Un cordón de retracción gingival es una herramienta o instrumento específico que utilizan los dentistas, generalmente durante la preparación de los dientes durante el procedimiento de corona dental común, y también durante el procedimiento de puente dental común de manera similar.
Durante el proceso, el cordón de retracción gingival se inserta suavemente por debajo de la línea de la encía y en el surco gingival, y alrededor del diente específico que se ha preparado para la corona o el puente. El surco gingival es el espacio natural que se encuentra entre el diente y el tejido de la encía que lo rodea. La placa generalmente se acumula en esta área, lo que a su vez puede provocar varios problemas dentales.
El objetivo principal de un cordón de retracción gingival es proporcionar al dentista una visión clara del trabajo de un diente antes de realizar una impresión dental.
Usos
Un cordón de retracción gingival generalmente se asemeja al hilo en un palito o un tipo avanzado de palillo de hilo dental. Para crear la pieza que se ajusta alrededor del diente que se va a trabajar, se trenzan piezas de algodón o poliéster para crear un diámetro específico. Este diámetro es la parte que rodea el diente.
El cordón de retracción gingival se utiliza principalmente para empujar el tejido de la encía lejos de los márgenes preparados del diente, con el fin de crear una impresión precisa de los dientes. La encía puede interferir con la impresión de un diente, y esta es la razón por la que las encías generalmente se apartan.
Este proceso permite al dentista concentrarse directamente en la preparación del diente sin tener que preocuparse de que las encías se interpongan.
Posibles efectos secundarios
Un cordón de retracción gingival suele ser el método más eficaz para mover y retraer el tejido de las encías con el fin de proporcionar una visión clara del trabajo del diente. Una vista clara del trabajo del diente es fundamental para que el dentista pueda asegurarse de que no se cometan errores. Sin embargo, a veces puede causar efectos secundarios y lesiones menores, particularmente en personas con gingivitis.
El uso de un cordón de retracción gingival puede causar hinchazón e inflamación temporal de las encías, pero no hay ningún daño a largo plazo asociado con su uso.
Un cordón de retracción gingival a veces puede causar sangrado cuando el cordón roza la encía. El sangrado de las encías puede ser difícil de controlar y, a su vez, dificulta la captura de impresiones.
Como resultado, algunas marcas de cordones de retracción gingival se empapan previamente en Hemodent (un líquido que se usa para detener el sangrado leve de las encías). Muchos dentistas prefieren empapar el cordón de retracción gingival en Hemodent ellos mismos, en lugar de tener los cordones empapados previamente. Otros encuentran que Hemodent es innecesario en cualquier persona con encías o dientes sanos.