El dolor de cuello, o dolor de cuello, puede ser un síntoma habitual del resfriado común o la gripe. En otros casos, el dolor de cuello puede ser un signo de una afección médica potencialmente grave como la meningitis. Conocer la diferencia puede ayudarlo a tomar la decisión correcta si el dolor de cuello y los síntomas del resfriado concurren.
Causas comunes
Existen numerosas causas de dolor de cuello; cuando se asocia con un resfriado o una enfermedad similar, la culpa suele ser de varios factores.
En general, los virus del resfriado y la gripe tienden a hacer que los músculos se sientan adoloridos y adoloridos. También hay varios ganglios linfáticos (también llamados glándulas) en el cuello que pueden hincharse y volverse sensibles debido a la enfermedad. Los ganglios linfáticos inflamados pueden hacer que su cuello se sienta rígido. Incluso pueden hincharse tanto que se sientan como bultos en el cuello.
Además, cuando está acostado por períodos prolongados (porque está enfermo), es fácil que su cuello se canse de ciertas posiciones, e incluso que se doble mientras duerme el sueño adicional que necesita para poder dormir. recuperar.
También es posible que el dolor de garganta pueda irradiarse al cuello, un fenómeno conocido como dolor referido. En tales casos, también puede haber otalgia (dolor de oído).
Opciones de tratamiento
Hay varias cosas que puede hacer para aliviar el dolor de cuello asociado con un resfriado o una enfermedad similar a la gripe en el hogar. Estos incluyen remedios orales, tópicos y caseros que a veces se combinan para brindar alivio.
Aplicación de hielo y calor
Una forma sencilla y eficaz de aliviar el dolor de cuello provocado por un resfriado o un virus de la gripe es utilizar una compresa de hielo o una almohadilla térmica. El calor puede relajar los músculos tensos del cuello, mientras que el hielo puede reducir la inflamación. No existen pautas claras sobre cuál es más eficaz, por lo que es posible que deba experimentar.
Cuando use bolsas de hielo o almohadillas térmicas, asegúrese de seguir las pautas generales de seguridad:
- Nunca aplique ninguno de los dos directamente sobre su piel. Debes usar algún tipo de barrera de lino en el medio.
- Por lo general, las compresas de hielo no deben dejarse puestas más de unos 20 minutos antes de tomar un descanso.
- No se duerma con compresas frías o calientes, o almohadillas térmicas colocadas.
- Retire el calor o el hielo inmediatamente si nota cambios en la coloración de la piel o si se vuelven incómodos.
- Tenga especial cuidado al calentar paquetes calientes en el microondas, ya que a menudo se calientan de manera desigual o pueden calentarse excesivamente.
Medicamentos orales
Los analgésicos de venta libre (OTC), como el paracetamol y el ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor de cuello, pero asegúrese de consultar con su médico o farmacéutico si está tomando otros medicamentos, ya que podrían reaccionar mal con los analgésicos de venta libre. .
También debe tener en cuenta que muchas preparaciones para el resfriado y la tos ya contienen estos medicamentos, por lo que duplicarlos podría resultar en una sobredosis.
Asegúrese de leer la etiqueta de ingredientes de cualquier remedio para el resfriado que esté tomando. Los mismos ingredientes suelen estar contenidos en diferentes productos. En algunos casos, es posible que se encuentre tomando una dosis doble de un medicamento y experimentando efectos secundarios.
Los adultos pueden encontrar cierto alivio con la aspirina, pero debido a que los niños corren el riesgo de desarrollar una rara condición llamada síndrome de Reye al tomar aspirina, no se les debe administrar.
El naproxeno sódico (nombre de marca Aleve) se puede usar en algunas personas, pero es muy similar al ibuprofeno. A menos que su médico se lo indique, no debe combinar ibuprofeno y naproxeno sódico. Si tiene preguntas sobre los analgésicos de venta libre, consulte a su médico o farmacéutico.
¿Cómo se elige el analgésico de venta libre adecuado?Medicamentos tópicos
Algunas personas pueden encontrar alivio con los ungüentos tópicos de venta libre destinados a aliviar los dolores musculares. Éstos incluyen:
- Mentol (aceites de menta) como Icy Hot
- Salicilatos (cremas que contienen aspirina) como Aspercreme
- Capsaicina, un ingrediente que se encuentra en los pimientos picantes
La capsaicina también se usa en algunas cremas y ungüentos que generalmente se usan para el dolor de artritis; Sin embargo, es posible que estos no sean la mejor opción para el dolor de cuello, especialmente si nunca antes ha probado uno.
Ha habido algunos informes de quemaduras químicas causadas por estos ungüentos, por lo que es importante usarlos según las indicaciones. Si experimenta enrojecimiento, picazón, ardor intenso o malestar, lávese la crema o el ungüento de inmediato. No use estos ungüentos junto con hielo o compresas térmicas.
Cuándo buscar atención de emergencia
Un virus típico del resfriado o la gripe puede durar unas tres semanas. Si el dolor de cuello persiste durante más de tres semanas, o si tiene bultos en el cuello que no desaparecen en este período de tiempo, debe consultar a un médico.
La rigidez del cuello también se considera un signo revelador de meningitis, aunque la rigidez asociada con la meningitis es diferente de un dolor de cuello típico: puede afectar su capacidad para mover los músculos del cuello. Por ejemplo, puede tener dificultades para girar la cabeza de un lado a otro.
La meningitis es una infección que ocurre en el líquido o las membranas del cerebro (las meninges) y puede ser muy grave. Puede ser causada por un virus o una bacteria y, con menor frecuencia, por un parásito u hongo.
Aunque la incidencia de meningitis en los Estados Unidos es baja en comparación con otros países, el riesgo aumenta significativamente en los estudios universitarios que pueden transmitir fácilmente la meningitis bacteriana de una persona a otra.
Los síntomas de la meningitis a menudo aparecen repentinamente y también pueden incluir:
- Fiebre
- Náusea
- Vómitos
- Confusión
- Dolor de cabeza
- Sensibilidad a la luz
- Dificultad para despertar
Algunos tipos de meningitis pueden ser extremadamente contagiosos. Por este motivo, es importante descartar la meningitis si tienes dolor de cuello acompañado de estos y otros síntomas.
Si sospecha de meningitis, debe buscar atención de emergencia sin demora. Si no se trata, la meningitis puede provocar convulsiones, coma, daño cerebral permanente o la muerte.