La miastenia gravis causa debilidad muscular debido a que el sistema inmunológico ataca los receptores de neurotransmisores en el tejido muscular. Dado que el músculo no puede recibir la señal para contraerse, las personas con miastenia se debilitan. Si bien este trastorno de la unión neuromuscular solía ser incapacitante e incluso fatal, ahora generalmente se puede controlar con varias terapias.
Caia Image / Sam Edwards / Getty Images
Hay cinco formas generales de tratar la miastenia gravis. Algunos métodos se utilizan mejor en crisis agudas para mantener a alguien fuera de una unidad de cuidados intensivos, aunque a veces esto sigue siendo necesario en casos extremos. Otros están destinados más a evitar que tales crisis ocurran en primer lugar: una estrategia preventiva.
Evite los desencadenantes para prevenir ataques miasténicos
Debido a que es una enfermedad autoinmune, cualquier cosa que fortalezca el sistema inmunológico puede potencialmente aumentar el riesgo de una crisis miasténica, con un empeoramiento severo que podría enviar a alguien a la unidad de cuidados intensivos. Darse cuenta y evitar cualquier desencadenante es un factor clave en el manejo de la enfermedad.
Por ejemplo, los medicamentos de uso común como la ciprofloxacina u otros antibióticos, y los betabloqueantes como el propranolol, litio, magnesio, verapamilo y más, pueden empeorar los síntomas de la miastenia gravis. En general, las personas con miastenia deben tener mucho cuidado antes de comenzar cualquier medicamento nuevo y observe atentamente después para detectar signos de debilidad.
Tratamiento de los síntomas de la miastenia grave
La debilidad de la miastenia gravis ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca el receptor de acetilcolina. Complementar la cantidad de acetilcolina disponible en la unión neuromuscular puede ayudar a superar este déficit. El cuerpo generalmente elimina la acetilcolina de la sinapsis por medio de enzimas llamadas acetilcolinesterasas. Los medicamentos llamados inhibidores de la colinesterasa (que bloquean la acción de estas enzimas) pueden hacer que la acetilcolina quede en la sinapsis durante un período de tiempo más prolongado, lo que le permite unirse a los receptores que indican a los músculos que se contraigan.
Los inhibidores de la acetilcolinesterasa incluyen piridostigmina (Mestinon), que es el principal fármaco en uso para la miastenia gravis. Los efectos secundarios incluyen diarrea, calambres y náuseas. Tomar el medicamento con alimentos puede ayudar a reducir estos efectos secundarios. Curiosamente, a veces una medicación anticolinesterasa excesiva tiene un efecto secundario paradójico de debilidad, que puede ser difícil de distinguir de la miastenia en sí. Sin embargo, esto es muy raro si se usa piridostigmina dentro de las dosis recomendadas.
Inmunoterapia crónica para la miastenia grave
La mayoría de las personas con miastenia gravis terminan tomando medicamentos para evitar que los síntomas aparezcan. La inmunoterapia se dirige a los anticuerpos subyacentes que atacan los receptores de acetilcolina. Al cambiar el sistema inmunológico, se reduce la frecuencia y gravedad de los ataques.
Los glucocorticoides como la prednisona se utilizan a menudo para inhibir el sistema inmunológico de las personas con miastenia. Otras opciones incluyen ciclosporina, azatioprina y micofenolato. Todos estos medicamentos tienen efectos secundarios potenciales, algunos de los cuales son bastante graves. Los riesgos del medicamento deben sopesarse cuidadosamente con los beneficios de un menor número de ataques de miastenia y menos graves.
Tratamientos inmunomoduladores rápidos para la miastenia grave
Mientras que los agentes de inmunoterapia crónica están destinados a actuar durante un largo período de tiempo, algunas situaciones requieren una acción rápida. Un ejemplo sería una crisis miasténica, o antes de una cirugía u otro evento necesario que posiblemente agravaría tal crisis. Las inmunoterapias rápidas funcionan en cuestión de días, pero sus beneficios solo duran semanas y, por lo general, no se recomiendan durante un período prolongado.
El intercambio de plasma (plasmaféresis) elimina los anticuerpos de la circulación. El proceso es costoso y, por lo general, ocurre unas cinco veces durante 7 a 14 días. Las complicaciones pueden incluir arritmia, anomalías de las células sanguíneas, calambres musculares y más.
A menudo se ha demostrado que la inmunoglobulina intravenosa (IGIV) es útil en enfermedades causadas por una reacción autoinmune, pero el mecanismo exacto no está claro. El tratamiento generalmente consiste en dos a cinco días de inyecciones. Los efectos secundarios suelen ser leves, pero pueden incluir insuficiencia renal, meningitis y reacciones alérgicas.
Tratamiento quirúrgico de la miastenia grave
La mayoría de las personas con miastenia gravis tienen una anomalía en el timo, un órgano del sistema inmunológico que se encuentra en la base del cuello. A veces, los síntomas miasténicos de las personas mejoran o incluso se resuelven después de la extirpación del timo durante un procedimiento llamado timectomía. Sin embargo, no hay garantía de tal resultado. Un porcentaje relativamente alto de personas con miastenia tiene un tumor en el timo (timoma), y los médicos están de acuerdo en que la cirugía está indicada en estos casos. Si la timectomía está indicada en otros casos es menos claro y debe discutirse con un neurólogo en un caso por caso.
Una palabra de Verywell
La miastenia gravis es una enfermedad grave, pero hay muchas opciones terapéuticas disponibles para reducir la debilidad cuando ocurre y ayudar a reducir la frecuencia y gravedad de los ataques. Debido a los posibles efectos secundarios de todos los medicamentos, el curso del tratamiento debe discutirse con un neurólogo con un buen conocimiento de la miastenia gravis y sus posibles complicaciones.
DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: La información en este sitio es solo para fines educativos. No debe utilizarse como sustituto del cuidado personal por parte de un médico autorizado. Consulte a su médico para obtener un diagnóstico y tratamiento de cualquier síntoma o condición médica relacionada.