La esquizofrenia es una condición heterogénea caracterizada por una variedad de síntomas diferentes. Un síntoma muy difícil de manejar es la desorganización.
La desorganización afecta la capacidad de uno para ordenar y ordenar sus pensamientos y perturba enormemente el habla, por lo que es muy difícil comunicarse. La desorganización también puede manifestarse como cambios de comportamiento inapropiados o impredecibles. Estos síntomas pueden hacer que sea muy difícil para las personas trabajar e interactuar con otros en entornos sociales.
La esquizofrenia desorganizada, también conocida como hebefrenia, alguna vez se reconoció como un subtipo de la afección, pero ahora se considera simplemente un conjunto de comportamientos o síntomas que experimentan muchas personas con esquizofrenia.
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Signos y síntomas
Cada persona con esquizofrenia experimenta diferentes tipos de síntomas, que generalmente se organizan en tres categorías: síntomas positivos, negativos y cognitivos.
Síntomas positivos
Algunos pensamientos o comportamientos se denominan positivos porque las personas sin esta afección no los experimentan, entre ellos:
- Alucinaciones
- Alucinaciones
- Discurso o comportamiento desorganizados
- Comportamiento motor anormal
Síntomas negativos
Los síntomas negativos alteran enormemente la calidad de vida y pueden ser muy difíciles de tratar, entre los que se incluyen:
- Expresiones verbales deprimidas
- Dificultad para expresar emociones.
- Falta de interés en las actividades.
Síntomas cognitivos
Estos síntomas, como se nombran, se relacionan con problemas cognitivos:
- Problemas con la memoria
- Dificultad para concentrarse
- Problemas para organizar los pensamientos
Las personas con síntomas desorganizados de esquizofrenia pueden verse más afectadas por las dificultades del habla y el comportamiento.
Cambio en los subtipos de esquizofrenia
losManual diagnóstico y estadístico, o DSM, se creó para ayudar a los profesionales de la salud a diagnosticar adecuadamente a las personas con trastornos de salud mental como la esquizofrenia. Esta guía se actualiza cada pocos años para tener en cuenta nuevas investigaciones y recomendaciones clínicas de los principales profesionales de la salud mental.
En el DSM-4, la esquizofrenia se dividió en varios subtipos, incluidos paranoico y desorganizado. Sin embargo, el DSM-5 eliminó estos subtipos por completo y pasó a utilizar dimensiones para capturar la variabilidad en los síntomas de la esquizofrenia.
Por lo tanto, la desorganización ahora se considera un síntoma del trastorno, más que un subtipo. Sin embargo, sigue siendo importante comprender los síntomas desorganizados como una persona que vive con esquizofrenia o un ser querido que cuida a alguien con esta afección.
Causas
Se desconoce la causa exacta de la esquizofrenia, pero se ha descubierto que una serie de factores genéticos y ambientales y su interacción contribuyen a esta afección. Varios genes, incluidosDISCO1, se han relacionado con el riesgo de desarrollar esquizofrenia. Las experiencias de la vida, como el trauma, también pueden contribuir a este riesgo.
La hipótesis del desarrollo neurológico afirma que la esquizofrenia es el resultado de una interrupción en el desarrollo del cerebro en una etapa temprana de la vida. Dado que los síntomas generalmente no surgen hasta la adolescencia o más tarde, cuando el cerebro está mayormente desarrollado, muchos han sugerido que esta puede ser la clave para comprender el trastorno. Sin embargo, esta es solo una de las muchas teorías.
Dentro del cerebro mismo, la esquizofrenia está asociada con un exceso de dopamina, un neurotransmisor (o mensajero químico) que regula tanto la actividad motora como la cognitiva. Sin embargo, también se han implicado muchos otros neurotransmisores, incluidos el glutamato y el GABA.
¿Qué causa la esquizofrenia?
Diagnóstico
Según el DSM-5, una persona que presenta dos o más de los siguientes síntomas:
- Alucinaciones
- Alucinaciones
- Discurso desorganizado
- Comportamiento extremadamente desorganizado o catatónico
- Síntomas negativos
Cumplen con los criterios de esquizofrenia si estos síntomas duran al menos un mes. Además, los síntomas experimentados deben incluir delirios, alucinaciones o habla desorganizada. Las personas también deben mostrar un funcionamiento deficiente en el trabajo, las relaciones interpersonales y el autocuidado.
Un psiquiatra u otro profesional de la salud mental pueden diagnosticar la esquizofrenia. Un médico puede realizar un examen físico, realizar pruebas de diagnóstico, como análisis de sangre, y ordenar una exploración del cerebro, como una resonancia magnética, para descartar posibles contribuciones médicas o neurológicas a los síntomas.
Las condiciones que un profesional de la salud mental puede considerar incluyen:
- Trastorno depresivo mayor con características psicóticas o catatónicas
- Trastorno esquizoafectivo
- Trastorno esquizofreniforme
- Desorden obsesivo compulsivo
- Desórden dismórfico del cuerpo
- Trastorno de estrés postraumático
También deberán determinar que los síntomas no son el resultado del abuso de sustancias u otra afección médica. Una vez que se revisan todos los resultados de la prueba y se descartan causas alternativas, se puede hacer un diagnóstico definitivo de esquizofrenia.
Tratamiento
Medicamentos
Hay varios tipos de terapias farmacéuticas disponibles para tratar la esquizofrenia.
Hay dos categorías principales de tratamientos: antipsicóticos de primera y segunda generación. "Primera generación" se refiere a medicamentos más antiguos, mientras que "segunda generación" se refiere a medicamentos más nuevos. Los medicamentos más antiguos incluyen aquellos que se dirigen al sistema de dopamina en el cerebro. Los medicamentos más nuevos también afectan a otros sistemas de neurotransmisores.
Los antipsicóticos de primera generación que se usan para tratar la esquizofrenia incluyen:
- Clorpromazina (torazina)
- Flufenazina (Proxlixin)
- Haloperidol (Haldol)
- Loxapina (Loxitane)
- Perfenazina (Trilafon)
- Thiothixene (Navane)
- Trifluoperazina (estelazina)
Los antipsicóticos de segunda generación que se usan para tratar la esquizofrenia incluyen:
- Aripiprazol (Abilify)
- Asenapina (Saphris)
- Clozapina (Clozaril)
- Iloperidona (Fanapt)
- Lurasidona (Latuda)
- Olanzapina (Zyprexa)
- Paliperidona (Invega)
- Risperidona (risperdal)
- Quetiapina (Seroquel)
- Ziprasidona (Geodon)
Un medicamento antipsicótico de segunda generación único llamado clozapina es el único medicamento antipsicótico aprobado por la FDA que se usa para tratar la esquizofrenia refractaria y ha sido el único indicado para reducir el riesgo de suicidio. Sin embargo, tiene múltiples riesgos médicos además de estos Beneficios.
Si bien los productos farmacéuticos pueden ser muy efectivos, incluso los medicamentos más nuevos suelen ir acompañados de efectos secundarios no deseados, como el aumento de peso. Estos efectos secundarios pueden provocar una menor adherencia a los medicamentos.
En la actualidad, existen medicamentos que no necesitan tomarse a diario, lo que puede ser una opción adecuada para las personas que no quieren o no pueden tomar pastillas con regularidad. Estos se denominan inyectables de acción prolongada y pueden ser administrados por un profesional de la salud. Duran en su sistema durante varias semanas. Es importante discutir todas las posibles opciones de tratamiento con los médicos para encontrar la mejor manera de controlar los síntomas de la esquizofrenia.
Psicoterapia
Las personas con esquizofrenia también pueden someterse a psicoterapia. Los profesionales de la salud mental capacitados para trabajar con personas con esta afección pueden proporcionar herramientas y estrategias únicas que pueden ayudar a que los síntomas sean más manejables. Se pueden adaptar diferentes enfoques terapéuticos para abordar comportamientos y síntomas específicos que son más difíciles de tratar:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): ayuda a las personas a comprender cómo los pensamientos distorsionados contribuyen a los síntomas y comportamientos.
- Psicoterapia de apoyo: ayuda a una persona a procesar su experiencia y a ayudarla a sobrellevar la situación mientras vive con esquizofrenia.
- Terapia de mejora cognitiva: promueve el funcionamiento cognitivo y la confianza en la capacidad cognitiva a través de sesiones grupales y entrenamiento cerebral por computadora
Cuándo buscar ayuda
Muchas personas con esquizofrenia pueden controlar sus síntomas con la ayuda de sus profesionales de la salud. Sin embargo, algunas personas aún pueden tener dificultades para controlar ciertos comportamientos o síntomas. También pueden dejar de tomar sus medicamentos sin decírselo a nadie. Esto puede crear una situación estresante para ellos y sus seres queridos.
Es importante saber cuándo llamar para solicitar ayuda de emergencia. Si una persona con esquizofrenia representa un daño inmediato para sí misma o para los demás, su ser querido debe llamar al 911. Si tiene pensamientos suicidas, llame al 1-800-273-8255 para conectarse con la Línea Nacional de Prevención del Suicidio para recibir apoyo de un consejero capacitado.
Albardilla
El diagnóstico de una condición de salud mental como la esquizofrenia puede ser muy abrumador. Muchas personas con esquizofrenia, según la gravedad de sus síntomas y cómo responden a los medicamentos, pueden trabajar y participar en interacciones sociales. Sin embargo, el estigma asociado con esta afección puede dificultar que las personas acepten un diagnóstico y continúen con el tratamiento.
Algunas formas de ayudar a controlar su enfermedad incluyen:
- Manejo del estrés: el estrés puede desencadenar psicosis y empeorar los síntomas de la esquizofrenia, por lo que mantenerlo bajo control es extremadamente importante. No acepte más de lo que puede manejar. Además, practique la atención plena o la meditación para mantener la calma y mantener a raya el estrés.
- Dormir lo suficiente: cuando está tomando medicamentos, lo más probable es que necesite dormir aún más que las ocho horas estándar. Muchas personas con esquizofrenia tienen problemas para dormir, pero los cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio con regularidad y evitar la cafeína, pueden ayudar.
- Evitar el alcohol y las drogas: el consumo de sustancias afecta los beneficios de la medicación y empeora los síntomas.
- Mantener las conexiones: tener amigos y familiares involucrados en su plan de tratamiento puede ser de gran ayuda para la recuperación. Las personas que viven con esquizofrenia a menudo tienen dificultades en situaciones sociales, así que rodéese de personas que entiendan por lo que está pasando.
Hay muchos recursos disponibles para ayudar a las personas con esquizofrenia, que incluyen:
- La Alianza Nacional de Enfermedades Mentales (NAMI)
- Alianza de Estados Unidos para la esquizofrenia y trastornos relacionados (SARDAA)
- Grupos de apoyo locales
Apoyando a un ser querido
Las personas con esquizofrenia pueden necesitar mucha ayuda de sus seres queridos. Es posible que la familia o los amigos necesiten recordarle a su ser querido que debe tomar sus medicamentos, ir a las citas médicas programadas y cuidar su salud.
Consejos para los cuidadores de alguien con esquizofrenia:
- Responde con calma: las alucinaciones y los delirios le parecen reales a tu ser querido, así que explícale con calma que ves las cosas de manera diferente y sé respetuoso sin tolerar comportamientos peligrosos o inapropiados.
- Preste atención a los desencadenantes: puede ayudar a su familiar o amigo a comprender y tratar de evitar las situaciones que desencadenan sus síntomas o provocan una recaída o interrumpen las actividades normales.
- Ayude a garantizar que los medicamentos se tomen según lo prescrito: muchas personas se preguntan si todavía necesitan el medicamento cuando se sienten mejor o si no les agradan los efectos secundarios. Anime a su ser querido a tomar sus medicamentos con regularidad para evitar que los síntomas reaparezcan o empeoren.
- Comprender la falta de conciencia: es posible que su familiar o amigo no pueda ver que tiene esquizofrenia. Muestre apoyo ayudándoles a estar seguros, a recibir terapia y a tomar los medicamentos recetados.
- Ayude a evitar las drogas o el alcohol: se sabe que estas sustancias empeoran los síntomas de la esquizofrenia y desencadenan la psicosis. Si su ser querido desarrolla un trastorno por uso de sustancias, es esencial obtener ayuda.
No existe cura para la esquizofrenia y es una enfermedad crónica. Los cuidadores deben recordar cuidar su salud y la de su ser querido y buscar apoyo cuando sea necesario.
No dude en comunicarse con organizaciones e instalaciones que puedan ayudar:
- Grupo de apoyo familiar de NAMI
- Red de acción del cuidador
- Alianza de cuidadores familiares