Los ganglios de Bouchard son un signo clásico de osteoartritis (OA) de la mano y recibieron su nombre del patólogo francés Charles-Joseph Bouchard, que estudió a pacientes con artritis en el siglo XIX.
Los ganglios de Bouchard son ampliaciones óseas de las articulaciones medias de los dedos, también conocidas como articulaciones interfalángicas proximales (PIP). Éstas son la primera articulación inmediatamente arriba de los nudillos donde usarías un anillo.
Los ganglios de Heberden son inflamaciones óseas similares que se desarrollan en la articulación interfalángica distal (DIP) más cercana a las yemas de los dedos. Los nodos de Bouchard son menos comunes que los de Heberden.
Camille Tokerud Photography Inc./Getty ImagesSíntomas de los nodos de Bouchard
Los nodos de Bouchard, como los de Heberden, pueden o no ser dolorosos, pero normalmente afectarán el rango de movimiento de una articulación. Con el tiempo, la acumulación de tejido óseo en exceso puede provocar que los huesos se desalineen y se doblen.
Cuando esto sucede, a menudo puede ser difícil realizar tareas diarias como abrir un frasco, usar un abrelatas o incluso girar la llave de un automóvil.
Causas
La osteoartritis afecta con mayor frecuencia las articulaciones de las manos, las rodillas, las caderas, la zona lumbar y el cuello. En la OA de la mano, el cartílago articular de las articulaciones comienza a desgastarse, eliminando los tejidos que normalmente amortiguan la articulación. espacio articular. Mientras esto sucede, una persona comienza a experimentar dolor, rigidez e incluso agrandamiento visible de la articulación.
Además, el cartílago se vuelve áspero, lo que dificulta que los huesos de la articulación se deslicen entre sí. Cuando se desgasta suficiente cartílago, los huesos comienzan a frotarse entre sí, lo que a menudo causa dolor e inflamación extremos.
El daño y la inflamación de las articulaciones pueden provocar una remodelación excesiva del tejido óseo, lo que se conoce como osificación. A medida que la osificación continúa al azar y sin control, pueden desarrollarse nódulos antiestéticos. Los que afectan la articulación PIP se denominan nodos de Bouchard.
La genética tiene un papel probable en el desarrollo de los nódulos de Bouchard, ya que se ven comúnmente en familias. Además, las mujeres tienen más probabilidades de verse afectadas que los hombres.
Dicho esto, el principal desencadenante de su desarrollo es el mismo que el de cualquier otra forma de OA: el desgaste a largo plazo de los tejidos articulares.
Diagnóstico
El nódulo de Bouchard se considera un signo característico de la OA, lo que ayuda a diferenciarlo de otros tipos de artritis, como la gota o la artritis reumatoide (AR). Se realizan pruebas de laboratorio y de imagen (p. Ej., Radiografías) para confirmar el diagnóstico.
Dicho esto, también hay protuberancias comúnmente asociadas con la AR y la gota. Los bultos gomosos, llamados nódulos reumatoides, se pueden ver en los pulgares y nudillos en personas con AR. Asimismo, las personas con ataques frecuentes de gota pueden desarrollar bultos cristalizados en el espacio articular llamados tofos.
Los análisis de sangre y de imágenes simples pueden ayudar a distinguir los diversos tipos de artritis.
Se puede usar un hemograma completo (CBC) para detectar un recuento alto de glóbulos blancos (WBC) compatible con inflamación. Debido a que la OA no está asociada con la inflamación crónica, los glóbulos blancos generalmente serán más bajos que la gota y la AR, los cuales son inflamatorios.
Tratamiento
El tratamiento para los ganglios de Bouchard es similar para la artrosis de la mano sin ganglios. Esto incluye:
- Descansando la articulación
- Analgésicos como Tylenol (acetaminofén), medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o corticosteroides
- Terapia de calor y hielo
La inmovilización de la articulación también se puede utilizar durante los brotes agudos para minimizar el movimiento de la articulación.
Una vez que se ha formado un ganglio, no es intrínsecamente doloroso, pero probablemente exacerbará cualquier dolor que se produzca con el movimiento. En esta etapa, es posible que se necesite terapia física u ocupacional para garantizar mejor la movilidad articular y prevenir la discapacidad. La cirugía rara vez, o nunca, se usa con fines cosméticos.