en cierto grado en prueba y error para que los haces de radiación apunten perfectamente.
Radioterapia de intensidad modulada (IMRT)
Esto se considera superior a 3D-CRT en el sentido de que elimina algunas conjeturas de los tratamientos.
Los algoritmos del sistema determinan los haces que deben colocarse y calculan la dosis de radiación para lograr resultados óptimos. Esta técnica también disminuye la exposición innecesaria a la radiación, por lo que puede reducir la toxicidad relacionada con la radiación.
Radioterapia corporal estereotáctica (SBRT)
La radioterapia corporal estereotáctica (SBRT) es una técnica en la que se administra una dosis alta de radiación a un área relativamente pequeña de tejido canceroso para preservar el tejido sano.
A diferencia de otros tipos de radioterapia para el cáncer de pulmón, la SBRT a veces ofrece una buena posibilidad de supervivencia a largo plazo o, posiblemente, una cura. La SBRT también se puede usar, en ocasiones, para el cáncer de pulmón que se ha diseminado. Cuando solo hay unas pocas metástasis del cáncer de pulmón, como en el cerebro o el hígado, la SBRT también, en ocasiones, ha dado como resultado un control a largo plazo de la enfermedad.
Este tipo de radiación a veces se denomina con el nombre de la empresa que fabrica la máquina que se utiliza. Algunos nombres que puede escuchar en referencia a SBRT incluyen X-Knife, CyberKnife, Clinac y Gamma Knife.
Para que la SBRT sea eficaz, los tumores deben ser pequeños, generalmente de menos de 5 centímetros (2 a 3 pulgadas) de diámetro. El cáncer al que se dirige no debe estar demasiado cerca de las vías respiratorias, el corazón u otras estructuras críticas.
Radiación interna
La radiación interna implica la colocación de un implante radiactivo en su cuerpo, cerca del tumor. También conocida como braquiterapia, se usa un tubo delgado llamado broncoscopio para colocar el implante en el área precisa que se necesita. El tubo se retira después del tratamiento, pero el implante puede ser temporal o permanente.
La braquiterapia se utiliza a menudo para los cuidados paliativos y proporciona una forma eficaz de controlar las dificultades respiratorias que pueden ocurrir a medida que avanza el cáncer de pulmón. Puede mejorar sustancialmente la calidad de vida, pero no pretende curar el cáncer ni prolongar la supervivencia.
Durante el tratamiento
La dosis de radiación, la duración de la exposición y el proceso de tratamiento dependen del tipo de radiación que le receten.
Cómo se administra la terapia externa
Con radiación externa, cada tratamiento dura de 15 a 30 minutos, generalmente administrado diariamente durante varias semanas.
Antes de su tratamiento, le darán uno o más tatuajes de cáncer de pulmón, que son marcas de tinta permanentes del tamaño de una peca que recubren el tumor en su pulmón y que marcan con precisión hacia dónde debe dirigirse la radiación.
Luego se realiza una simulación, durante la cual deberá permanecer muy quieto sobre una mesa mientras su oncólogo radioterapeuta hace los ajustes necesarios para colocar el rayo en la posición perfecta. Luego calcularán una dosis de radiación (medida en Gy, pronunciadagris) que se administrará durante la duración de su terapia.
Cómo se administra la terapia interna
Para la terapia interna, generalmente es necesario que lo ingresen en el hospital para que le coloquen el implante. Esto requiere una breve operación con anestesia general o local. Su médico usará un tubo y una herramienta de imágenes (radiografía o tomografía computarizada) para colocar el implante cerca de su tumor.
El tiempo que el implante permanece dentro de su cuerpo varía, dependiendo de la dosis que se administre:
- Braquiterapia de dosis alta: con la terapia de dosis alta, el implante puede dejarse durante varios minutos a la vez mientras se emite una gran dosis de radiación. Los tratamientos pueden repetirse dos veces al día durante unos días o una vez al día durante algunas semanas. El tubo de aplicación puede dejarse en su lugar hasta que se complete la serie de tratamientos de radiación.
- Braquiterapia de dosis baja: con la braquiterapia de dosis baja, se puede dejar un implante durante uno o más días para permitir que emita dosis bajas de radiación todo el tiempo. Algunos implantes más pequeños nunca se quitan, pero dejarán de emitir radiación después de varias semanas.
Manejo de la radiactividad
Con un implante radioactivo, su cuerpo puede emitir una pequeña cantidad de radiación durante un período breve.
- Cuando tenga un implante temporal, es posible que deba permanecer en el hospital con visitas limitadas (evitando mujeres embarazadas y niños) durante la duración de su tratamiento. Una vez que se retira el implante, es posible que su cuerpo ya no emita radiación.
- Los implantes permanentes dejan de emitir radiación en unas pocas semanas. El riesgo de exposición es muy bajo con estos implantes, pero pídale a su médico que le confirme si debe tomar precauciones.
Efectos secundarios
Existen algunos efectos secundarios menores y graves de la radioterapia que debe analizar con su médico antes de comenzar los tratamientos.
Efectos secundarios tempranos
Estos problemas tienden a ocurrir poco después de comenzar la radiación. Suelen ser leves y no deberían durar mucho:
- Fatiga (sentirse cansado)
- Cambios en la piel.
La caída del cabello generalmente ocurre en el sitio de la radiación; puede perder cabello en la cabeza cuando la radiación se dirige a su cerebro, o puede perder vello en el pecho cuando la radiación se dirige a sus pulmones. El cabello puede volver a crecer a veces, pero puede volver a crecer de manera diferente que antes, o la caída del cabello puede ser permanente.
Efectos secundarios tardíos
Los efectos secundarios que pueden ocurrir meses o años después del tratamiento con radiación incluyen:
- Daño pulmonar inducido por radiación
- Neumonitis por radiación (inflamación de los pulmones)
- Fibrosis pulmonar (puede resultar de neumonitis si no se diagnostica y trata de inmediato)
Las complicaciones pueden afectar cualquier área del tejido que haya estado expuesta a la radiación. Cuanto mayor sea la dosis de radiación, mayor será el riesgo de efectos secundarios retardados.
Las tasas de supervivencia del cáncer de pulmón están mejorando, lo cual es algo maravilloso. Pero una vida más larga también significa que existe una mayor probabilidad de desarrollar efectos secundarios a largo plazo de la radioterapia.
Una palabra de Verywell
La radioterapia puede tardar un tiempo en comenzar a funcionar, pero los beneficios continúan durante mucho tiempo después de que se completa el tratamiento. Cuando haga un seguimiento con su oncólogo radioterapeuta, se le realizarán pruebas y exámenes de seguimiento para verificar su progreso.
Tenga en cuenta que luchar contra el cáncer de pulmón es una carrera de larga distancia que puede incluir un seguimiento de por vida, algunos contratiempos y, con suerte, muchas victorias. A medida que los tratamientos continúan mejorando, debería poder aprovechar más oportunidades para disfrutar de una alta calidad de vida mientras continúa su viaje.