Lo que debe saber sobre las biopsias musculares

La debilidad puede deberse a trastornos del cerebro, la médula espinal, los nervios periféricos, la unión neuromuscular o el propio músculo. Hay muchos tipos diferentes de enfermedades musculares.

Para diagnosticar correctamente el problema y, por lo tanto, ofrecer el tratamiento adecuado, a veces es necesario obtener un trozo de músculo para observar el músculo afectado con un microscopio. A veces, de hecho, es posible que se necesite más de una muestra, ya que algunas enfermedades musculares no afectan a todo el cuerpo, sino que tienen una distribución irregular.

Cómo se realiza una biopsia muscular

Hay dos formas principales de biopsia muscular. La primera implica la inserción de una aguja de biopsia a través de la piel hasta un músculo, que toma una pequeña muestra. Alternativamente, se puede hacer una incisión en la piel para ver y cortar el músculo directamente. Este último método se denomina "biopsia abierta". Si bien las biopsias abiertas son un poco más complicadas, pueden permitir una mayor selección de muestras en el caso de trastornos musculares irregulares. Independientemente de la técnica, solo es necesario extraer una pequeña cantidad de tejido.

El sitio de la biopsia muscular depende de la ubicación de síntomas como debilidad o dolor. Las ubicaciones comunes incluyen el muslo, el bíceps o el músculo del hombro.

¿Quién necesita una biopsia muscular?

Las personas con debilidad y tono muscular bajo pueden ser consideradas para una biopsia muscular, pero generalmente no es el primer paso. Primero se pueden realizar otras evaluaciones, como estudios de conducción nerviosa o electromiografía, para determinar si la causa está realmente en el músculo mismo.

Usos

Las enfermedades musculares incluyen varios tipos de distrofias musculares, es decir, un trastorno genético que causa la degradación muscular. Algunos tipos comunes incluyen distrofia muscular de Duchenne y Becker.

La miositis significa inflamación del músculo, que también se puede identificar con el microscopio. Los ejemplos incluyen polimiositis y dermatomiositis.

La biopsia muscular también puede identificar ciertas infecciones, como triquinosis o toxoplasmosis.

Esta lista ofrece algunos ejemplos, pero no está completa. Los médicos también pueden solicitar una biopsia muscular por otras razones.

Riesgos

La biopsia muscular generalmente se considera un procedimiento quirúrgico seguro y menor. Sin embargo, existen algunos riesgos. Las complicaciones más comunes incluyen hematomas o dolor en el sitio de la biopsia. También es posible un sangrado prolongado o incluso una infección, lo que requiere que los médicos tomen precauciones para evitar tales complicaciones. Debe informar a su médico si está tomando algún medicamento anticoagulante o si tiene antecedentes de un trastorno hemorrágico.

Durante el procedimiento

Si bien existe cierta variación en la forma en que los diferentes médicos realizan las biopsias musculares, en general, puede esperar lo siguiente:

• Se le pedirá que se quite la ropa alrededor del sitio de la biopsia.
• Se le pedirá que permanezca quieto durante el procedimiento.
• Se limpiará la piel.
• Se administrará una inyección local de analgésicos para adormecer el área. Es posible que sienta una picadura inicial y una sensación de ardor con el medicamento anestésico.
• Se insertará una aguja de biopsia o el médico usará un bisturí para hacer un pequeño corte a través de la piel y se extraerán pequeños trozos de músculo con unas tijeras quirúrgicas.
• La abertura se cerrará con puntos si es necesario.
• Se aplicará un vendaje estéril.

Después del procedimiento

Debe mantener el área de la biopsia limpia y seca. Es común sentir algo de sensibilidad durante unos días después de la biopsia. Tome los medicamentos que le sugiera su médico para el dolor. Asegúrese de comunicarse con su médico si presenta signos de infección como fiebre, enrojecimiento o supuración del sitio de la biopsia. Además, avíseles si el dolor o el sangrado empeoran.

Qué sucede con la muestra de músculo

El músculo se examinará con diferentes técnicas al microscopio. Se utilizan diferentes productos químicos para identificar signos de diferentes enfermedades. Por ejemplo, la hematoxilina y la eosina son útiles para identificar enfermedades inflamatorias, la tinción con tricrómico de Gomori es buena para identificar miositis por cuerpos de inclusión, la citocromo oxidasa puede identificar enfermedades mitocondriales y las tinciones de ácido periódico de Schiff pueden identificar trastornos de almacenamiento de glucógeno y carbohidratos. Las pruebas que se utilicen dependerán de las sospechas de su médico sobre la causa subyacente de la enfermedad.

Una biopsia muscular no siempre es el último paso del diagnóstico. Por ejemplo, diferentes tipos de enfermedades pueden parecer similares bajo el microscopio. Por ejemplo, en algunos casos, es posible que se necesiten pruebas genéticas. Sin embargo, incluso cuando la biopsia muscular no es el paso final, puede orientar el pedido de pruebas adicionales que confirmarán un diagnóstico más específico.