El mareo subjetivo crónico (CSD) probablemente ha estado con nosotros durante siglos, pero solo se ha reconocido como un síndrome clínico hace relativamente poco tiempo.
La premisa básica de la CSD es que un problema físico, como una infección del oído interno, daña temporalmente el nervio vestibular. Mientras que en muchas personas el cerebro es capaz de reajustarse por este daño y aprender a operar sin sentimientos de desequilibrio, en otras personas el cerebro nunca aprende a adaptarse.
La CSD está fuertemente asociada con la ansiedad, así como con los tipos de personalidad introvertida, y se ha teorizado que esto puede reflejar la predisposición del cerebro a estar hipervigilante a las amenazas, incluida la posibilidad de caerse. Como resultado, después del daño inicial a En la red vestibular, el cerebro está permanentemente en guardia, enviando advertencias de que uno está a punto de caer, incluso si el peligro real ha pasado. Es un poco como si la luz de "revisar el motor" permaneciera encendida a pesar de que el motor de su automóvil se había reparado meses antes.
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Opciones de tratamiento
La CSD puede ser muy perjudicial para la vida de las personas, ya que la constante sensación de desequilibrio puede impedir que las personas realicen actividades diarias como su trabajo. Si bien no se han realizado ensayos controlados a gran escala para la CSD, los estudios a menor escala respaldan el uso de tres formas principales de tratamiento. Estos formularios incluyen:
- Terapia vestibular
- Terapia de conducta cognitiva
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (normalmente utilizados para tratar la depresión).
Terapia vestibular
La terapia vestibular es un tipo de fisioterapia (PT) dedicada a mejorar el equilibrio de una persona. Un terapeuta vestibular capacitado debe guiar los ejercicios de tratamiento. El objetivo es entrenar al cerebro para que se adapte a la nueva información sensorial relacionada con el equilibrio.
Los posibles ejercicios incluyen observar un círculo girado y rayado para acostumbrarse al estímulo vertiginoso, caminar por un pasillo mientras mira imágenes en las paredes o desarrollar de manera gradual y metódica una tolerancia a girar la cabeza. De hecho, todos los ejercicios deben iniciarse lentamente y aumentarse gradualmente para evitar provocar una sensación de mareo tan fuerte que se interrumpa la terapia. En cambio, un programa de ejercicio regular, paciente y persistente suele ser más exitoso, aunque es posible que no se obtengan todos los beneficios hasta por 6 meses.
Un estudio de personas con CSD tratadas con entrenamiento vestibular y evaluadas con posturografía encontró mejoras significativas en la posturografía para muchas de ellas, y el 79% informó que sintieron una mejoría subjetiva.
Medicamentos
Ningún estudio se ha centrado específicamente en pacientes con CSD, aunque algunos ensayos abiertos han analizado a pacientes con mareos crónicos, muchos de los cuales probablemente tenían CSD. En conjunto, estos ensayos parecen sugerir algún beneficio para los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación serotoninérgica-noradrenérgica (ISRS). Los efectos secundarios comunes de los ISRS y los ISRS incluyen trastornos del sueño y náuseas, que pueden provocar cierta intolerancia. La buena noticia es que, además de tratar el mareo crónico, también se encontró que estos antidepresivos reducen las tasas de ansiedad y depresión en los pacientes que los toman (imagínese).
Psicoterapia
Al menos cinco estudios han investigado técnicas de terapia cognitivo-conductual en pacientes con CSD. La tendencia general entre estos estudios es hacia un beneficio significativo en la reducción de los mareos. Solo un ensayo realizó un seguimiento de los pacientes durante un año, y este no observó beneficios sostenidos en ese momento. En este punto, se necesitan investigaciones más definitivas para aprovechar estos primeros resultados.
Algunas personas se resisten a la idea de que la ansiedad o la personalidad puedan tener algún papel en su mareo, sintiendo que esto implica que la CSD está "en sus cabezas". Tal pensamiento puede prevenir el uso de cualquier medicamento o tratamiento generalmente asociado con problemas psiquiátricos como la depresión.
Línea de fondo
El mareo subjetivo crónico es un trastorno de definición relativamente reciente, aunque los síntomas que describe son antiguos y comunes. Si se reconoce, la CSD parece responder bien a la terapia vestibular, los medicamentos y posiblemente la terapia cognitivo-conductual. Preferiblemente, estas técnicas se usarían en combinación para maximizar los beneficios potenciales.