El síndrome premenstrual (SPM) afecta a la mayoría de las mujeres hasta cierto punto en algún momento durante sus años reproductivos. Si bien la mayoría de la gente piensa que el síndrome premenstrual solo causa cambios de humor, los síntomas pueden variar de mentales a físicos. Los síntomas comunes del síndrome premenstrual incluyen cambios de humor, depresión, comportamiento irritable, antojos de comida, hinchazón, sensibilidad en los senos, fatiga, calambres, acné y dolores de cabeza.
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La reducción de los efectos del síndrome premenstrual depende del tipo de síntomas que tenga. Si sus síntomas son puramente físicos (hinchazón, sensibilidad en los senos, fatiga), es poco probable que los medicamentos que abordan los síntomas de salud mental del síndrome premenstrual ayuden. Si experimenta síntomas tanto físicos como mentales, es posible que desee enfocarse y tratar cada síntoma por separado o probar un tratamiento que pueda ayudar con una variedad de síntomas.
Tratar los cambios de humor
Algunas personas tienen una forma más grave de síndrome premenstrual conocida como trastorno disfórico premenstrual (TDPM). El TDPM puede causar cambios severos en el estado de ánimo que pueden dificultar el funcionamiento normal en los días previos a la menstruación. Los síntomas físicos, como los que se experimentan en el síndrome premenstrual, pueden acompañar a los cambios de humor.
Si tiene cambios de humor severos, su médico podría recetarle Sarafem, un medicamento aprobado por la FDA para el TDPM. Sarafem es una versión renombrada y químicamente equivalente de Prozac, un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS). Estos no son los únicos ISRS que pueden ayudar a tratar la depresión, la ansiedad y los cambios de humor relacionados con el TDPM o el síndrome premenstrual. Su médico puede recetarle un ISRS diferente.
Tratamiento de múltiples síntomas del síndrome premenstrual
Las investigaciones han demostrado que muchos síntomas del síndrome premenstrual (incluidos los cambios de humor, la depresión y los cólicos menstruales) se pueden reducir consumiendo 1200 mg de calcio al día. El calcio es un nutriente importante para las mujeres de todas las edades y puede prevenir la osteoporosis en el futuro.
Una de las mejores formas de reducir el síndrome premenstrual es mediante el ejercicio regular. El ejercicio no solo puede disminuir los síntomas del síndrome premenstrual, es una excelente manera de reducir el estrés y disminuir el riesgo de otras afecciones, como enfermedades cardíacas y cáncer.
Los cambios en la dieta que pueden ayudar a reducir los síntomas del síndrome premenstrual incluyen seguir una dieta vegetariana baja en grasas o reducir la ingesta de azúcar, lácteos, carnes rojas, alcohol y cafeína, todos conocidos por ser alimentos inflamatorios. En su lugar, aumente el consumo de carbohidratos complejos, verduras de hoja verde, frutas y cereales integrales.
Suplementos, vitaminas y medicamentos de venta libre
Las mujeres que anhelan el azúcar como síntoma del síndrome premenstrual pueden encontrar alivio al complementar su dieta con 300 a 500 mg de magnesio. El magnesio también puede ayudar a reducir la sensibilidad de los senos. Algunas mujeres experimentan una disminución de los síntomas al tomar de 50 a 300 mg de vitamina B6 al día. Asegúrese de tomar la dosis correcta, demasiada vitamina B6 puede causar entumecimiento y otros efectos secundarios negativos. Las mujeres que experimentan sensibilidad en los senos premenstrual pueden disminuir este síntoma tomando 600 UI de vitamina E al día.
Otros tratamientos que pueden ser útiles incluyen tomar alrededor de 1500 mg de aceite de prímula al día o usar una crema de progesterona natural. Algunas mujeres pueden controlar los síntomas del síndrome premenstrual mediante el uso de anticonceptivos orales.
Los tratamientos de venta libre que pueden ayudar incluyen ibuprofeno, naproxeno y otros medicamentos fabricados específicamente para aliviar los síntomas premenstruales. La aspirina no es la mejor opción debido a su potencial para aumentar la duración y la gravedad del sangrado menstrual.