Los niños que practican deportes de contacto corren el riesgo de sufrir traumatismos craneales y conmociones cerebrales repetidos.
Los estudios sugieren que alrededor de 130.000 niños menores de 18 años sufren un traumatismo craneal relacionado con el deporte cada año. La mayoría de los niños a los que se les diagnostica una conmoción cerebral se recuperan; sin embargo, las investigaciones indican que las conmociones cerebrales repetidas durante la niñez y la adolescencia pueden causar cambios permanentes en el funcionamiento del cerebro.
Tetra Images - Erik Isakson / Getty ImagesEsto se debe a que el cerebro se desarrolla activamente durante la niñez. Las lesiones cerebrales quitan energía y tiempo a los procesos de aprendizaje y desarrollo. En cambio, ese tiempo y energía se dedican a tratar de curar la mayor parte posible de la lesión cerebral.
El traumatismo craneoencefálico durante los deportes generalmente ocurre por un golpe en la cabeza de otro jugador, el suelo o un objeto. El golpe hace que el cerebro golpee la parte frontal y posterior del cráneo. Este movimiento desgarra las células nerviosas y puede causar sangrado dentro o alrededor del cerebro.
Una conmoción cerebral es una lesión cerebral traumática leve que puede resultar en una breve pérdida del conocimiento o no. Puede haber daño en el cerebro incluso si la pérdida del conocimiento no ocurre, por lo que esa no debería ser la única señal a buscar.
Si un niño tiene alguno de los siguientes síntomas después de un traumatismo craneoencefálico relacionado con el deporte, debe ser atendido en la sala de emergencias de inmediato:
- Confusión o desorientación
- Dificultad para hablar, arrastrar las palabras
- Dificultad para mantener el equilibrio o caminar
- Dolor de cabeza severo o dolor de cabeza que empeora progresivamente
- Pérdida de consciencia
- Dejar de responder (no despertar)
Cambios cerebrales permanentes
El cerebro todavía se está desarrollando durante la infancia y aún no se han establecido completamente habilidades como el lenguaje, el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
Cada vez que hay un traumatismo craneoencefálico, el cerebro tiene que reparar el daño; si se rompen las células nerviosas, es necesario encontrar y aprender nuevas vías de comunicación de información dentro del cerebro. La hinchazón puede resultar en una disminución del flujo sanguíneo a los lóbulos del cerebro que son responsables de habilidades importantes. El daño de las células nerviosas obliga al cerebro a desviar la forma en que se envían y reciben los impulsos y la información. En el cerebro de un niño en desarrollo, esto puede restar valor a la capacidad general de aprendizaje.
Según la investigación, es peligroso si el traumatismo craneoencefálico y la conmoción cerebral ocurren al mismo tiempo que se desarrollan las habilidades esenciales de aprendizaje y pensamiento. Si el cerebro del niño está aprendiendo la resolución de problemas o el pensamiento crítico y este proceso se interrumpe, es posible que estas habilidades no progresen como deberían. El traumatismo craneoencefálico interfiere con el proceso de aprendizaje normal.
Es particularmente dañino si la lesión cerebral ocurre una y otra vez. Cada vez que el cerebro está traumatizado tiene que recuperarse, y si no ha tenido tiempo de curarse por completo desde la última conmoción cerebral, esto ralentiza o incluso detiene el proceso.
Recomendaciones de traumatismo craneal infantil
Los médicos que tratan el traumatismo craneoencefálico y la lesión cerebral traumática en niños ahora recomiendan que cada vez que haya un golpe en la cabeza y una conmoción cerebral por traumatismo craneoencefálico, el niño:
- Deje de practicar o jugar inmediatamente
- Ser completamente evaluado por un médico antes de comenzar a practicar o jugar nuevamente.
- Tenga suficiente tiempo para descansar y permitir que el cerebro se recupere por completo. Si alguno de los signos de conmoción cerebral enumerados anteriormente estaba presente, es posible que el tiempo de recuperación deba durar varias semanas.
Estas restricciones son difíciles de seguir para los niños, especialmente si practican deportes. Un par de semanas al margen pueden cambiar toda una temporada.
Sin embargo, es importante recordar que los traumatismos craneales repetidos pueden tener consecuencias neurológicas a largo plazo y afectar la vida entera de un niño. Estos incluyen problemas de aprendizaje, pensamiento y razonamiento que socavan el éxito escolar, así como el posible aumento del riesgo de enfermedad de Parkinson, Alzheimer y otras demencias más adelante en la vida.