La prueba de Thompson se realiza al hacer el diagnóstico de un tendón de Aquiles desgarrado. Esto no debe confundirse con la prueba de Thomas, que se utiliza para evaluar los problemas de la articulación de la cadera.
Imágenes de Jan-Otto / GettyLágrimas del tendón de Aquiles
Un desgarro del tendón de Aquiles ocurre cuando se corta el tendón que conecta el músculo de la pantorrilla con el hueso del talón. Esta lesión a menudo ocurre durante actividades deportivas como el baloncesto o el tenis y el atleta la siente como un dolor agudo repentino directamente detrás del tobillo. Muy a menudo, los desgarros del tendón de Aquiles son lesiones sin contacto. Los pacientes a menudo describen haber escuchado un chasquido repentino en el tobillo y luego girarse para ver si alguien los pateó, solo para no tener a nadie cerca.
Los síntomas típicos de un desgarro del tendón de Aquiles incluyen dolor detrás de la articulación del tobillo, hinchazón del tendón y dificultad para caminar. Algunos pacientes saben de inmediato lo que sucedió, en otros la afección es un poco menos clara. Ahí es donde puede resultar útil un buen examen físico realizado por un médico experimentado. Como parte de su examen, su médico realizará la prueba de Thompson.
Realización de la prueba de Thompson
Para realizar la prueba de Thompson, el paciente debe acostarse boca abajo en la mesa de exploración. Los pies se extienden más allá del final de la cama. Luego, el examinador aprieta el músculo de la pantorrilla. Este movimiento, en un paciente normal, debe hacer que los dedos apunten hacia abajo mientras el Aquiles tira del pie. En un paciente con rotura del tendón de Aquiles, el pie no se mueve. Eso se llama prueba de Thompson positiva.
La prueba de Thompson es importante porque algunas personas que se desgarran el tendón de Aquiles aún pueden apuntar los dedos de los pies hacia abajo, aunque la prueba de Thompson aún sería positiva. Estos pacientes tienen otros músculos y tendones que pueden trabajar para apuntar los dedos de los pies hacia abajo que no están lesionados (generalmente los flexores de los dedos o el tibial posterior); sin embargo, incluso en estos pacientes, la prueba de Thompson seguirá siendo positiva. Por lo tanto, esta es una valiosa herramienta clínica para ayudar a hacer el diagnóstico de esta condición.
Opciones de tratamiento
Existen varias opciones para el tratamiento de un tendón de Aquiles desgarrado, que incluyen tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos. El mejor tratamiento depende de la situación específica y de las necesidades y expectativas del paciente. La buena noticia es que el tratamiento quirúrgico y no quirúrgico de los desgarros del tendón de Aquiles puede conducir a una recuperación completa y, por lo tanto, existen opciones que se pueden considerar.
La mayoría de los pacientes atléticos eligen una reparación quirúrgica, ya que la recuperación parece ser más rápida, aunque incluso con tratamiento quirúrgico, una recuperación completa puede llevar 6 meses o más. Además, al igual que con cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos de la cirugía que deben considerarse antes del tratamiento.