A medida que aprendemos más y más sobre cómo nuestros genes influyen en nuestra salud, se hace cada vez más claro que la comida afecta a cada persona de manera única. Ese es el enfoque de un campo emergente llamado nutrigenómica: el estudio de cómo la nutrición nos impacta a nivel genético y cómo nuestras elecciones de alimentos podrían alterar la función misma de nuestros genes.
Según los defensores de la nutrigenómica, esta ciencia podría allanar el camino para consejos más personalizados y, a su vez, más eficaces sobre cómo y qué comer. Con ese fin, las pruebas genéticas podrían algún día determinar qué alimentos específicos pueden ayudarlo a lograr un mejor control de peso y una mayor protección contra enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer.
Imágenes de Thomas Northcut / GettyVentajas para la salud
Gracias en parte a la investigación en nutrigenómica en curso, ahora entendemos que las variaciones individuales en nuestra estructura genética juegan un papel en factores como el apetito, el metabolismo, la respuesta del azúcar en sangre y la formación de células grasas. Debido a esta variación genética, los consejos dietéticos generalizados solo pueden llegar hasta cierto punto para ayudarnos a mantener nuestra salud y controlar nuestro peso.
De hecho, se cree que la falta de consejos dietéticos más personalizados y matizados puede contribuir a que sigamos sin abordar problemas como la epidemia de obesidad. Al reemplazar las recomendaciones de talla única para todos con un enfoque de la nutrición genéticamente adaptado, sugieren los defensores, es más probable que las personas sigan ese consejo y logren un bienestar duradero.
La ciencia
En este punto, faltan estudios a largo plazo a gran escala que analicen la eficacia de los consejos dietéticos basados en la nutrigenómica. Aún así, un creciente cuerpo de investigación indica que las dietas personalizadas basadas en la genética podrían mejorar su salud.
Esta investigación incluye un estudio publicado en la revistaCeldaen 2015, que descubrió que la nutrición personalizada puede ayudar con el control del azúcar en sangre (un factor clave en la prevención y el control de la diabetes).
Para este estudio, los investigadores comenzaron recopilando datos de 800 personas en el transcurso de una semana.Los datos se recopilaron a través de una variedad de métodos, incluido el control del azúcar en la sangre, análisis de sangre, cuestionarios de salud e información autoinformada sobre la ingesta de alimentos. Al analizar estos datos, los investigadores encontraron que los diferentes miembros del estudio mostraron respuestas de azúcar en sangre muy diferentes a los mismos alimentos (y que estas respuestas individuales se mantuvieron constantes día a día).
Como ejemplo de sus hallazgos sobre los efectos individualizados de ciertos alimentos, los autores del estudio señalan a un participante del estudio de mediana edad con obesidad y prediabetes. Si bien esta participante había incluido tomates en su dieta como parte de sus esfuerzos por comer de manera saludable, las pruebas realizadas durante el estudio mostraron que el consumo de tomates en realidad hizo que su azúcar en sangre se disparara.
Una vez que se completó la primera fase de este estudio, los investigadores desarrollaron un algoritmo para predecir la respuesta personalizada del azúcar en sangre a las "comidas de la vida real". A continuación, el equipo de investigación asignó a 26 participantes adicionales del estudio a dietas personalizadas basadas en la genética. Los resultados revelaron que seguir este consejo dietético personalizado ayudó a reducir los niveles de azúcar en sangre de los participantes después de las comidas.
También hay alguna evidencia de que los consejos dietéticos de base genética podrían conducir a mayores mejoras en los hábitos alimenticios, en comparación con las recomendaciones dietéticas más generalizadas. En un estudio de 2014 publicado en la revistaMás uno, por ejemplo, los investigadores asignaron a 138 adultos jóvenes sanos a dos grupos de estudio: uno que recibió asesoramiento dietético basado en el ADN para cuatro componentes dietéticos diferentes (ingesta de cafeína, sodio, vitamina C y azúcar) y otro que recibió asesoramiento dietético estándar para los mismos componentes.
Después de tres meses, quienes recibieron consejos dietéticos basados en el ADN comenzaron a mostrar mejoras en sus dietas. Después de 12 meses, esas mejoras fueron aún más significativas. Por ejemplo, los participantes del estudio a quienes se les informó que portaban una versión de un gen relacionado con la ingesta de sal y la presión arterial alta redujeron su ingesta de sodio en un mayor grado, en comparación con aquellos que recibieron consejos estándar sobre la ingesta de sodio.
Además, un estudio de 2017 publicado en elRevista estadounidense de nutrición clínicadescubrió que la nutrición de base genética puede ayudar a promover la pérdida de peso al enfocarse en los rasgos genéticos relacionados con la obesidad.
Nutrición personalizada
En los últimos años, varias empresas han comenzado a ofrecer asesoramiento dietético personalizado basado en pruebas genéticas. Sin embargo, los expertos en el campo de la nutrigenómica advierten que tal consejo puede no ser científicamente sólido. Debido a que las interacciones entre los nutrientes y el genoma son tan complejas, se necesita mucha más investigación para comprender cómo la nutrigenómica podría ayudarlo a desarrollar una mejor dieta.