El sistema inmunológico es una colección de órganos, células y tejidos que trabajan juntos para proteger su cuerpo de enfermedades causadas principalmente por patógenos (bacterias, virus, parásitos y hongos).
El sistema inmunológico es un sistema de defensa muy complejo y juega un papel directo en la inmunización, enfermedades infecciosas, alergias y enfermedades autoinmunes. El sistema inmunológico interviene de una forma u otra en pacientes con todo tipo de hepatitis, ya sea como causa o como tratamiento de la enfermedad. La médula ósea y el timo son los órganos linfoides primarios. Otras partes del sistema inmunológico incluyen las amígdalas, los ganglios linfáticos, el apéndice y el bazo. Las células de la pared intestinal y el tejido linfoide debajo de las superficies mucosas desempeñan un papel protector.
Justin Sullivan / Personal / Getty ImagesHepatitis autoinmune
Las enfermedades autoinmunes son el resultado de un proceso en el que el sistema inmunológico confunde un órgano o sistema corporal con un invasor y lo ataca como tal. Esto resulta en inflamación y daño al órgano. La hepatitis describe una inflamación del hígado. Para las personas con hepatitis viral, un virus hace que el sistema inmunológico reaccione atacando al virus y causando daño al hígado en el proceso. Sin embargo, otra causa de hepatitis es un proceso autoinmune que daña el hígado.
La hepatitis autoinmune, cuando el sistema inmunológico del cuerpo confunde el tejido hepático normal con un invasor y ataca en consecuencia, es una enfermedad crónica que causa inflamación y daño hepático. Si no se trata, la hepatitis autoinmune puede empeorar con el tiempo y provocar cirrosis e insuficiencia hepática. La enfermedad puede causar síntomas que se asemejan a los de la hepatitis viral o de otro tipo, como:
- Fatiga
- Dolor en las articulaciones
- Náusea
- Pérdida de apetito
- Dolor o malestar en el hígado.
- Erupciones en la piel
- Orina de color amarillo oscuro
- Heces de color claro
- Ictericia o coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos
Vacunas
Actualmente existen dos vacunas para prevenir contra dos tipos diferentes de hepatitis viral: hepatitis A y hepatitis B. Las vacunas, o inmunizaciones, utilizan un desencadenante (como material viral inactivado o debilitado) para crear una respuesta inmunitaria contra el invasor. Entonces, el sistema inmunológico esencialmente tiene una respuesta desarrollada y efectiva disponible cuando un verdadero patógeno se convierte en una amenaza.
Tratos
Para los pacientes con hepatitis viral crónica, el objetivo del tratamiento es prevenir el daño hepático que se produce como resultado de la respuesta del sistema inmunológico al virus. Una forma en que la medicina moderna puede lograr este objetivo es mediante el uso de tratamientos, como el interferón alfa, que esencialmente estimulan el sistema inmunológico para que realice un trabajo más eficaz de atacar y, con suerte, eliminar el virus.