La retina es una capa delgada de tejido que recubre la parte posterior del interior del globo ocular. La retina contiene millones de células que perciben la luz, el color y los detalles finos de las cosas que ves. Varias enfermedades pueden afectar la retina, incluido el cáncer. Si alguna parte de la retina se daña, su visión puede verse comprometida.
ferrantraita / Getty ImagesAnatomía
La retina es una capa única de tejido que contiene células nerviosas que transmiten imágenes al nervio óptico. Las partes de la retina incluyen:
- Mácula: un área pequeña en el centro de la retina. La mácula proporciona el mejor enfoque para ver pequeños detalles en elementos directamente frente a usted, como el texto de un libro.
- Fóvea: una pequeña depresión en el centro de la mácula. La fóvea (también llamada fovea centralis) es el punto de enfoque más nítido.
- Células fotorreceptoras: son las células nerviosas que permiten al ojo percibir la luz y el color.
- Conos: un tipo de célula fotorreceptora, los conos detectan y procesan los colores rojo, azul y verde para proporcionar una visión a todo color. La retina contiene aproximadamente 6 millones de conos.
- Bastones: otro tipo de célula fotorreceptora, responsable de detectar los niveles de luz y proporcionar visión periférica. La retina contiene aproximadamente 120 millones de bastoncillos.
- Retina periférica: tejido retiniano que se extiende más allá de la mácula. Los nervios de la retina periférica procesan la visión periférica.
Variaciones anatómicas
Las afecciones retinianas pueden estar presentes al nacer y ser hereditarias (denominadas trastornos retinianos hereditarios o IRD). Estas condiciones incluyen:
- Acromatopsia: daltonismo completo
- Coroideremia: pérdida progresiva de células fotorreceptoras en la retina.
- Amaurosis congénita de Leber: un grupo de mutaciones genéticas que afectan a casi todas las células nerviosas de la retina y causan un deterioro severo de la visión.
- Retinosis pigmentaria: un grupo de mutaciones genéticas que afectan las células fotorreceptoras de la retina.
- Enfermedad de Stargardt: una mutación genética que afecta la mácula
Función
Cuando la luz entra al ojo a través de la córnea, la pupila y el cristalino, se proyecta hacia la retina. Los nervios de la retina procesan esta luz y las imágenes asociadas, luego transfieren sus señales al nervio óptico. El nervio óptico transporta estas señales al cerebro, donde se produce la percepción de las imágenes.
Las numerosas células nerviosas de la retina le permiten ver en condiciones de poca luz, percibir los bordes nítidos de imágenes delicadas como pétalos de flores, percibir una gama completa de colores y ver un amplio campo de visión.
Condiciones asociadas
A pesar de que está algo protegida dentro del ojo, la retina puede verse afectada por una amplia variedad de afecciones, incluido el trauma. Las condiciones más comunes que afectan la retina incluyen:
- Degeneración macular relacionada con la edad (DMAE): uno de los tipos más comunes de enfermedad de la retina, la DMAE causa una pérdida progresiva de la visión central. No afecta la visión periférica. La AMD se presenta en dos tipos: seca y húmeda. La DMRE seca es el tipo más común y ocurre cuando la capa de tejido de la mácula se vuelve más delgada con la edad. La DMRE húmeda es más rara y ocurre cuando los nuevos vasos sanguíneos crecen anormalmente en la retina, pierden líquidos y causan cicatrices en la mácula.
- Cánceres: los tumores cancerosos (malignos) de la retina son poco frecuentes, pero incluyen enfermedades como el retinoblastoma. El retinoblastoma se presenta en niños y es el resultado de una mutación genética hereditaria que hace que las células de la retina se multipliquen con demasiada rapidez. El retinoblastoma puede ser curable, dependiendo de si el cáncer se ha diseminado más allá del globo ocular o no.
- Retina desprendida o desgarrada: una afección que resulta de que el tejido de la retina se separa de la parte posterior del globo ocular. Esto puede ocurrir debido a un traumatismo (por ejemplo, un golpe en la cabeza) o debido a un mal funcionamiento del proceso normal de contracción del líquido (el vítreo) que ocupa el interior del ojo. El vítreo naturalmente se encoge un poco con la edad, pero a veces el vítreo encogido se adhiere a la retina y la aleja de la parte posterior del ojo.
- Retinopatía diabética: deterioro del tejido de la retina debido a niveles excesivos de glucosa (azúcar) en la sangre. Si no se trata, la retinopatía diabética puede provocar ceguera.
- Edema macular: acumulación de líquidos en el tejido de la retina que hace que la mácula se hinche. Esta hinchazón distorsiona la visión.
- Retinosis pigmentaria (RP): considerada una enfermedad rara, se cree que la RP afecta a aproximadamente una de cada 4.000 personas en los EE. UU. Esta enfermedad hereditaria causa mutaciones en cualquiera de los 50 genes responsables de la creación de proteínas que permiten que funcionen las células fotorreceptoras de la retina. Los signos y síntomas de la retinosis pigmentaria generalmente surgen en la infancia, con sensibilidad a la luz brillante o visión deficiente con poca luz. La mayoría de las personas con RP experimentan una pérdida progresiva de la visión hasta casi ceguera.
Pruebas
Los oftalmólogos (optometristas y oftalmólogos) utilizan una serie de pruebas para examinar la retina directa e indirectamente. Estas pruebas incluyen:
- Cuadrícula de Amsler: una cuadrícula impresa simple formada por líneas paralelas que se ejecutan en dos direcciones. Si alguna de las líneas se ve ondulada, podría ser un signo de degeneración macular.
- Angiografía con fluoresceína: prueba en la que se inyecta un tinte en una vena para iluminar los vasos sanguíneos de la retina. Una cámara especial toma imágenes de la retina después de inyectar el tinte.
- Tomografía de coherencia óptica (OCT): prueba de imagen no invasiva de la retina. Esta prueba es similar a una tomografía computarizada (TC) y crea imágenes transversales detalladas de su tejido retiniano.
- Retinoscopio: el instrumento brillante tipo linterna que utiliza un oculista para mirar directamente el tejido de la retina dentro de su ojo.
Algunas de estas pruebas requieren la administración de gotas oculares dilatadoras que dilatan (abren) la pupila y facilitan la visualización de la retina.