La gota es una forma de artritis caracterizada por ataques repentinos y severos de dolor e inflamación en las articulaciones, con mayor frecuencia en el dedo gordo del pie. Si bien ciertos factores pueden predisponerlo a la enfermedad, como la genética o la enfermedad renal crónica, otros como la dieta, el alcohol y la obesidad pueden contribuir de manera igualmente profunda.
En general, las personas generalmente experimentarán su primer ataque entre las edades de 30 y 50.
Si bien los hombres tienen más probabilidades de tener gota que las mujeres, el riesgo en las mujeres puede aumentar significativamente después de la menopausia.
© Verywell, 2018Causas dietéticas
A diferencia de otras formas de artritis, la gota es causada por anomalías en el metabolismo corporal más que por el sistema inmunológico. El riesgo de gota está relacionado con múltiples factores (genéticos, médicos y de estilo de vida) que juntos contribuyen a un aumento en los niveles de ácido úrico en la sangre, una condición a la que nos referimos como hiperuricemia.
Los alimentos que comemos pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo de los síntomas de la gota. Esto se debe en gran parte a un compuesto orgánico que se encuentra en muchos alimentos llamado purina. Cuando se consume, el cuerpo descompone la purina y la convierte en el producto de desecho, el ácido úrico. En circunstancias normales, los riñones lo filtrarían de la sangre y lo expulsarían del cuerpo a través de la orina.
Si el ácido úrico se forma más rápido de lo que puede excretarse del cuerpo, comenzará a acumularse, formando eventualmente los cristales que causan los ataques. Ciertos alimentos y bebidas son desencadenantes comunes de esto. Entre ellos:
- Los alimentos con alto contenido de purinas se consideran un factor de riesgo importante para la gota. Estos incluyen alimentos como vísceras, tocino, ternera y ciertos tipos de mariscos.
- La cerveza es especialmente problemática ya que se elabora con levadura de cerveza, un ingrediente con un contenido de purina extremadamente alto. Pero cualquier forma de alcohol, en general, puede aumentar el riesgo de ataque de gota.
- Las bebidas con alto contenido de fructosa, incluidas las gaseosas y las bebidas de frutas endulzadas, pueden causar hiperuricemia, ya que los azúcares concentrados afectan la excreción de ácido úrico de los riñones.
Causas genéticas
La genética puede desempeñar un papel importante en el riesgo de gota. La hiperuricemia hereditaria es un ejemplo, causada porSLC2A9ySLC22A12mutaciones que conducen a alteración de la excreción renal (riñón) de ácido úrico.
La incapacidad para mantener el equilibrio entre la cantidad de ácido úrico que se produce y la cantidad que se expulsa conducirá finalmente a la hiperuricemia.
Otros trastornos genéticos relacionados con la gota incluyen:
- Intolerancia hereditaria a la fructosa
- Síndrome de Kelley-Seegmiller
- Síndrome de Lesh-Nyhan
- Enfermedad renal quística medular
Causas médicas
Existen ciertas condiciones médicas que pueden predisponerlo a la gota. Algunos afectan directa o indirectamente la función renal, mientras que otros se caracterizan por una respuesta inflamatoria anormal, que algunos científicos creen que puede promover la producción de ácido úrico.
Algunos de los factores de riesgo médicos más comunes incluyen:
- Enfermedad renal crónica
- Insuficiencia cardíaca congestiva
- Diabetes
- Anemia hemolítica
- Hipertensión (presión arterial alta)
- Hipotiroidismo (función tiroidea baja)
- Linfoma
- Soriasis
- Artritis psoriásica
Se sabe que otros eventos médicos desencadenan un ataque de gota, incluida una lesión articular traumática, una infección, una cirugía reciente y una dieta de choque (posiblemente a través de cambios rápidos en los niveles de ácido úrico en sangre).
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Causas de la medicación
Ciertos medicamentos están asociados con la hiperuricemia, ya sea porque tienen un efecto diurético (aumentando la concentración de ácido úrico) o porque alteran la función renal. Los más importantes son los medicamentos diuréticos, como furosemida (Lasix) o hidroclorotiazida. Otros medicamentos, como la levodopa (utilizada para tratar la enfermedad de Parkinson) o la niacina (vitamina B3) también pueden aumentar los niveles de ácido úrico.
Factores de riesgo de estilo de vida
Las decisiones que tome en la vida pueden influir tanto en su riesgo de gota como los factores que no puede controlar, como la edad o el sexo. Es posible que no eliminen por completo su riesgo, pero pueden afectar la frecuencia y la gravedad de un ataque.
Obesidad
La principal de estas preocupaciones es la obesidad. Por sí solo, el peso corporal excesivo se asocia con niveles altos de ácido úrico.
Un estudio de 2015 también encontró una correlación directa entre la cintura de una persona y su riesgo de gota.
Según los investigadores, entre las personas con gota, las que tienen un mayor volumen de grasa abdominal tienen un riesgo de ataque del 47,4 por ciento en comparación con las personas con cintura normal que tienen un riesgo del 27,3 por ciento. Esto es independiente del índice de masa corporal (IMC) de la persona, lo que sugiere que cuanto más grasa tengamos visiblemente, mayor será nuestro riesgo de síntomas.
Otros factores
Desde una perspectiva de gestión de la salud, muchos de los mismos factores asociados con enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares están relacionados con la gota. Estos incluyen:
- Exceso de grasa visceral (grasa abdominal)
- Presión arterial alta (por encima de 130/85 mmHg)
- Colesterol LDL ("malo") alto y colesterol HDL ("bueno") bajo
- Triglicéridos altos
- Resistencia a la insulina
- Consumo regular de alcohol
- Estilo de vida sedentario