Es posible que resulte vergonzoso tratar las hemorroides, por lo que muchas personas intentan diagnosticarse a sí mismas y evitan ver a un médico. Sin embargo, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. Las hemorroides pueden tener síntomas similares a los de otras afecciones más graves, y deben descartarse antes de asumir que los síntomas se deben a hemorroides. En la mayoría de los casos, las hemorroides se pueden diagnosticar fácilmente con un historial y un examen físico.
© Verywell, 2018Autoevaluaciones / pruebas en el hogar
Hay dos tipos de hemorroides: internas y externas. Las hemorroides internas están ubicadas en el recto y no se pueden ver al mirar el área a menos que se prolapsen (se salgan del ano). Las hemorroides externas se encuentran alrededor del ano y se pueden ver o sentir.
A menos que las hemorroides hayan sido un problema en el pasado, la mayoría de las personas pueden tener dificultades para identificar las hemorroides a simple vista o sentirse solas.
Pruebas físicas
En muchos casos, una hemorroide se diagnosticará con un examen físico que incluye una mirada al exterior del ano o un examen rectal. Sin embargo, puede haber ciertas circunstancias en las que sea necesario ver el interior del canal anal para diagnosticar las hemorroides internas.
Examen rectal
Un examen rectal es una forma típica de diagnosticar hemorroides, aunque muchas personas pueden estar preocupadas por hacerse esta prueba debido a la posible vergüenza. Sin embargo, los médicos realizan estas pruebas de forma rutinaria y trabajarán para garantizar que los pacientes se sientan lo más cómodos posible.
Para esta prueba, se pide a los pacientes que se quiten la ropa de la cintura para abajo y se pongan una bata de hospital o se les entregue una sábana de papel para cubrirse hasta que comience el examen. Con las manos enguantadas, el médico examinará el ano y el área perianal, que es la piel alrededor del ano.
Un examen rectal se realiza rápidamente y no debería causar ningún dolor significativo.
También puede ser necesario insertar un dedo dentro del ano. Esto se hace para sentir las estructuras internas y determinar si hay hemorroides internas. Sin embargo, es posible que no siempre sea posible sentir las hemorroides internas con un dedo, por lo que un recto no siempre es definitivo. Además, un médico podrá ver si sale sangre o moco en el guante, lo que ayudará a hacer un diagnóstico.
Anoscopia
En algunos casos, un médico puede usar un dispositivo llamado anoscopio para mirar dentro del recto. Un anoscopio es un tubo corto y estrecho con una luz que se puede insertar en el recto. Al usar este dispositivo, un médico puede tener una visión más completa de las estructuras internas y ver si hay hemorroides o si hay otra explicación para los síntomas.
Una anoscopia puede causar una breve molestia, pero no dolor, y termina en uno o dos minutos.
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Diagnósticos diferenciales
Cuando las hemorroides causan dolor y sangrado, puede ser necesario descartar otras afecciones que puedan causar síntomas similares.
Los pólipos en el colon y el cáncer colorrectal también pueden causar dolor y sangrado rectal, especialmente en personas mayores de 50 años.
Fisura anal
Una fisura anal es un desgarro en el revestimiento del canal anal. Causa dolor, especialmente durante la evacuación intestinal, y sangrado. La mayoría de las fisuras anales se curan solas con tratamiento en el hogar.
Fístula anal
Una fístula anal es una conexión anormal entre el intestino y la piel perianal. Puede ser doloroso y generalmente comienza como un absceso, que es una acumulación de pus debajo de la piel. Durante un examen rectal, un médico podrá ver si hay una fístula anal presente.
Pólipos
Los pólipos son más comunes en el colon en personas mayores de 50 años, pero también pueden ocurrir en personas más jóvenes. Los pólipos generalmente no causan síntomas y solo se descubren durante una colonoscopia, pero también pueden causar sangrado.
Es posible que su médico desee realizar otras pruebas, como una colonoscopia o una sigmoidoscopia, para confirmar que el sangrado rectal es causado por hemorroides y no por un pólipo colorrectal.
Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
La EII, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y la colitis indeterminada también pueden causar sangrado en el tracto digestivo y, además, podrían estar asociadas con hemorroides.
Si hay otros síntomas presentes con el sangrado, como diarrea o dolor abdominal, un médico puede decidir realizar otras pruebas para descartar la EII como una causa secundaria del sangrado.
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