En los días posteriores al diagnóstico de cáncer de una persona, la pareja o el cónyuge generalmente estarán completamente interesados en ayudar a su ser querido a superar la crisis. No es inusual que las parejas asistan juntas a todas las citas médicas y sesiones de quimioterapia, o que vean a una pareja hacerse cargo de los medicamentos, las tareas del hogar, los niños, la programación, las comidas y una serie de otras tareas sin dudarlo ni quejarse.
Sturti / Getty ImagesPero luego, después de meses o incluso años de dedicar su tiempo y energía como pareja y cuidadora, los sentimientos de resentimiento y enojo pueden comenzar a filtrarse. De repente, comienzan a formarse fracturas en la relación, lo que genera dudas sobre si el matrimonio realmente puede sobrevivir al tratamiento del cáncer.
Por desconcertantes que sean estos sentimientos, es importante saber que son completamente normales. Puede que no nos gusten, incluso pueden mortificarnos, pero trabajar juntos sobre los sentimientos le permite mantener intactos su matrimonio y su relación personal.
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Comprender las razones del resentimiento
Cuando nos enfrentamos a algo tan grande como el tratamiento contra el cáncer de un ser querido, a menudo tratamos de controlar la situación y hacer las cosas bien. Leemos todos los libros, estudiamos todos los hechos y hacemos todo lo que se supone que debemos hacer para llegar a la meta final: la recuperación.
Pero no siempre resulta así. Al final, el cáncer no tiene un curso fijo. Habrá días buenos y malos, y la recuperación puede extenderse mucho más allá de lo que cualquiera de ustedes podría haber esperado. Frente a estas realidades, sería justo sentir frustración, incluso resentimiento, a medida que el agotamiento físico y emocional comienza a pasar factura.
En la mayoría de los casos, estos sentimientos se desplazan, lo que significa que el verdadero objeto de su resentimiento no es su pareja, sino el cáncer de su pareja. Sus seres queridos simplemente le dan al cáncer un rostro y un nombre al que usted puede señalar y desahogar su enojo.
Desencadenantes del resentimiento y la ira
Ciertos eventos o situaciones pueden desencadenar estos sentimientos, algunos de los cuales puede ser consciente y otros que parecen surgir de la nada.
Algunos de los desencadenantes más comunes incluyen:
- Empiezas a sentir el peso de tu sacrificio. Antes del cáncer, es posible que haya trabajado horas extra para ahorrar para una casa nueva o unas vacaciones; ahora está trabajando para pagar los medicamentos y el tratamiento que su seguro no cubrirá. No tienes elección; necesitas el dinero. En poco tiempo, su vida social y laboral comienza a sufrir, y los sacrificios que hace de repente parecen forzados y abrumadores.
- Siente que tiene más tareas de las que puede realizar. Cuando su cónyuge está enfermo, a menudo se ve obligado a asumir responsabilidades que nunca antes había tenido. De repente, puede encontrarse haciendo malabarismos con las tareas domésticas y un trabajo de tiempo completo. Con el tiempo, puede comenzar a dudar si lo está haciendo bien. Empiezan a aparecer inseguridades.
- Su cónyuge ha perdido interés en el sexo y la intimidad. Una libido baja puede ser un efecto secundario del tratamiento del cáncer. También puede ser causada por una baja autoestima debido a la caída del cabello, la pérdida de peso y el estrés diario de estar enfermo. Si tenía una vida sexual saludable antes del tratamiento, puede resultarle difícil abstenerse de la intimidad durante un período prolongado. Cuanto más intente ocultar este sentimiento, peor se pondrán los sentimientos.
- El estrés de ser un cuidador se ha vuelto abrumador. Cuidar las necesidades diarias de su cónyuge puede ser estresante. Puede dudar de sus habilidades, tener problemas para organizar su tiempo y sentir que su vida ya no es suya. La prestación de cuidados es una función exigente que, incluso en las mejores circunstancias, puede llevar al agotamiento del cuidador.
Consejos para afrontar las emociones cuando su cónyuge está enfermo
La conclusión es la siguiente: cualquier resentimiento que pueda sentir hacia su cónyuge probablemente se deba al estado mental, físico y emocional en el que se encuentra. Ciertamente, a nadie le gusta tener estos sentimientos, pero si está sobrecargado y agotado, es probable que aparezcan, te guste o no.
Hay algunas cosas que puede hacer para afrontar mejor estos sentimientos:
- Mantén tus ojos en el premio. El cáncer puede haberse convertido en parte de quién es su cónyuge, pero no lo define. Concéntrese en las cualidades que siempre ha amado de su otra mitad, ya sea una risa, una sonrisa o una peculiaridad personal que nadie más puede entender. Esas cualidades siguen ahí.
- Haga planes para el futuro. Recuerde que hay un futuro después del cáncer. Trate de hacer planes con su cónyuge. Si se resiste, acéptelo como algo a lo que puede volver más tarde. Es posible que se sorprenda de que la segunda (o tercera) vez, su cónyuge esté allí con usted.
- Comunique sus sentimientos. No hay forma de manejar tus emociones si las tragas. Expresar sus sentimientos, tanto positivos como negativos, le permite compartir cómo se siente en lugar de concentrarse en un evento que puede haber estimulado esos sentimientos. Las emociones son cosas que puede abordar y cambiar; los eventos y situaciones a menudo no lo son.
- Busque apoyo. Como cónyuge de una persona con cáncer, no puede pretender hacerlo solo. Los grupos de apoyo, ya sean tradicionales o en línea, son excelentes formas de compartir sus sentimientos libremente y sin culpa. Los miembros del clero, los consejeros y los amigos de confianza también son buenos medios. Cuanto más apoyo tenga, mejor equipado estará para apoyar a su ser querido.
- Obtenga ayuda antes de que la necesite. En el mercado en línea actual, hay muchas formas de encontrar ayuda para cocinar, limpiar, cuidar de los niños, hacer las compras y otras tareas que pueden resultarle abrumadoras. Comuníquese con amigos y familiares, o pida ayuda a los vecinos con el césped o con las compras. A menudo son estas pequeñas frustraciones las que se acumulan en los grandes estallidos emocionales.
- Tomar descansos. El alivio de la prestación de cuidados es esencial para su bienestar físico y emocional. Incluso si se siente culpable por ello, tomar descansos ocasionales le permite dar un paso atrás y ganar perspectiva para manejar mejor el estrés en el hogar. Las agencias locales de salud en el hogar pueden ayudar a encontrar cuidadores que puedan intervenir durante una o dos horas, ayudándole con las tareas del hogar y otras tareas mientras usted se da tiempo para recargar las baterías.