Una prueba de función pulmonar en el hogar mide el flujo espiratorio máximo o PEF. Las personas que tienen asma u otras enfermedades pulmonares usan medidores de flujo máximo para monitorear objetivamente su estado respiratorio y qué tan bien se está controlando su condición, lo que les permite adelantarse a cualquier problema respiratorio inminente.
Aprender a realizar un PEF e incorporarlo a un plan de acción para el asma es una habilidad importante para todas las personas que padecen esta enfermedad. El proceso es simple de aprender y toma solo unos pocos pasos.
Imágenes de Rafe Swan / GettyPreparación para la prueba
Para prepararse para una prueba de función pulmonar en el hogar, simplemente necesita tener un medidor de flujo máximo y un gráfico que muestre los resultados esperados. Estos elementos deben formar parte de su plan de acción contra el asma. Su médico o educador sobre el asma le proporcionará instrucciones sobre la frecuencia con la que se debe realizar un PEF y le explicará cualquier pregunta o inquietud que pueda tener sobre la tarea.
Cómo realizar un PEF
Antes de realizar una prueba de función pulmonar en el hogar, para medir su PEF, elimine cualquier alimento, goma de mascar y exceso de saliva de su boca, ya que tales obstrucciones podrían interferir con la eficacia de la prueba. También revise el medidor de flujo máximo en busca de obstrucciones u objetos extraños, luego siga estos ocho sencillos pasos para realizar la prueba de manera efectiva.
- Establezca su medidor de flujo máximo en cero o en la parte inferior de la escala.
- Conecte la boquilla al medidor de flujo máximo.
- Ponte de pie para garantizar que respirarás profundamente. Permanezca de pie y no se mueva durante la prueba para que sus resultados no se vean afectados por un cambio de posición.
- Respire profundamente y coloque la boquilla del medidor de flujo máximo cerca y firmemente alrededor de sus labios. No meta la lengua dentro de la boquilla.
- Exhale con tanta fuerza como pueda, con un movimiento similar al de un resoplido, durante no más de un segundo.
- Anote la lectura en el medidor.
- Coloque el medidor de flujo máximo nuevamente a cero antes de soplar nuevamente.
- Repita el proceso de soplado y grabación dos veces más. Vuelva a hacerlo si tose o experimenta cualquier otra complicación.
Después de soplar en el medidor de flujo máximo un total de tres veces, registre su valor más alto para el día. Si se le indica, también registre las otras lecturas.
¿Es peligroso?
Puede toser o sentirse un poco mareado las primeras veces que use un medidor de flujo máximo, pero esto es normal. No existen riesgos graves para la salud asociados con la realización de una prueba de función pulmonar en el hogar y, con la práctica, será más fácil.
Si comienza a sentirse extraño, simplemente respire profundamente y permita que su cuerpo y mente se calmen. Si tiene síntomas, debe hablar con su médico, ya que puede indicar un control deficiente de su asma.
Si por alguna razón continúa sintiéndose extraño, incómodo o ansioso después de una prueba, comuníquese con su médico u otro profesional médico.
Cómo comprender sus resultados
Las pruebas de función pulmonar en el hogar que utilizan un medidor de flujo máximo controlan el estado diario de su asma. Esta medida indica la cantidad de aire que puede exhalar con fuerza cuando se esfuerza al máximo. Con esto en mente, puede esperar ver su flujo espiratorio máximo después de completar la prueba para ver si necesita tomar medidas según su plan de acción para el asma.
Luego comparará sus niveles de PEF con lo esperado. Con las tablas proporcionadas por un profesional médico que comparan su desempeño con los valores normales según el sexo, la raza, la edad y la altura, continuará con su tratamiento actual o deberá tomar medidas para asegurarse de que no está empeorando.
La mayoría de los planes se basan en el sistema de zonas con áreas verdes, amarillas y rojas, como un semáforo.
- En la zona verde o "en marcha", lo está haciendo bien y solo necesita mantener el status quo. Tiene síntomas mínimos o deterioro.
- En la zona amarilla o de "precaución", debe prestar más atención y tomar algunas medidas para prevenir el empeoramiento de los síntomas agudos del asma.
- La zona roja significa que no pudo controlar la escalada de sus síntomas. Su plan de acción le dirá qué pasos tomar, pero es importante buscar atención médica.
El objetivo es intensificar su tratamiento y evitar problemas antes de que tenga que dirigirse al consultorio de su médico o la sala de emergencias. Los colores rojo, amarillo y verde del semáforo son conocidos por todos y están asociados con una mentalidad de seguridad. Clasificar el asma de esta manera facilita que los padres y los pacientes comprendan lo que deben hacer y la seriedad de lo que está sucediendo.
Al hacer la prueba con regularidad, determinará su mejor medida personal y lo que es normal para usted. Eventualmente, sus mejores esfuerzos se utilizarán para determinar el tratamiento en lugar de una comparación estricta con las normas basadas en su altura y peso.
Siempre que sus niveles de PEF caigan por debajo de los niveles esperados establecidos en su plan de acción para el asma, debe seguir las instrucciones y comunicarse con un profesional médico de inmediato. Abordar el asma de manera oportuna es clave para tratar la afección con éxito.