El pie zambo es una anomalía de nacimiento que hace que la forma de los pies de un bebé recién nacido apunte hacia abajo y hacia adentro. Si bien el pie zambo no causa dolor, puede causar problemas a largo plazo si no se trata, lo que afecta la capacidad del niño para caminar normalmente. Sin embargo, si se trata adecuadamente, la deformidad a menudo se puede curar durante los primeros meses de vida.
Imágenes de Petardj / GettyCausas
La causa del pie zambo no se comprende bien y no se debe a nada que haya hecho la madre durante el embarazo. La deformidad ocurre en 1-2 de cada 1000 nacimientos.
Si bien puede asociarse con otras malformaciones congénitas (como espina bífida y artrogriposis), también puede ocurrir de forma independiente.
Un pie zambo ocurre cuando los tendones del interior y la parte posterior del pie son demasiado cortos. Esto lleva el pie a una posición que hace que los dedos apunten hacia abajo y hacia adentro.
El pie zambo puede ser flexible (flexible) o rígido. Las deformidades rígidas se asocian más comúnmente con otras malformaciones congénitas y pueden ser más difíciles de tratar.
Tratamiento
El tratamiento para el pie zambo generalmente comienza poco después del nacimiento del niño. A veces, el tratamiento se inicia de inmediato, mientras el niño todavía está en el hospital, o puede iniciarse cuando el niño tiene algunas semanas.
El tratamiento debe comenzar en las primeras semanas de vida, pero no es una emergencia. La ventaja de esperar es que esto les da a los padres la oportunidad de vincularse con su recién nacido sin yesos en el camino.
El momento del tratamiento debe basarse en la preferencia de los padres y del cirujano ortopédico tratante.
Manipulación y casting
El tratamiento habitual del pie zambo consiste en que el cirujano ortopédico pediátrico manipule el pie y lo coloque en la posición corregida. En el transcurso de varios meses, la manipulación se incrementa gradualmente hasta que el pie alcanza una posición normal. Esta técnica de manipulación, "El método Ponseti", lleva el nombre del médico que popularizó este tratamiento.
La posición y el momento del lanzamiento estira y hace girar el pie a una posición adecuada. Aproximadamente una vez a la semana, los yesos se reemplazan en un proceso llamado yeso en serie. Los yesos corrigen lentamente la posición del pie zambo.
Corrección quirúrgica
En aproximadamente la mitad de los casos, la manipulación es suficiente para corregir el pie zambo. En algunos casos, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico. Durante la cirugía, el cirujano soltará (aflojará) el tendón de Aquiles tenso para permitir que el pie asuma su posición normal.
Una vez que se quitan los yesos, el niño generalmente usará aparatos ortopédicos durante la noche hasta aproximadamente los dos años.
Próximos pasos en el tratamiento
En algunos casos, se necesita una cirugía adicional para corregir la posición del pie zambo. En la mayoría de los casos, esto es necesario cuando el niño tiene otros problemas de desarrollo (como artrogriposis) o si el tratamiento se retrasa más de unos meses después del nacimiento.
Si no se corrige una deformidad del pie zambo, el niño desarrollará una marcha anormal (caminar de manera anormal). Un niño con un pie zambo caminará sobre la parte exterior del pie. Esto puede hacer que la piel se rompa y provocar infecciones. Además, la marcha anormal puede provocar desgaste articular y síntomas artríticos crónicos.